164 EL QUE GANA PIERDE

No bien habíamos aprendido a jugar “Damas” cuando Arturo Chumbe Mori, un chico de nuestro barrio nos vino con:

  • Jugamos Damas, el que gana pierde y el que pierde gana”.

            Las damas es un juego de mesa para dos personas en un tablero de 64 cuadros. El juego consiste en mover las fichas en diagonal sobre los cuadros negros con el objetivo de comer las piezas del contrario saltando sobre ellas.

            Cada jugador dispone de 12 fichas de un mismo color situadas en las casillas negras más próximas a éste. El objetivo del juego es capturar las fichas del oponente o acorralarlas para que no puedan realizar movimientos.

Fuente: Mini Damas, disponible en https://www.minidamas.com/

El nuevo juego consistía en colocar nuestras fichas delante de las del contrario para hacer que el contrincante se “coma” nuestras fichas. Es obligatorio comer una ficha delante del nuestro. De manera que nuestra fácil entrega le hacía ganar a nuestro adversario, con lo cual perdía la partida. Un juego zonzo pero muy divertido y cuánto más trataba de zafarse más fácil le poníamos nuestras fichas.

Esto viene a colación pues es el motivo perfecto para contar una historia de nuestra niñez.

Allá, en la lejana ciudad de Iquitos, capital del Departamento de Loreto, los sábados por la noche, el Mercado del Sacha Chorro se convertía en un Coliseo de Box. Retiraban todas las mesas del Mercado y ponían en el centro un ring de box.

Mi papá solía llevarme para espectar estas impresionantes peleas. Había algunos boxeadores ya conocidos y algunas veces llegaban de la Capital boxeadores famosos.

Había un boxeador Néstor Luna a quien siempre le sangraba la nariz. Los mayores decían que se debía a que era narizón y para ser boxeador debes ser “ñato”.

Recuerdo vivamente una oportunidad en que faltó a la cita un boxeador importante para el último preliminar (antes del match de fondo). Era un verdadero problema y no habían previsto ningún suplente, de manera que se pusieron a buscar entre los asistentes quien quisiera pelear por una propina con un boxeador ya cuajado.

Encontraron a un joven delgado, parecía que venía de la chacra. El cholito cayó simpático a los asistentes y estábamos a la expectativa sobre qué papel iba a hacer el novato.

El cholito, posiblemente chacarero y probablemente cazador, se calzó los guantes y de entrada le encajó al boxeador profesional un “machetazo” en la región costal que fue sancionado de inmediato por ser un golpe anti reglamentario, por el árbitro, el popular “Shiruy”.

Shiruy era un ex jugador de fútbol de Primera División hasta que le rompieron la pierna, tibia y peroné, por lo cual devino en árbitro de fútbol y árbitro de box. Era famoso don Hermógenes Arévalo, más conocido como Shiruy.

El shiruy es un pez de cocha, parecido a la carachama. Conocemos la diferencia entre pez de mar y pez de río, pero en la Selva hay una significativa diferencia entre pez de río y pez de cocha. La cocha es una laguna pequeña, muchas veces temporal. Algunos peces sólo habitan en cochas, no en ríos.

Toda la pelea fue una seguidilla de machetazos con la izquierda y con la derecha que el cholito era ambidiestro, y también una seguidilla de pitazos del árbitro que sancionaba cada golpe por “ilegal”.

Terminada la pelea los cuatro jueces le dieron la victoria al profesional que terminó vapuleado y nunca pudo soltar un solo golpe. Ganó solamente por límite de faltas del novato quien definitivamente ganó la pelea: el que gana, pierde, y el que pierde, gana.

Apenas se supo el resultado el público ovacionó al joven chacarero y lanzaron monedas al ring y algunos importantes pusieron billetes en la trusa del joven, lo cual me entusiasmó sobre manera porque había visto una pelea excepcional, donde el público eligió a su propio ganador. A mi manera de ver, el cholito sabía pelear, no boxear. Posiblemente nunca ha rehuido ni perdido una pelea, es lo que ocurre cuando peleas por tu vida.

El juego de damas

 

163 NAVIDAD EN CONWAY

Una buena película que merece verla, sobre todo por el hermoso mensaje que conlleva.

Conway es una pequeña ciudad del Estado de Carolina del Sur en Estados Unidos y allí ocurre esta historia plena de amor  y de esperanza, de esperanza que se agota minuto a minuto.

