AMOR DE MADRE

            El jueves 21 de julio, mi amiga Ana María Costa, residente en España, subió al Facebook una imagen con un texto:

HIJOS LOS AMO

Para una madre no existen hijos preferidos,

todos son iguales porque cada hijo es una bendición de Dios.

El amor de una madre es:

Ciego, mudo y sordo. Ama sin condiciones y con el corazón.

            Este meme me hizo recordar una curiosa conversación que sostuve con mi amada esposa hace muchos años.

            Siempre he tenido la mala costumbre de contar historias, mis historias, porque eso permite ejercitar mi memoria y produce un efecto agradable y relajante.

            Pero el contarle a mi amada esposa los vericuetos de mi vida ocasionó un rechazo violento en ella:

  • Yo no creo que una madre deba tener preferencia por ninguno de sus hijos.

            Me dejó intrigado su actitud porque, entonces, aun no teníamos hijos. Y nosotros hemos criado a nuestras hijas amándolas por igual, pero, como le expliqué a nuestra nieta Andrea cuando tenía 8 años y se hacía inminente la llegada de una nueva nieta, que había producido temor en la niña.

            Andrea es hija de Claudia, hermana melliza de Luisa y Rafaela era su hija que anunciaba su pronta llegada. Andrea me preguntó angustiada:

  • Abuelo ¿Si tienes otra nieta me vas a querer igual?
  • Andreíta, a todas las hijas y nietas se les quiere igual, lo que pasa es que cuando son pequeñitas se les debe atender con mayor cuidado y todos tenemos que participar en su cuidado. Conforme van creciendo se hacen más independientes y se les cuida menos pero se les ama lo mismo todo el tiempo.

            El sábado siguiente cuando vino a nuestra casa me dijo tranquila:

  • Abuelo, mi mamá me ha dicho que aunque tengas otra nieta yo voy a seguir siendo la princesa.

            Sospecho que su mamá es una persona muy inteligente y sabe mucho de Psicología, por algo ha estudiado en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

            Pero lo que había motivado la sorprendente reacción de mi amada esposa fue cuando le conté mi vida de niño:

            Cada mañana traía de la Proveeduría del ejército medio kilo de res, corte único, con hueso y carne. Generalmente era costilla y el hueso de la costilla tiene pegado carne, grasa y tendones que hacen que se le llame troncha. Pues bien, mi mamá me daba todos los días la troncha en el almuerzo (somos 7 hermanos).

            Para el día del desfile escolar mi mamá nos preparaba a mi hermano mayor y a mí un bistec de hígado montado y encebollado, porque ella tenía la idea que para estar en la formación debíamos estar bien alimentados.

            De mayores, mi hermano mayor residía en el Cusco, mi adorada mamá había fallecido, era mi padre quien me preparaba este desayuno para ir a la universidad.

            Muchos años después volví a recordar la actitud de mi amada esposa y me puse a pensar por qué ocurrió esa situación. Encontré la explicación en la propia historia.

            Yo era el único en mi familia que estudiaba sin que nadie me dijera que lo hiciera, me gustaba estudiar y leía muchos libros para saber más. Siempre traía buenas notas.

            Todo el tiempo libre acudía a la Biblioteca Municipal que estaba situada en el primer piso del Palacio Municipal, ubicado en la Plaza de Armas. Leí todos los libros, y con particular atención un Tratado de Química, cuyo contenido y enseñanza fue decisivo en mi propósito de estudiar después la carrera de Ingeniería Química.

            Por mi propia iniciativa buscaba trabajo. A los seis años salí a vender periódicos El Eco, de Iquitos. Si bien es cierto mi padre me dio una reprimenda por haber salido a vender, “avergonzándolo” ante sus compañeros de trabajo, cambió de parecer cuando después de la reñida me dirigí donde mi madre y puse en sus manos mi ganancia y le dije:

  • Toma mamá, para los gastos de la casa.

            Había vendido 10 periódicos a 50 centavos cada uno y la ganancia es del 10 por ciento. Mi ganancia fue de cincuenta centavos. Mi padre se enterneció y me abrazó fuertemente, quizás para no ver sus lágrimas. Desde entonces pude dedicarme al trabajo de canillita. Era también el único niño del barrio que hacía esto.

            En un momento dado le dije a mi madre que el dinero lo voy a ahorrar. Seis días después le pedí que me acompañe a mirar una tienda. Todos los días al volver del colegio pasaba por la casa Power. Era una tienda inmensa donde vendían motores, pero en esos días mostraban en un maniquí un corte de tela para una falda de señora con estampados muy vistosos a un módico precio de tres soles y decidí que ese sería un buen regalo para mi mamá. Al llegar le dije a mi madre que esa es una tela muy linda para una falda y me gustaría regalársela. Me dijo que era muy linda y lo llevamos. Ella misma hizo la falda y al día siguiente se lo puso: le quedaba muy bien. Le gustaba y estaba alegre y orgullosa.

