Ya dije, más de una vez, que nuestras primeras hijas son mellizas, Luisa y Claudia, y la última, Charito, era nueve años menor. Entonces también sus estudios tenían un tremendo desfase.
Luisa estudiaba Estomatología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y estaba, entonces, cursando el Tercer Año de Facultad.
Sucedió que asistíamos a una fiesta en casa de nuestros entrañables amigos la familia Espejo. También dije que en dichas fiestas todos bailamos, nadie se quedaba sin mover el esqueleto.
Ocurre que con bastante frecuencia, mientras bailamos acostumbramos conversar para ponernos al día. La fiesta estaba bien animada y lo disfrutábamos grandemente.
Mientras ejecutábamos los pasos de baile de moda, alcancé a escuchar una conversación. Un joven bailaba con Luisa y le decía:
Tú estás en Tercer Año.
Sí.
Entonces tu hermanita está en Cuarto.
Sí, mi hermanita está en Cuarto.
Mientras hablaba el joven señalaba a Charito, la menor, quién en verdad estaba en Cuarto Año, pero de Secundaria. Y la confusión del joven se debió, más que todo al hecho de que a pesar de ser la menor, Charito es más alta y tiene más cuerpo que Luisa, aparte que estaba con tacones altos.
Luisa miró a Charito y asintió:
Sí, mi hermanita está en Cuarto.
Pero no quiso aclararle que estaba en Cuarto de Secundaria y siguió gozando de la música pegajosa que estaban bailando.
A pesar de que Leroy Jethro Gibbs, personaje principal de la Serie de Televisión NCIS, afirme que las coincidencias no existen, a veces ocurre que en la vida real sí se dan las coincidencias, como en este caso.
Si ven muchos enemigos ¡A correr! Si ven pocos ¡Esconderse! Si no hay enemigos ¡Fuego hasta morir!
Este chiste nos contaba el Capitán Fernández en el centro de reclutas II CIR de Chorrillos.
EL BRASILEÑO
Caminaba por la espesura de la selva un soldado brasileño explorador, cuando sintió que le sujetaban de la camisa por detrás. Muerto de miedo, pensaba que un soldado paraguayo lo había sorprendido, le rogó por su vida:
Desha, desha paraguaio. Tenho mulher e muitos filos para criar. (Deja, deja paraguayo. Yo tengo mujer y muchos hijos que criar).
Pero viendo que no había reacción por parte del enemigo, se animó a mirar de reojo para atrás y se dio cuenta que una espina de limón le había enganchado la camisa del uniforme. Furioso por haber sentido tanto miedo le gritó:
Oh inferno, você é apenas um espinho de limão. Se você fosse paraguaio, eu teria matado você. (Oh diablos, eres solamente una espina de limón. Si hubieras sido un paraguayo, yo te hubiera matado).
Este episodio me contaba mi papá en Iquitos, él era veterano del Ejército Peruano, como una anécdota de la guerra por lo cual debemos estar siempre alertas y explorar en patrulla, no en solitario. Se trata de la Guerra de la Triple Alianza: Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay, en 1864. Tres potencias militares y económicas contra un pequeño país de valientes. Se dice que más de la mitad de los combatientes que cayeron eran mujeres y niños.
GOLPE MILITAR EN EL PERÚ
El miércoles 18 de julio de 1962, a las 9 de la noche, se escuchó un toque de corneta por demás inusual. Nunca antes lo había escuchado y nunca más después. Era el Toque de Generala. El Sargento Huaranga, jefe de la Batería de Central de Tiro en el Cuartel GAC “Coronel Bolognesi” de Pueblo Libre, nos despertó a gritos:
¡Levantarse! ¡Llamada de Tropa con Armas!
Es posible que haya habido comunicación con el Comando de nuestra unidad porque nos ordenaron acostarnos vestidos, con las botas puestas y nuestro FAL a la mano.
Cada hombre tiene un puesto previamente asignado y debes ir a la carrera a ocuparlo de inmediato. Salí corriendo y subí al Quinto Torreón, el soldado que estaba de Guardia salió de inmediato para correr a su puesto designado.