Tres son las películas que me han agradado porque son un canto al amor y me han impactado al punto de escribir  una reseña sobre cada una de ellas: Up una aventura de altura, donde Carl en el momento que quiere abandonar la aventura mira una vez más el álbum de Ellie y se entera que ella le ha dejado un pedido (una orden) de vivir una nueva aventura  y entonces se lanza  en una cruzada temeraria para rescatar a Kevin el ave especial  de manos del malvado Charles Muntz, otrora el héroe idealizado por ellos cuando eran niños. Diario de una pasión donde los jóvenes se aman tanto que al final de sus vidas Dios los lleva juntos a la eternidad, y esta cinta que me enternece sobremanera, Navidad en Conway.

Navidad en Conway es, pues, una película de amor y esperanza.

Suzy Mayor sufre de cáncer terminal por lo que regresa a su casa a pasar sus últimos días con su esposo Duncan Mayor, atendida las 24 horas del día por la Enfermera Natalie Springer.

Todos los vecinos conocen a Suzy como un alma generosa, amable con todo el mundo, en cambio a su esposo Duncan se le conoce como un cascarrabias, sin embargo con su esposa es sumamente cariñoso. Tommy Harris es un joven paisajista que se siente en deuda con Suzy porque le arregló su vida y trata siempre de traerle alguna fruta o plantitas y flores, pero sobre todo saludarla. Pero cuando aparece el esposo sale disparado porque Duncan lo corretea, lo aborrece a más no poder.

Natalie que conoce el dolor se prodiga en cuidados y atención no solamente con Suzy sino también con Duncan:

El sufrimiento de Duncan es muy profundo, no sabe cómo prepararse al fallecimiento de su esposa: “No sé qué voy a hacer sin ella”, pero Natalie le responde: “Vivir lo mejor que pueda. Ella siempre estará a su lado, y usted lo sabe”.

Duncan Mayor quiere hacer cuanto sea posible para que su amada se sienta bien. Piensa que el mejor regalo que podría alegrarla sería construir en su propio patio una Rueda de la Fortuna o Rueda de Chicago, de segunda. ¿Por qué esta idea? Porque hace muchas lunas en un carrito de una Rueda de Chicago le pidió en matrimonio. Su memoria le trae recuerdos hermosos de esa maravillosa noche mágica en la Feria.

Pero ¿Dónde conseguir una Rueda de la Fortuna de segunda? ¿Y cómo levantar una rueda de 45 pies de alto en su patio?

Andando por los exteriores de la ciudad en su camioneta encuentra un depósito que fue un antiguo Parque de Diversiones. Su dueño es Henry, más malhumorado que Duncan y que se niega tajantemente a venderlo. Trata de convencerlo con su drama pero el resultado es peor:

  • Mi esposa se está muriendo.
  • La mía está muerta.

Duncan  le trae una máquina de soldar  moderna  con lo cual consigue convencer a Henry para que le ceda la rueda con todos sus accesorios.

Pronto se da cuenta que  no es tarea para un solo hombre por lo que acepta a regañadientes la ayuda desinteresada que le brinda Tommy. Hasta que hay un contratiempo que hace resurgir el odio de Duncan por Tommy:

  • Nada de lo que hagas va a cambiar el hecho de que seas un ladrón. Tú deberías estar en la cárcel.
  • ¡Ah! ¿Usted quiere que yo esté en la cárcel? ¿Quiere saber por qué  no fui a la cárcel? ¿Quiere saberlo? Porque su esposa, esa maravillosa mujer, me defendió, me perdonó y me dijo que confiara en mí. Lamento mucho que esté enferma, pero no es mi culpa, tampoco es culpa de usted.

Desde entonces se llevan bien, pero deben lidiar con otra situación. La vecina Gayle Mathews  ganaba todos los años el concurso de jardines decorados por Navidad. El trabajo lo hacía Tommy el paisajista. Pero esta vecina resentía que los señores del jurado querían ver más bien la colosal maquinaria que se estaba levantando al lado en vez de su dichoso jardín, y decide evitarlo a toda costa involucrando incluso a la Fiscalía.

El Sherif Charlie es el hermano de Duncan y lo protegía siempre pero no puede hacer nada con la orden de restricción de la Fiscalía. Entonces Melanie, la Enfermera ve junto al teléfono la factura y el teléfono de Henry. Le cuenta en forma escueta la situación y Henry se presenta con todo su personal  a montar la noria. Antes de que pudieran reaccionar ya estaba montada y funcionando la dichosa máquina con la sorpresa y la alegría de los vecinos incluyendo los jurados de jardines decorados y la propia detractora Gayle y el mismo Sherif que había venido con personal para desarmarlo, pues Henry no es empático con las autoridades.