            He sido músico profesional desde los 12 años y siempre le daba a mi madre parte de mis ganancias.

             Se creó un nuevo periódico en Iquitos, El Pueblo, cuyo Director fue mi profesor del colegio, Raúl Hidalgo Morey. Era un diario que pretendía ser el mejor. De hecho lo logró. Costaba 1 sol y la ganancia era del 20 por ciento, lo cual era, de por sí, un hecho extraordinario. Fui de los primeros canillitas.

            Siempre estaba en mis pensamientos que comer 9 personas en la mesa debía ser muy difícil por lo que todo el tiempo contribuía económicamente.

            Fui el único músico de la familia y cuando pasaba la Banda de Músicos del Colegio por el jirón Lima, mi madre apagaba sus fogones y mi padre dejaba de darle a la máquina Underwood para salir a mirarnos pasar. Era el único colegio con Banda de Músicos y a todos sorprendía ver niños músicos ejecutando marchas.

            Era, pues el orgullo de mis padres. Fui el único de la familia que terminó el colegio, el único que ingresó al Ejército como voluntario siendo menor de edad, era el único artista dibujante de la familia.

            Con mi hermano mayor nos turnábamos cada día para ir a recoger el pan en la Proveeduría del Ejército, pero cuando Raúl iba, solamente traía tres moldes. Se comía un molde entero, por lo cual hice saber frente a todos que a partir del día siguiente iría solamente yo a traer el pan. Mi mamá conversó conmigo, ella pensaba que ambos teníamos responsabilidades conforme nos había educado:

  • Hijo, no es justo.
  • Mamá, necesitamos ese pan en la casa.

            Nos tocaba recibir 4 moldes (1 kilo), denominados “pan de Empleados”. Había pan de Oficiales, 10 panes tipo bico de masa muy suave, y pan de General, 10 panes de yema.

            Cada mañana venían las chicas Abensur Susana, vecinas del malecón Tarapacá, a comprar un molde, de manera que tres moldes eran más que suficiente para toda nuestra familia, con ganancia además.

            Nuestro molde era pesado de miga compacta y de sabor muy agradable que te dejaban satisfecho, mejor que los panes de las panaderías civiles.

            Cada sábado tocaba en el Athletic Club José Pardo con la Orquesta de Beny Soto, la mejor orquesta de aquel entonces. Beny Soto era el Profesor de Música y el Director de la Banda de Músicos del colegio, y yo por ser buen músico era parte de su orquesta cuando solamente tenía 12 años; mis padres estaban afuera del salón mirando a su tesoro hasta la media noche, admirados y felices.

            Tenían pues mis padres razones, y muchas, para atenderme de manera especial, no era que tenían preferencias por un hijo sino que un hijo les dio muchísimos motivos para sentirse orgullosos y ellos solamente estaban siendo justos.

ANÉCDOTAS CURIOSAS

EL FENÓMENO FUJIMORI

            El Ingeniero Alberto Fujimori fue Catedrático, Decano y Rector de la Universidad Nacional Agraria “La Molina” y conducía un programa en la Televisión del Estado, denominado “Concertando”, cuando fue elegido Presidente de la república a pesar de provenir de una estirpe japonesa.

            A partir de aquí comienza la leyenda Fujimori.

            En el Laboratorio Central de la Cervecería Backus trabajaba un Técnico llamado Víctor Mori. Y como en todos los medios de comunicación hablaban bastante acerca del Fenómeno Fujimori, el Doctor Francisco (Pancho) Pérez inventó una adivinanza:

  • ¿Cómo se dice Víctor en japonés?

            Respuesta:     

  • Fuji.

            Era un chiste obvio pues se reducía a un simple “juego de palabras”.

HEMOS JUGADO FUJIMORI

            Alicia Amaya, nuestra entrañable amiga, era Directora del Jardín de la Infancia en la zona de Kirio, en Chosica. También vivía allí.

            El hijito de la Portera a quién ella llamaba “Cabezón”, ya había egresado del Jardín y estaba estudiando el Primer Grado de Primaria en un Colegio cercano. Todos los días venía a saludar a su madrina Alicia y a contarle las ocurrencias del día en el Colegio.

            Un día llegó y luego de saludar le contó:

  • Madrina hemos jugado Fujimori.

            La interrogante de Alicia era ¿Cómo se juega Fujimori? Dijo que en su salón había un japonesito y todos los niños del salón lo perseguían y lo cercaban, entonces abriendo los brazos le decían:

  • ¡Qué buena yuca Ingeniero!

