182 JUDIO ES JUDIO

Va Samuel, el Judío, al Banco Israelita y se acerca al cajero:

  • Buenos días Samuel – lo saluda el cajero atentamente.
  • Buenos días. Vengo a sacar un crédito de 1 dólar.
  • ¿Un dólar? Pero Samuel, le retiro esa cifra de cualquiera de sus cuentas o inversiones y solucionado el problema.
  • No, yo quiero un dólar de crédito a pagar en 1 mes. Si no da crédito, Samuel retira inversión, retira dinero, retira joyas, retira todo.
  • Pero no Samuel, no es para tanto, si usted quiere el crédito se lo damos (y le acerca los papeles para que lo firme).
  • ¿Cuánto es el interés?
  • 3% Mensual.
  • Está bien, pero quiero dejar en garantía de pago mi BMW.
  • No Samuel, no es necesario con sus cuentas es más que suficiente.
  • Si no deja mi BMW de garantía, retira inversión, retira dinero, retira joyas, retira todo.
  • Está bien Samuel, puede dejar su BMW en garantía en la bóveda del Banco hasta dentro de 30 días.
  • ¡Perfecto!

Vuelve Samuel a su casa y le dice a su esposa:

  • Ruthie, Ruthie, ya podemos tener vacaciones tranquilas, conseguí estacionamiento por $1.03 el mes completo.

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Un judío está agonizando y le dice jadeante a su único hijo:

  • Isaac, como estoy próximo a morir, quiero que sepas que las siete casas, los tres edificios, los treinta taxis, la fábrica de telas, las dos fincas, las ocho tiendas, las joyas, los títulos valores, las esculturas…
  • Sí, papi… ¿me los dejas?
  • No, te los vendo baratos, baratos…

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Pasan dos judíos en avión sobre el Vaticano y le dice el uno al otro, muerto de la envidia:

  • ¿Viste? Y pensar que estos empezaron con un pesebre.

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Luego de 15 años un judío vuelve a su pueblo natal y lo reciben sus tres hermanos con unas barbas que les llegaban hasta el piso. El judío les dice:

  • Pero, ¿qué son esas barbas?
  • Es que cuando te fuiste te llevaste la cuchilla de afeitar.

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         Están dos judíos perdidos en medio del mar en un bote de remos. Llevan una semana sin probar bocado ni tomar agua, cuando de pronto ven una lancha de rescate de la Cruz Roja.

Los judíos la ven y comienzan a remar desesperados, pero en sentido contrario. La lancha acelera pero los judíos reman cada vez más rápido.
Finalmente, la lancha termina por alcanzarlos y los médicos de la Cruz Roja les preguntan:

  • ¿Qué les pasa? ¿Por qué huyen?
  • Ya colaboramos, ya colaboramos.

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En un hospital un hombre se acerca al laboratorio para realizarse un análisis de orina. El enfermero se sorprende al ver que no había llevado un frasco pequeño sino todo un balde. Le mira y dice:

  • Don Isaac, sólo es necesario un poco.
  • Pero el hombre se niega e insiste hasta que es aceptado.


         Al día siguiente el médico llama a su casa y le informa:

  • Don Isaac, le informo que en los análisis de la orina, todo el balde salió perfecto

El hombre agarra el teléfono y llama a sus amigos reunidos en un bar, y dice:

  • Abraham, te llamo para que le informes a los demás que todos salimos bien en el examen.

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El judío Isaac sufre de un paro cardíaco, y es llevado a un hospital de emergencia. El doctor al ver que se empieza a asfixiar, ordena:

  • ¡Rápido, rápido, pónganle la mascarilla!

E Isaac responde rápidamente:

  • No, no !la más baratilla por favor!

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Dios le preguntó a los Romanos:

  • ¿Ustedes quieren un mandamiento?
  • ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
  • ¡No matarás!
  • No, gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.

Entonces Dios le preguntó a los Egipcios:

  • ¿Ustedes quieren un mandamiento?
  • ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
  • ¡No cometerás adulterio!
  • No, gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.