Luego me relevaron de mi puesto porque me habían designado para integrar la Patrulla de Ronda. Salíamos a patrullar pues nos decían que debemos proteger la torre de agua potable de posibles ataques de sediciosos.
Los oficiales usaban un dispositivo de comunicación totalmente novedoso, le llamaban Walkie-Talkie, un aparato de unos 30 cm de largo y una antena de 50 cm. Era extremadamente novedoso que nunca antes lo habían usado, se les notaba porque hablaban a gritos:
¡Aquí águila 1 a control, diga que tal me escucha, cambio!
Al día siguiente nos enteramos por el televisor del patio que “los militares habían dado un golpe de estado al Presidente de la República Manuel Prado Ugarteche”.
La Junta Militar de Gobierno estaba conformado por el General de División EP Ricardo Pérez Godoy (Presidente de la Junta Militar), General de División EP Nicolás Lindley López (Ministro de Guerra), Teniente General FAP Pedro Vargas Prada (Ministro de Aviación) y Vicealmirante AP Juan Francisco Torres Matos (Ministro de Marina).
Dos días después fuimos con Uniforme de Gala a la Plaza de Armas, a la Ceremonia de Reconocimiento de la Junta Militar de Gobierno. Fue la única vez que vi esto en mi vida. Todas las unidades militares estaban presentes con sus respectivas Banda de Músicos y todas las bandas tocaban en perfecta armonía al mismo tiempo: El toque Llamada de Honor, Marcha Redoblada, Marcha de Banderas, el Himno Nacional del Perú.
El golpe se produjo por las denuncias de fraude electoral y solamente estuvo un año en que convocaron a elecciones con un nuevo estatuto.
Desde muy pequeña mi nieta Andrea Canaval ha mostrado gusto por la actuación y se involucraba en todos los eventos del colegio.
En el Nido “Mi pequeña Casita” en toda actividad escolar ella participaba y nos invitaban a los padres y abuelos como espectadores. En el Nivel del Nido de 3 años Andrea actuaba en dos números siempre y la Miss estaba contenta. Pero ocurrió que en el Nido de 4 años le tocó una Miss alta, flaca y seca, malagracia. Andrea le dijo que ella está acostumbrada a hacer dos números pero la maestra dijo que no, solamente le daba un número para actuar.
Cuando su papá vino a ver la exposición de sus trabajos, se paró al lado de la Miss y Andrea dijo, para sí misma, pero la escuché clarito:
Ah, pero mi papá es más alto.
Definitivamente la Miss de 4 años no le cayó bien a mi nieta.
En el Nido de 5 años, la Miss que le tocó era muy trabajadora e hizo buenas migas con la niña y le daba dos números en todas las actuaciones.
Al pasar al Nivel de Primaria sus padres la matricularon en el Colegio San José de Cluny donde estuvo toda su etapa escolar. Se necesita recomendación para lograr matricularse en este Centro Educativo.
Andrea ha participado en todos los eventos escolares que realiza el colegio y ha ganado muchos premios, diplomas y medallas porque no ha habido una sola actividad en la que no hubiera participado, incluyendo eventos deportivos, danzas folclóricas, diseños, danzas, declamación y el Desfile Escolar por Fiestas Patrias.
En los Juegos Florales del Colegio obtuvo el Primer puesto en Cultura General y en Declamación.
En todas sus actuaciones su abuelita Judith Alva, Maestra, le enseñaba la entonación y los gestos correctos. Andrea misma buscaba y escogía los temas para declamar.
En el 6º Grado de Primaria, 2014, se anotó en los Juegos Florales para declamar las Reflexiones de Facundo Cabral, un conjunto de máximas que están desperdigados e hizo una recopilación que resulta un texto extenso y se lo aprendió de memoria.
Pero hubo un problema, la Miss no le dijo que tenía que llevar el texto impreso en limpio. Tenía el texto impreso pero estaba doblado (es su método de aprender algo, repasa una parte hasta aprenderlo de memoria, luego avanza con la siguiente parte también doblada).