            Era un chiste que había inventado el cómico Carlos Álvarez en su programa de la televisión y los niños lo convirtieron en un juego y todos se divertían.

YOGA

            Mi amada esposa recibía atención, en nuestra casa, del PADOMI (Programa de Atención Domiciliaria) de Essalud. Acudía dos veces por semana una dama Terapista Física, para hacerle su rehabilitación.

            Nery Cortez Medrano era una persona agradable de fácil conversación y muy competente en su labor, la misma que era observada con atención por nuestra nieta Ainhoa.

            Hacía masajes en el pie, la pierna y el muslo, haciéndoles rotar para restaurarles su fuerza y movilidad: levantaba la pierna hasta tocar el vientre, lo mismo hacía con los brazos levantándolos por encima de su cabeza. Finalmente la hacía sentar sosteniéndola contra su propio cuerpo para hacerle masajes en la espalda, el cuello y la cabeza.

            A nuestra nieta le parecía que estaba haciéndole yoga, tal y como ella misma lo hace mirando la televisión: Yoga infantil

            Ainhoa ya había estado recibiendo clases virtuales en el Nido Arco Iris (Nido de 3 años y Nido de 4 años), por lo tanto sabía conversar.

            Muchas cosas me he perdido por no poder escuchar (pérdida auditiva), pero esto me contó mi hija Charito, mamá de Ainhoa. La niña le dijo a la señora terapista:

  • Yo también hago yoga.
  • ¿Ah, sí?
  • Sí.

            Sentándose en el suelo le mostró a la señora cómo hace yoga y fue de su agrado. Sobre todo la facilidad que tiene la niña para conversar con personas adultas y la pasmosa rapidez con que Ainhoa relaciona las cosas que observa: Para Ainhoa su abuelita estaba haciendo yoga con la ayuda de la señora Nery.

CELINA

            Cuando mis padres vivían en la Guarnición Militar de Cabo Pantoja tenían una empleada witota, su nombre era Celina. Era muy laboriosa pero su habla, como la de todos los indígenas, era muy particular, como les ocurre a todas las personas que deben hablar español pero tienen su propio idioma, witoto, que para nosotros es imposible de entender.

            Cuando tronaban los cercanos cañones de guerra, Celina salía a la calle y se ponía a gritar histéricamente:

  • Ja jai, quiero me reír para no me llorar.

            Pienso que igual sucedía a las señoras cuyos esposos estaban en el frente de guerra, pero mantenían la compostura porque, de todas maneras, eran esposas de militares.

            Este es uno de los relatos que me transmitió mi adorada mamá, pues yo aún no había nacido. Ella fue la causa de que me convirtiera en el narrador de cuentos.

YA LLEGA LA PRIMAVERA

            Como anunciando que ya está llegando la Primavera, ya está a las puertas la Primavera, que pronto se llenará todo de flores de hermosos colores y fragancias intensas, como gritando al mundo entero que ya está aquí la Primavera, te fuiste al infinito.

            Dios sabe que nuestra vida fue una perpetua primavera con el cariño y el amor que de ti aprendí para darlo a nuestros hijos y nietos.

            Así, todos sabíamos que nuestra vida estará siempre llena de flores, porque eso es la Primavera, el caudal inconmensurable de amor y felicidad y nos sentimos dichosos de haberte tenido con nosotros durante tantos interminables años.

            El Salmo bendito lo dice:

«El Señor es mi pastor: nada me falta; en verdes praderas Él me hace reposar. A las aguas de descanso me conduce, y reconforta mi alma». (Salmo 23, Versículos 1-2).

            Y cuando vamos a tu casita de campo llena de verdor, las flores con las que te adornamos nos dicen a las claras: esta es la verdadera Primavera y aquí venimos a llenarnos de ti y volvemos cargados de amor, de tu amor que nos ha de durar toda nuestra existencia.

            Nos alegra que estés siempre rodeada de muchas personas porque nunca quisiste estar sola y no lo estás. Nosotros solamente estamos de paso pero esas personas estarán contigo toda la eternidad.

            Lo verde de tu sitio, los árboles y las flores semejan tu preciosa casita de campo al Paraíso Terrenal como nos contaban cuando éramos niños y sabemos que los Ángeles cuidan de ti por siempre.

            Hoy hace un año que partiste a tu verde casita de campo y mañana es Primavera como tú lo anunciaste. Qué bella es la Primavera.

            Si nos ves llorar no te debes preocupar, nuestro llanto es de alegría amada esposa

MARIA JUDITH ALVA RIVERA DE SUÁREZ.

Este post fue publicado en Facebook el 22 de setienbre de 2022, a un año de la partida de mi amada esposa a los brazos del Señor.