Dios entonces les preguntó a los Sirios:

  • ¿Ustedes quieren un mandamiento?
  • ¿Cuál sería el mandamiento, Señor?
  • ¡No robarás!
  • No, gracias. Eso arruinaría nuestra economía.

Y así Dios fue preguntando a todos los pueblos hasta llegar a los Judíos:

  • ¿Ustedes quieren un mandamiento?
  • ¿Cuánto costaría?
  • Es gratis.
  • Entonces mándanos diez.

 

181 HUICSAPUNGUI SEÑOR

Mi mamá solía contarme muchas historias que había escuchado a lo largo de su vida y eso constituye un legado muy importante en mi vida porque me animó a contar historias a mis hermanos, a mi enamorada, quien luego se convirtió en mi esposa, a mis hijas, yernos, nietas, en general a todo el que estaba dispuesto a escucharme.

Doña Maria Luisa Sandoval Chávez me manifestó una extraordinaria importancia hacia la educación y la enseñanza en general.

En tiempos antiguos el Examen Final se daba en forma oral en público, con los padres observando el desarrollo del examen de sus retoños y más de una vez se vio al papá corriendo con su cinturón a su hijo por toda la calle cuando se “cuchipelaba”, literalmente se pelaba como el chancho, es decir que no había sabido responder las preguntas del examen.

En esta historia me contaba mi mamá que en el Examen Final el Dómine preguntaba a uno y otro alumno que es indigestión y nadie sabía responder, hasta que le preguntó a una huambrilla pongueta y buchisapa (signo de parasitosis intestinal, mal endémico de la Selva en aquellos tiempos de calles de tierra con acequias abiertas y caminares descalzos). Pues la niña, puesta de pie, respondió con coraje y voz clara y sonora

  • Huicsapungui, señor

Dicen que le puso 20 de nota, porque efectivamente  indigestión es huicsapungui, es decir dolor de barriga.

Este es uno de los muchos ejemplos que nos dicen a las claras la influencia incaica en nuestra Amazonía. Muchos lugares de la selva tienen nombres propios del quechua y muchas expresiones denotan su uso inveterado. Se solía denominar “viejitas quechueras” a las señoras que en su hablar cotidiano se expresaban en ese idioma. Y aun ahora es posible encontrar estas palabras mezcladas con  el castellano, o dialectos indígenas, portugués o inglés. Todo ello adaptado a la lengua del loretano. Muchas palabras quechuas son pronunciados un tanto apartados del idioma original que aún se conserva intacto en la zona de Apurímac. El quechua del Cusco está muy contaminado con el español y ha adaptado su lengua a los modos españoles. Como muestra basta un botón: En Cusco dicen puñunas (forma española de pluralizar el vocablo puñuna que significa cama). En Apurímac dicen puñunakuna. La desinencia kuna es la forma quechua perfecta de expresar el vocablo puñuna en plural. Así, tenemos, por ejemplo, runakuna: los hombres. Se pronuncia la palabra runa con el sonido de la r simple, no de la r compuesta como se dice en español al comenzar una palabra con letra r.

El mismo quechua en quechua se dice en Apurímac runasimi, el lenguaje de los hombres. Y una pregunta  básica cuando quieres hablar con un quechua hablante es ¿Runa simita yachay? Si hablas quechua debes responder “Ari taitay”, de lo contrario “Manan yachasuy”.

En nuestra tierra es de uso generalizado que al pescuezo del pollo se le llama cunga (del quechua cunka). Una referencia formal sería: al ave que vuela señorial en las alturas de nuestra serranía le dicen “Kuntur Calakunka” que literalmente es Cóndor cuello pelado. En Iquitos el referente más cercano sería “Pelacunga”, que es como le llamábamos a un chico del barrio porque se cortó el pelo muy corto.