De haberlo sabido nosotros lo hubiéramos imprimido en pergamino con letras góticas y puesto en una carpeta forrada en cuero. Todo lo hacíamos por nuestra nieta.
Fue una declamación brillante y sobresaliente pero no ganó el primer puesto en los Juegos Florales por la omisión mencionada. La madre Amelia, la Directora, se dio cuenta del hecho pero no quiso contravenir la decisión del Jurado. Pero para ella Andrea debió ser la ganadora, como todos los años.
Una semana después el colegio San José de Cluny recibió la visita de la Superiora Provincial, sor Virginia, y la madre Directora encontró la manera de resaltar los méritos de Andrea: La invitó a declamar ante la Superiora Provincial como un justo homenaje a mi nieta. Invitó no a la ganadora sino a la “verdadera” ganadora de los Juegos Florales – Declamación.
Misteriosos son los caminos del Señor.
Andrea, la verdadera ganadora fue reconocida por la Madre Directora
En la Cervecería Backus y Johnston S.A., nos enteramos que se había realizado un convenio con la ENIT (Escuela Nacional de Ingeniería Técnica) para recibir practicantes en las diferentes áreas de la empresa. Muchos fueron contratados como Tecnólogos porque ese era su nivel académico.
En el área de Control de Calidad vino a trabajar un joven delgado con ropa entallada y un corte de pelo estilo militar y que se parecía vagamente al Señor Spock.
El señor Spock es uno de los personajes más entrañables, al igual que el Capitán Kirk, de la serie de televisión Star Trek. Había muchos fanáticos de esta serie.
De manera que inmediatamente le denominaron señor Spock a Eduardo Araníbar y, tal parece que el tal nombrecito le agradó y se llamaba a sí mismo Spock.
En una oportunidad le envié a la Bodega para realizar algunas mediciones, premunido de chompa y casaca de cuero que en las bodegas de una cervecería hace frío intenso, dos grados bajo cero, y desde la Bodega de Gobierno me llamó por el teléfono interno al Laboratorio de Embotellamiento para informarme:
Ingeniero Suárez, habla Spock.
Dime Eduardo.
Acaban de llenar un tanque de cerveza, lo voy a medir de una vez.
De acuerdo, Eduardo. Mídelo.
Cuando se llena un tanque de cerveza en la Bodega de Gobierno, se trata de un tanque de cerveza refinada, listo para ser enviado al Salón de Embotellamiento, por lo tanto, el Departamento de Control de Calidad debe conocer todas sus características técnicas para poder autorizar su envasado.
Básicamente estas características son: contenido de aire (0.5% o menor de oxígeno), contenido de gas carbónico (.500 a .540%) y tomar una muestra para determinar en el Laboratorio, la turbidez y el extracto que nos permitirá conocer la brillantez de la cerveza y que el contenido de alcohol sea el permitido por las leyes del Perú.
Spock realmente parecía de otro mundo, algunos decían que era de Vulcano, pero resistía el frío como pocos y era incansable. Terminada la jornada de trabajo iba al Sporting Cristal a jugar fútbol o fulbito. Algunos simplemente le decían Marciano.
De pronto ingresó a la Universidad Federico Villarreal y estudió los 5 años reglamentarios para graduarse de Ingeniero Industrial. Es el único Tecnólogo de la ENIT que se graduó y no necesitó de la gracia de la UNI y San Marcos para ello.
Durante 5 años trabajó en el turno de noche (11 pm a 7 am). Como los turnos de trabajo deben rotar cada mes, él cambiaba su turno por el tercero, de amanecida. Solamente un marciano podía hacerlo, que Ingeniería nunca fue fácil.
Él me explicó:
Salgo del trabajo a las 7 de la mañana, llego a mi casa, tomo mi desayuno y me echo a dormir hasta las 2 de la tarde. Almuerzo y voy a la universidad hasta las 10 de la noche. A esa hora vengo a la fábrica y llego a tiempo para comenzar el tercer turno.
Fue a España, becado para estudiar Cervecería y regresó casado con una española que, seguramente, también era recia como él.
