Tiene solamente 4 años y desde que tiene conocimiento solamente ha visto a su abuelita echada en su cama. Muchas veces se subía para estar junto a ella.
Cada noche, ritualmente, se acerca con su mamá a la cama de su abuelita para darle las buenas noches:
- Good night, Grandma.
- —.
- Sweet dreams, Grandma.
- —.
Luego viene donde mí y me da, igualmente las buenas noches. Siempre me encuentra en la computadora:
- Good night, Grandpa.
- Good night, Baby.
- Sweet dreams, Grandpa.
- Sweet dreams, Baby.
Pero una vez vino con su papá y, como soy sordo, no entendí bien y respondí de manera habitual:
- Good night, Baby.
Pero ella me aclaró:
- En español abuelo.
Entonces contesté:
- Buenas noches, Bebita.
- Que tengas dulces sueños, abuelo.
- Que tengas dulces sueños, Bebita.
Su mamá, mi hija menor, me explicó que cuando viene con ella, Ainhoa se despide en inglés y cuando viene con su papá lo hace en español.
Está tan educada en el amor a su abuelita que cuando se quedó dormida en su cama, al ir su mamá a cambiarle la ropa, se despertó y dijo:
- ¡La abuelita!
- Hoy no, hijita.
- No, no, mamá, tengo que ver a la abuelita.
Y fueron a dar las buenas noches a los abuelos. Lo que es la buena educación que funciona en toda ocasión.
En una oportunidad llevó a su abuelita una figurita de un pajarito y le dijo a su mamá que quería pegarlo en la cabecera de la cama de su abuelita, y allí estuvo.
El día de la Madre le dio a su abuelita una flor, que también fue pegada a la cabecera. Estas dos figuritas las pegué sobre el ataúd de mi amada esposa y se fueron con ella para siempre porque fueron un regalo hecho con amor de quien, a pesar de su corta edad, supo amarla con todo, que es como se ama de verdad.
Que Dios y la Virgen María cuiden siempre a nuestra amada nieta Ainhoa.