Al chico que mete la mano a la olla para servirse un poco más se le dice “manguero”. Este vocablo deriva del quechua “manka = olla”. De allí la Pachamanka serrana, literalmente olla en la madre tierra. Y cuando tiene “mal de susto” por algún trauma ocasionado  principalmente por una experiencia con los fantasmas se dice que tiene “manchari”, palabra quechua que quiere decir que tiene miedo. A esto hace referencia el Pongo de Manseriche, la entrada en la selva, ubicada en Santa María de Nieva, Provincia de Condorcanqui, Departamento de Amazonas, por donde se abre paso el río Marañón. El nombre se le considera derivado del quechua (punku = entrada y manchariche = que da manchari) pues al cruzarlo se escucha un ruido aterrador y la corriente es tan fuerte que da miedo.

La parte de la pierna entre la rodilla y el pie se dice en Loreto “pingullo”, en la Sierra es “pinkullo”.

El chuchuhuasha (Maytenus laevis) es un árbol que alcanza los 25 metros de altura y 60 cm de diámetro, es erecto y bien ramificado. La corteza es rojiza con la madera dura.

El chuchuhuasha es utilizado refinado (es decir hervido) para curar los males de la mujer y macerado en aguardiente para combatir el frío. Es el componente fundamental de la bebida amazónica “7 Raíces”, para los anglófilos sería “Seven Roots”.

Esta es la forma correcta de escribirla. Muchas personas, aparentemente “cultas” pero desconocedoras de lo que es la filología que explica el verdadero significado de las palabras, lo escriben equivocadamente “chuchuhuasi”. Esto es absurdo porque “chuchu” significa seno o teta de la mujer y “huasi” significa casa: es absurdo porque no puede haber «casa de las tetas”, pero sí “tetas a uno y otro lado” que es cómo crecen las ramas de este árbol. Por ello la forma correcta de escribir y decir es CHUCHUHUASHA. Según cuentan los antiguos, para ser curados por esta planta se debe sacar una parte del árbol por donde sale el sol (chuchu) y otra por donde se oculta el sol (huasha), del quechua wasa = espalda.

Al respecto, recordemos que existe un poblado denominado Huashalado que está ubicado “al otro lado” de Padre Isla, que está frente a la ciudad de Iquitos, para llegar a este poblado debemos dar la vuelta a la isla del frente.

En nuestra habla diaria utilizamos, pues, vocablos sin interesarnos de donde proceden, solamente lo decimos porque así se ha dicho siempre.

Pero además muchos lugares de la selva tienen nombres derivados del quechua, tales como Pucallpa (puka = rojo, allpa = tierra), Pucayacu (yaku = agua), Rumococha (rumo = yuca, cocha = laguna),

Y los demonios de la selva: Yacuruna (hombre del agua) es el gigante que sale de las aguas para intentar llevarse a las doncellas a su mundo. El Chullachaqui (chulla = desigual o diferente y chaki = pie) que dicen que tiene un pie de gente y un pie que parece pata de motelo (tortuga de tierra).

La madre del agua o Yacumama es el nombre con que se conoce a la boa gigante, la más grande del mundo.

Un completo desarrollo etimológico del lenguaje amazónico daría lugar a un libro entero y no solamente  unas pocas líneas como este post. Pero tenemos mucho quechua en nuestro mundo Amazónico.

El Imperio de los Incas (Tawantinsuyo)

 

180 EXAMEN NEUROPSIQUIATRICO

Cuando era joven postulé a la Escuela Militar de Chorrillos. En Iquitos pasamos el Examen Médico, Examen Neuropsiquiátrico y el Examen de Pruebas Físicas. Quienes aprobaban estas pruebas eliminatorias serían enviados a Lima para rendir la Prueba de Conocimientos.

Lo primero era el Examen Médico, en el Hospital Militar “Santa Rosa”. Desnudos te miraba el Médico, primero los pies. Si tenías “pie plano” eras inmediatamente eliminado porque, decían, no va a poder correr y en el Ejército se corre bastante. Así eliminaron al joven Silva Mitidiere por tener pie plano, pero él era futbolista profesional, es decir, no es cierto lo que decían los médicos. El  corría bastante porque era Centro forward de su club. Luego te revisaban la dentadura, solamente puedes tener un 20% de piezas postizas. Al postulante Miera lo eliminaron en este examen porque sus postizos superaban  este porcentaje.