Como dije, solamente un marciano podía hacerlo y eso era el señor Spock o Eduardo Araníbar. Me alegra mucho haberlo conocido y ser su amigo.
Cuando lean mis libros En Nuestra Selva o Nuestro Amor se darán cuenta que en la casa de mi enamorada Maria Judith Alva Rivera, hoy mi amada esposa por más de cincuenta años, son de poco comer. Comen muy poco y todos eran flacos. Les gusta comer, sí, sobre todo las cosas regionales: majáz, sajino, motelo, paiche, carachama, boquichico, pijuayo, aguaje, humarí, etc., pero comen poco. Yo era el único tragón.
Pero cuando se trata de pollo a la brasa, doña Judith no para mientes. Se lo come todo. Desde que lo inventaron y lo pusieron en Iquitos, fue su plato preferido por excelencia.
En cierta oportunidad mi Aseguradora de Pensiones Mapfre nos invitó, al asegurado y su esposa, a la Granja Villa de Chorrillos para celebrar Fiestas Patrias. Nos sirvieron medio pollo a la brasa con harta papa frita y bastante chicha morada. Yo el pollo a la brasa lo como por amor a esta extraordinaria mujer, de manera que solamente comí un cuarto. Judith se comió su medio pollo y el cuarto mío. Las damas pidieron más papas y más chicha y se los dieron. Mapfre nos trató siempre bien. Mi esposa que come poco no parecía hartarse.
Pero las leyes en el Perú cambiaron y ahora el que quiere se inscribe en una AFP o en el Fondo Nacional de Pensiones. La ignorancia o la avaricia propició estos cambios. Mapfre ya nunca más nos invita nada.
Dicen que cuando una chica es criada junto con varios hermanos varones, come tanto como los varones porque no quiere quedarse atrás. En consecuencia es tragona.
Otras veces simplemente come abundantemente porque le gusta comer y tiene con qué.
Con ocasión de la operación de mi hermana Mónica, pedí a su colega, vecina y amiga, a quien llaman en el barrio de Iquitos, “La viuda”, para que donara sangre. De inmediato aceptó pues eran bastante amigas y compañeras de juerga. En Lima continuaron su amistad. Luego de la donación de sangre, es costumbre convidar a la donante una bebida, principalmente un jugo de frutas enriquecido, pero la viuda me dijo que prefería un caldo de gallina. Eran las 11 de la mañana y frente al Hospital Rebagliati existen varios restaurantes.
Entramos a un restaurante y le pregunté, más que todo por diplomacia:
¿Estás segura que puedes con un caldo de gallina?
Y me falta todavía.
El caldo de gallina en Lima lo sirven con una presa grande de gallina, un huevo duro entero, una papa entera y harto tallarín. Al final resulta en una sopa de 1 litro. Sorprendido por su respuesta pedí dos caldos de gallina. Pero no pude terminarlo, apenas llegué a tomar un tercio del plato, que era un platón.
La viuda se tomó todo su plato. Increíble. Me contó que con su hija, adolescente, toman cada una un plato de caldo de gallina y quedan contentas. La viuda es gruesa pero su hija es delgada y comen igual.
En mi casa, tres hijas mujeres, las mayores, mellizas, comían en el desayuno lo mismo que yo, calentado, tacu tacu, bistec o sánguche de asado o jamón y queso. Excepto la menor, Charito, quien jamás tomaba desayuno.
Pero una noche escuché ruidos en la cocina a las 11 de la noche, bajé sigilosamente y encontré a Charito, de 4 años friendo fariña en una sartén. Para alcanzar a la altura de la cocina a gas había puesto una caja vacía de cerveza, volteada y se había subido sobre ella.
¿Por qué no me dijiste?
Tenía hambre, papá.
A pesar de haber nacido en Lima, Charito ama todas las cosas de la Selva, de donde somos oriundos todos los demás. La fariña es el alimento fundamental en la dieta loretana y es el subproducto residual de la fabricación del almidón de yuca, tostado.
Cuando hice dieta para bajar de peso, llegué a comer tan poco que Luisa dijo:
Mi papá come tan poco que nos hace sentir vergüenza.
Siempre estábamos a la caza de algún lugar donde comer cosas especiales. En el Centro de Lima, frente al Mercado Central había un chifa, el único en Lima, que vendía comida china en menú al escoger: todo estaba a la vista y pedías lo que querías. Periódicamente hacíamos excursiones al Centro para disfrutar de éste chifa. Al final resultó que el chifa era del tío de Sandra Chau, compañera de estudios de Luisa en la UPCH. Ahora ambas son Odontólogas.
En la calle Huancavelica, por donde está la Reniec, había una tienda que vendía antojitos chinos, muy agradables. Igualmente lo visitábamos toda la familia.
También encontramos un chifa que vendía menú en la calle Grau, en Magdalena, en la esquina de la heladería Speciale.
Años después descubrimos un chifa que vendía menú en la Av. Universitaria, frente a la Feria Internacional del Pacífico, y Charito llenaba la camioneta con sus compañeros de estudios de la PUCP para ir a almorzar puesto que un menú chifa es “contundente”, mucho más que la comida en la universidad.
Nos llena de satisfacción cuando alguien que estimas y aprecias y, sobre todo, que amas, disfruta la comida como tú. Es una bendición.
Por la Plazuela de San Agustín, en el jirón Camaná, en el Cercado de Lima, había una juguería muy especial.
Paseando por el Centro con mi enamorada Maria Judith Alva Rivera, descubrimos esta juguería y nos encantó su producto.
Cada que coincidíamos en nuestro viaje a la Capital, vivíamos en Iquitos, nos gustaba pasear por el Centro visitando Iglesias antiguas, las cuales resaltaban por su arquitectura singular y las historias que de ellas se contaba. También recorríamos museos y casas históricas.
En suma, realizábamos lo que hacen los enamorados, pasear cogidos de la mano. Dichosos tiempos en el que no te asaltaban a cada paso como ahora.
Esta juguería era única en todo el país. De hecho, había juguerías por todo lima, principalmente en los mercados y algunos restaurantes, pero en aquellos tiempos una licuadora no era un artefacto electrodoméstico. He visto una licuadora con un enorme motor que transmitía movimiento a la licuadora por una faja de transmisión. Debía costar mucho dinero, además de lo aparatoso de su tamaño y peso.
Pero la juguería que menciono, ni siquiera recuerdo si tenía nombre el local, no nos servía frutas con agua y azúcar, sino jugo de pura fruta, sin agua ni azúcar agregados.
En verdad parece que utilizaban extractores únicos en el país. Muchos años después llegarían las licuadoras y los extractores electrodomésticos.
Podías pedir, mango (nuestro preferido), uva, pera, manzana, tuna, etc. Siempre que veníamos a Lima hacíamos una parada en ese lugar para deleitarnos con nuestro jugo especial.
Cuando llegamos a vivir con nuestras hijas, paseábamos por el Centro pero ellas eran más de visitar tiendas Monterrey, tiendas Tía, Oechsle o Sears. En tiendas Tía hacíamos un alto en la jornada para atiborrarnos con un buen lonche. Era el preferido de ellas.
En un lugar cerrado de la tienda, al ingresar te entregaban una boleta donde estaban escritos cantidades en soles y centavos, cuando cogías lo que deseabas comer, la chica que atendía marcaba en tu ficha el valor. Al salir la cajera sumaba el total y pagabas. Todas las viandas estaban a la vista y tomabas lo que te atraía por su aroma o por su forma.
También visitábamos con ellas las Iglesias y museos, pero preferían visitar tiendas para mirar novedades y hacer sus pedidos para la próxima visita.
No hay nada como pasear con la familia, pero no dura mucho. Pronto tendrán compromisos del colegio o la universidad y ya no puedes contar con tenerlas a todas juntas todo el tiempo. Luego el matrimonio y con pandemia de por medio ya ni nos vemos en persona. Pero felizmente todos estamos con buena salud, algunos ya vacunados y otros en espera, pero todos felices, contentos y agradecidos por la vida y la salud.