Aprobado el Examen Médico pasabas a la segunda prueba, el Examen Neuropsiquiátrico que se realizaba en el mismo Hospital.

Esta prueba consiste en una entrevista realizada por un Médico. Siempre estaba presente en todas las pruebas un joven simpático que no postulaba, pero sabía todas las pruebas, se enteraba de todo lo que ocurría con cada postulante y nos contaba notas anecdóticas. No era postulante, pero si podía estar en todas las instalaciones militares seguramente era hijo de algún militar de alta graduación. Nadie sabía quién era pero nos conversaba a todos con amabilidad. Nos contó que en un caso el Médico preguntó al postulante:

  • “¿Cómo hace caca el caballo?”
  • Bolas, bolas, bolas”.
  • “¿Cómo hace caca el chivo?”
  • Bolitas, bolitas, bolitas”.
  • “¿Cómo hace caca la vaca?”
  • Plash, una plasta”.
  • Ahora, cambiando de tema, ¿Cuál es la isla más pequeña del mundo?”
  • La verdad… no me acuerdo”.
  • Oiga con usted solamente de caca se puede hablar”.

Cuando llegó mi turno, entré al consultorio y antes de poder saludar con voz clara y tonante, el médico se fue a la habitación interior. Me quedé parado sin saber qué hacer. Cómo el médico se demoraba en volver me senté en la silla que estaba ubicada frente a su escritorio. Justo en ese momento salió el médico y me gritó:

  • “¿Por qué se sentó?”

De inmediato, sorprendido, me puse de pie. Y el médico:

  • “¿Por qué se paró?”

Muerto. El Examen mide el rango de respuesta rápida ante un evento sorpresivo. Luego de lo cual me invitó a sentarme y comenzó la entrevista.

  • Tienes solamente dos baldes, uno de 10 litros y otro de tres litros. Te piden un litro de agua exactamente medido ¿Cómo lo haces?”.
  • Fácil. Lleno con agua el balde de 10 litros. Con este balde de agua lleno el balde de tres litros y lo boto, vuelvo a llenar el balde de tres litros y lo boto, finalmente lleno nuevamente el balde de tres litros. En el balde de 10 litros me queda exactamente medido un litro de agua”.
  • Muy bien. Ahora, tienes una pared de 20 metros de altura y una tortuga sube cada día tres metros”.
  • Doctor, las tortugas no trepan las paredes”.
  • Bueno, esta tortuga si trepa las paredes. Te decía que en el día sube tres metros y de noche mientras duerme resbala dos metros. ¿En cuántos días llega arriba?”.
  • En 17 días, doctor”.
  • “¿Cómo lo hace?”.
  • Si en el día sube tres metros y de noche resbala dos, en realidad cada día sube 1 metro nada más. De modo que en el día 16 sube hasta 19 metros y baja hasta 17 metros. El día 17 sube hasta los 20 metros y ya llegó. Ya no tiene que resbalarse. Son 17 días doctor”.
  • Muy bien postulante, puede retirarse”.

Las pruebas físicas se llevaban a cabo en el Campamento Militar “Vargas Guerra” en la carretera a San Juan. Consistía en carrera de 100 metros planos, carrera de 600 metros planos y flexiones en la barra. El Mayor a cargo de las pruebas dijo que una de las flexiones que yo hice no estaba bien hecha y me desaprobó.

La Escuela Militar de Chorrillos

 

179 EL TRASPLANTE

El trasplante de órganos es la sustitución de un órgano enfermo por un órgano sano procedente habitualmente de un donante cadáver. Los órganos que se pueden trasplantar son los riñones, el hígado, el corazón, los pulmones, el páncreas y el intestino.
El trasplante es un tratamiento médico muy complejo, y el único tratamiento que necesita la solidaridad de otras personas para llevarse a cabo.
¡Sin donaciones, no hay trasplantes!

Fuente: Generalitat de Catalunya gencat.cat

Donación y trasplante

Disponible en http://trasplantaments.gencat.cat/es/trasplantament/trasplantament_d_organs/

Hace poco vi en un capítulo de CSI New York un caso en el que un hombre seguía a la detective Jo Danville. Ella piensa que se trata de un acoso, así que se le enfrenta. El caso es que el hombre, profesor universitario, había recibido el trasplante del corazón de la hermana de la detective, quien había fallecido en un accidente de tránsito.

Luego que aclaran el tema ella le pregunta cómo es que se había enterado de quien había sido la donante, toda vez que no se debe saber la procedencia. Él le explica que una enfermera le había dicho que hubo un accidente de tránsito en la que falleció una mujer, y por la rapidez con se hizo  la operación supuso que había sido ese mismo día, un viernes 13.

Jo Danville completa la historia deduciendo que de esa manera buscó en los diarios sobre accidentes en ese día en la que había fallecido una mujer. Supo de esa manera la identidad de la donante.

Definitivamente cuando tu familiar recibe un trasplante que le salva la vida y mejora su calidad de vida, lo primero que uno piensa es en averiguar quién es la persona de donde procede el órgano salvador, para dar gracias a sus familiares y tal vez reconfortarlos.

Se lo hice saber a mi hermana Mónica cuando le hicieron un trasplante de riñón en el Hospital Rebagliati, pero ella me explicó que los doctores les habían dicho que no es conveniente desde ningún punto de vista: puede prestarse a chantaje, de manera que es mejor que todo permanezca en el más completo anonimato.

Hay una larga lista de personas enfermas que necesitan de nuestra solidaridad para seguir viviendo, y conforme vayan apareciendo donantes cadavéricos compatibles se realizan los trasplantes. Definitivamente le cambia la vida al receptor.

Mónica me contaba sobre las funciones de cada médico en el área de trasplante, el Jefe de Piso, el doctor Carlos Liendo Liendo, y los otros médicos. Uno de ellos, me dijo, es el “chamullador”, es el médico cuya función es convencer a los familiares para que acepten que su familiar fallecido sea donante. La mayoría no quiere saber nada, pero algunos se dejan convencer por su “labia”. Un cadáver puede proveer varios órganos y salvar la vida a una media docena de personas.

Una persona trasplantada debe cuidarse mucho, durante los primeros meses tiene que andar por la calle con mascarilla porque para evitar el rechazo del nuevo órgano los médicos especialistas le bajan las defensas de inmunidad: por una extraña paradoja, su propio sistema de inmunidad le podría ocasionar la muerte.

El paciente regresa a su vida normal, mi hermana era profesora y continuó con sus funciones. Pero en los primeros meses debe alejarse de las multitudes. Cuando fuimos a votar le expliqué al Supervisor Electoral la situación de mi hermana quien debía estar lo menos posible cerca a las personas, de manera que la hizo ingresar directamente a votar. Le pedí que hablara con el responsable de mi Mesa de votación para votar yo también de manera preferencial toda vez que tenía que llevarla de vuelta a su casa. Nos ayudó.

En la Cervecería Backus había un Supervisor de Cocimiento que tenía que someterse a hemodiálisis renal. El gordo Acosta me decía que la víspera de su diálisis se “zampaba” un bistec montado, que les está prohibido, porque al día siguiente se iba a limpiar su sangre. Siempre estaba flaco y pálido, hasta que le hicieron el trasplante y entonces se le vio lleno de vida.

No duró mucho el trasplante de mi hermana. Volvieron a dializarla hasta que su corazón no resistió más. Desde que vino evacuada de Iquitos su vida fue un calvario, le sacaron un riñón y como el otro no funcionaba bien la pusieron en hemodiálisis. La trasplantaron y su vida fue una perpetua alegría. Le gustaba bailar. De hecho, con nosotros pasaba la Navidad, pero el Año nuevo lo pasaba con Vivian donde había una jarana “de rompe y raja”, porque, decía ella “nosotros éramos unos aguados”: no somos jaraneros.

En la casa de Claudia la llamaban la “tía regalos” porque siempre se aparecía con un juguetito para Andreíta.

Cuando falleció, el médico de Turno dijo que debían hacerle la autopsia. El seguro ha invertido en ella miles de dólares y tenían derecho a saber cuál fue la causa verdadera de su deceso y eso solo era posible con una autopsia. Pero también nos dijo que solamente el Jefe de Piso podía autorizar que no se realice.

Hablé con el doctor Jefe de Piso señalándole que mi hermana ya había sufrido bastante y ya era tiempo de dejarla en paz; y él me dijo que justamente en esos días había denuncias contra los médicos del seguro en la televisión. Cerca de nosotros estaba un joven alto y de pelo corte militar, Pedro Suárez Luján. Señalándole le dije:

  • El joven que está allí fue criado por mi hermana y él la ha llamado siempre mamá, es policía de fuerzas especiales, de la DINOES, y él no quiere que le hagan la autopsia a su mamá. Ninguno de nosotros va a reclamar nada.

El Jefe de Piso autorizó que no se realice la autopsia y pudimos llevarla para preparar su sepelio. Nos dolió a todos porque era la menor de siete hermanos y mi favorita desde que nació. Siempre fui el responsable de ella.

Mi hermana Mónica

 

178 LAS MELLIZAS

Maria Judith Alva Rivera es mi amada esposa. Su mamá, Natividad Rivera Pérez es melliza con su hermano Francisco Rivera Pérez. Todos ellos nacieron en la ciudad de Requena, Provincia de Requena, Departamento de Loreto, Perú.

Mi mamá, María Luisa Sandoval Chávez, me contó que su mamá Luisa Chávez se resbaló en el brocal de madera del pozo de agua y abortó dos fetos. Es decir, mi abuelita iba a tener hijos mellizos, pero el accidente lo perdió. Mi mamá nació en Yurimaguas, provincia de Alto Amazonas, Departamento de Loreto; y su mamá era de Rioja, Provincia de Rioja, departamento de San Martín.

Mi tía Ángela Pino Chávez, hermana de mi mamá, natural de Iquitos, Provincia de Maynas, departamento de Loreto, residente en El Callao, Provincia del Callao, departamento de Lima, tuvo hijos mellizos, pero el varón falleció al año y medio y la mujercita vive hoy en Estados Unidos.

Según mi suegra, doña Natividad, las mellizas saltan una generación: ella era melliza y no tuvo hijos mellizos, pero su hija si tuvo mellizas. Mi esposa Judith.

El doctor Ángel Achával Silva la atendió durante todo su embarazo y chequeaba el desarrollo fetal con su clásica cornetilla: pone la bocina sobre el vientre y escucha por el otro extremo, sintiendo los latidos del bebé. Todo fue normal hasta una semana antes del parto. Dijo el Dr. Achával que aquí está ocurriendo algo raro: “pongo arriba del vientre la cornetilla y escucho latidos, lo pongo abajo y también escucho latidos, muy raro, mejor que le tomen una radiografía”. En la radiografía el médico radiólogo nos dijo y nos mostró la placa donde se ven dos cabezas, “son mellizos”. El Dr. Traverso sonreía al decirnos esto, quizás ya sabía los belenes en los que nos estábamos metiendo.

Un temor me recorrió todo el cuerpo: si nunca he criado un hijo ¿cómo será criar dos al mismo tiempo?

Comenzamos a buscar nombres de varón, ¿qué otra cosa podrían ser? Nuestra vida comenzó a cambiar en ese mismo instante: preparar la cuna para dos bebés, pañales de tela, pupuhuatanas (ombligueros), ropita para dos bebés. En aquel entonces no existían los pañales desechables.

El doctor Achával nos explicó que algunos médicos prefieren decir gemelos univitelinos cuando son gemelos y gemelos bivitelinos cuando son mellizos. Pero nosotros decimos simplemente gemelos cuando tienen una sola placenta, es decir que el óvulo fecundado se dividió en dos, y mellizos cuando cada bebé tiene su propia placenta. Esto ocurre en los casos en que la mamá ovula dos veces, lo cual es raro.

No es enteramente raro si la mamá no tuvo paperas de niña y a Maria Judith le dio de adulta, ya casada, y esto puede ocasionar trastornos en su interior, como en el caso de ella que tuvo una menstruación de quince días.

En realidad los hermanos mellizos pueden ser tan iguales o tan diferentes como cualquier otros dos hermanos que no nacieron juntos. Esto quiere decir que corresponden a dos actos íntimos realizados en momentos diferentes.

Me acuerdo de un caso en los Estados unidos donde un Juez debía asignar la paternidad de dos bebés diferentes que nacieron juntos: uno negro y otro blanco. Los padres reclamantes uno era negro y el otro blanco. El Juez asignó la paternidad del bebé negro al papá negro y la del blanco al papá blanco. Ni Salomón con toda su sabiduría podía haberlo hecho mejor. Bien por el Juez. Pero esto refuerza lo manifestado en el párrafo anterior.

Los nombres de varón que preparamos se perdieron en algún rincón de nuestra vida porque nacieron dos mellicitas. Tan preciosas que a donde iban llamaban la atención de propios y extraños.

Mi esposa me dijo “Justamente al más creído de los hombres tenía que tocarle tener hijas mellizas. En verdad que mi esposa me conocía muy bien.

Las mellizas son muy competitivas entre sí aún en el vientre materno: Durante el trabajo de parto el doctor Achával me decía que ya uno se colocó en posición, en el canal de parto, pero al cabo de un rato dijo que el otro lo ha desplazado y tomado su lugar, y así todo el tiempo, se colocaba uno y luego el otro lo desbancaba.

Tener hijas mellizas puede ser extenuante y complicado pero es hermosa la vida con ellas y todo lo doy por bien justificado. Valen la pena. Valen un Perú.

Tenían 7 años cuando Claudia nos dijo que en el colegio todos las llaman mellizas y no querían que nosotros las llamáramos así sino a cada una por su nombre.

Además, a los 8 años nos dijeron que ya no querían que las vistiéramos igual, que les compráramos ropa diferente para cada una.

Como a cada una les dábamos su asignación semanal: 5 soles. Este dinero es para que cada una decida qué hacer, gastarlo en lo que quisieran. Todos sus compañeros consumían en el quiosco del colegio. Ellas preferían ahorrarlo y cada dos semanas se compraban un par de zapatos. Primero se los ponía una de ellas y la semana siguiente la otra. Es decir, que cada una podía vestirse y calzarse diferente todo el tiempo y de ese modo cada una tenía su propia identidad. En otras palabras, ellas nos enseñaron a criar hijas mellizas.

Fueron competitivas hasta que tuvieron uso de razón, entonces les expliqué las reglas:

            «En mi familia se pelean entre hermanos todos contra todos, en lo único que están unidos es en odiarme a mí. Pero en la familia del gordo Acosta, mi Asistente en la Cervecería Backus, toda su familia es muy unida y hacen las cosas a una sola voz. Esto quiere decir que es posible tener una familia unida no solamente por lazos de sangre sino, y sobre todo, por el amor. De manera que ustedes tienen que aprender a resolver sus problemas entre ustedes, sin pelear. Si yo intervengo, no voy a entrar como padre justiciero para dar la razón a una y castigar a la otra; si yo intervengo voy a entrar como padre castigador y voy a castigar a todo el mundo».

Lo cierto es que jamás las he tenido que castigar y ellas, las hermanas, aprendieron desde pequeñas a ser muy unidas y lo son aún, incluyendo a sus esposos e hijas.

Nuestras mellicitas Lisa y Cisa

 

177 EL PARTO

“El parto humano, también llamado nacimiento, es la culminación del embarazo humano hasta el período de la salida del bebé del útero. La edad de un individuo se define por este suceso. Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en el cuello uterino”.

            Fuente: Wikipedia La enciclopedia libre

Tenía 7 años de edad cuando al despertarme en la mañana radiante de Iquitos, la empleada no me dejaba salir de mi cama, sosteniendo firmemente la juntura del mosquitero. Tampoco me decía lo que estaba pasando y yo escuchaba voces  en la habitación que me hacían pensar que algo estaba sucediendo.

Cuando al fin me dejaron salir pude ver que mi mamá tenía en sus brazos a mi hermano Enrique que acababa de nacer. Junto a ellos estaba la Partera, dama profesional que se diferencia de las comadronas en que vestía blusa blanca y falda negra, usaba lentes y tenía un maletín de cuero negro igual al que utilizaban todos los médicos en ese entonces.

Estaba también una vecina llamada Elsa, muy apreciada por mis padres y a quien empezaron a llamar “comadre”.

Alguna vez pregunté a mi mamá por qué era comadre la señora Elsa, me dijo: “Es madrina de pupo”. Es decir, era la persona invitada por mis padres para cortar el cordón umbilical de mi hermano Enrique. Pupo, palabra loretana derivada del quechua pupu que significa ombligo.

Pedro, César y Mónica nacieron en el Hospital Iquitos.

En una oportunidad me tocó observar cómo la gente ayudaba a una joven parturienta que llegaba de la chacra por el río Amazonas. Gritaba a más no poder. Una señora ya adulta, seguramente con varios hijos a cuestas, torció los labios en señal de desaprobación y restando total importancia a los gritos de la joven dijo con tono de sabelotodo “Primeriza es”.

Debe ser cierto que una mujer primeriza grita pero más que todo de miedo, pues la señora Natividad Flores me dijo que dio a luz a su tercer hijo en la huerta cuando estaba cultivando. Cuando llegó su esposo con los trabajadores ya había nacido el niño. Llamaron a la comadrona solamente para cortar el ombligo y lavar al bebé. No hacía falta más.

Cuando nacieron mis hijas mellizas, Luisa y Claudia, el trabajo de parto comenzó a las 6 de la mañana. El doctor Ángel Achával Silva estaba preocupado porque la dilatación no pasaba de 4 cm y para un alumbramiento se requiere 10 cm. Finalmente a la media noche el doctor me dijo:

  • “Jorge, vamos a llevar a Judith a la sala de Operaciones para hacerle una Cesárea porque no dilata más y ya ha pasado muchas horas en trabajo de parto”.

Mi amada esposa me tenía firmemente cogido de la mano, apretándome con fuerza como echándome la culpa de lo que le estaba pasando. Pregunté:

  • “¿Doctor, puedo entrar?”.
  • “Mira, Jorge, una cesárea es una operación muy aparatosa y no sería bueno que entres”

Y nacieron las mellizas poco después de la media noche, un 30 de abril, en la Clínica Marín de Iquitos.

Cuando debía nacer nuestro hijo varón, falleció 15 días antes de nacer, en el vientre materno. Tuvieron que hacerle cesárea, porque tampoco dilató, para extraerle el óbito fetal en la Clínica Marín de Iquitos. La atendió el Dr. Alba.

Cuando le tocó el turno a Charito ya sabíamos que tenía que nacer por cesárea. Tampoco me dejaron entrar al quirófano en la Clínica San Felipe de Jesús María en Lima.

En resumen, jamás vi un parto, ni de mi mamá ni los de mi esposa. En el de mi mamá porque era muy niño y en los de mi esposa porque no se permitía a los esposos estar en la sala de parto.

Hoy en día se considera muy importante la presencia durante el parto, natural o cesárea, del esposo, un familiar o una amiga para alivio y control del dolor durante el trabajo de parto y el parto mismo porque se considera beneficioso para la dama que va a dar a luz. Finalmente cambiaron los conceptos de los médicos pues ahora somos una ayuda y nos necesitan.

Mi amada esposa embarazada de las mellizas