Aparece Duncan cargando en brazos a Suzy que estaba sorprendida porque no sabía lo que había estado tramando su esposo Duncan y le pide que la baje, que desea llegar a la noria caminando aunque sea con dificultad.

Es sorprendente como cambia el paisaje, el humor de los asistentes ante la enorme noria con luces y sonidos. Duncan y Suzy dan el play de honor, viajando solos en una góndola como lo hicieron hace muchos años.

Justo entonces comienza a nevar con lo que aumenta la alegría y la felicidad pues es noche de Navidad. Tal parece que para los gringos, sin nieve no hay Navidad.  Y esta fue la mejor Navidad en mucho tiempo en Conway.  Tommy y Natalie tenían un romance escondido, ambos son jóvenes, y en esta noche se besan.

Pese a que los críticos dicen que son actores Hollywoodenses en bajada, la verdad es que  Andy García está grandioso en el papel de Duncan mayor. Marie-Louise Parker es Suzy y Mandy Moore es Natalie.

La película es una hermosa lección de amor que lucha por la felicidad contra todos los obstáculos. Es altamente recomendada.

Imágenes de la película

 

162 EL CAMARÓN

Juan Carlos Vera es compadre de mi hija Charito y en una reunión familiar soltó esta frase que me hizo recordar a mi enorme cámara fotográfica. Muy buena y nos acompañó en los mejores momentos vividos:

Sólo espero que aparezca tu papá con su camarón”.

            Se trataba de la Deluxe Automatic Camera Kit, una cámara analógica de 35 mm con disparador automático y reducción del ojo rojo. Lo compré en el Mercado Central por 40 soles y un trípode por 10 soles. El trípode, después, mi nieta Andrea lo usó como espada en sus juegos imaginarios de espadachines.

El camarón tenía flash obligado, es decir, no había manera de tomar fotos sin el flash. Usa 6 pilas 2A, de manera que para una sesión fotográfica tenía los bolsillos de mi saco llenos de pilas porque solamente resistían 10 fotos cada paquete de pilas. Pero tenía su estuche con una correa para llevarla al hombro y la cámara tenía una vistosa correa para colgarla del cuello. Era una cámara muy linda.

El camarón

En realidad, nuestra vida ha estado ligada todo el tiempo a las cámaras fotográficas.

Mi papá, en Iquitos, tenía una cámara Agfa de fuelle y con esa cámara tomó un millar de fotos, incluyendo su viaje a Lima y el encuentro con su hermano Faustino. La Agfa usaba rollos 120 y no tenía flash.

Cámara Agfa

Lamentablemente cuando pasamos a vivir a la calle Sargento Lores, el comején bajó por el horcón y se metió al aparador y se comió todas las fotos.  Fueron muy pocas las fotos que se pudieron salvar y por partes. Mi mamá lloró por lo que mi papá  buscó otra casa y fuimos a vivir en la calle Tacna. Solo tres meses vivimos en la Sargento Lores y nos arrepentimos para siempre. En la calle Tacna estuvimos 7 años y finalmente pasamos a la calle Pablo Rosell hasta hoy.

He tenido cámaras Kodak de 120 y de 127, inclusive una cámara curiosa Micro Camera 110. El cartucho de 110 se monta sobre el extraño artefacto y el visor es solamente un retículo por el que se mira.

Cámaras Kodak

Micro Cámera 110

Cuando fui universitario me conseguí una cámara Leica, alemana, reputada como la mejor del mundo. Cámara mecánica de 35 mm con fotómetro y telémetro incorporado y disparador automático. No me duró mucho, se cayó al Amazonas.

Cámara Leica

En Lima compré una cámara Zorki, rusa, copia fiel de la Leica alemana. Duró menos: un domingo salimos toda la familia al Parque de Las Leyendas. Al llegar al parque pregunté por la cámara y mi hija me dijo “lo dejé en la reja del edificio”. Volvimos a toda máquina a nuestro edificio en la Avenida Manco Cápac y no lo encontramos. En un lugar donde te roban las medias sin sacarte los zapatos era punto menos que imposible encontrarlo.

Cámara Zorki

Conseguí entonces una Olympus Pen, de 35 mm. Buena compañera.

Cámara Olympus Pen

Mi hija Claudia estudiaba Diseño Gráfico en la PUCP y me dijo que necesitaba una cámara “Pink Floyd” para sus clases de fotografía. La cámara es solamente una doble caja de cartón de 8 x 10 x 12 cm, una caja metida en la otra, con el interior pintado de negro. En uno de los lados, al centro, se le hace un orificio pequeño.

En el cuarto oscuro abre la caja y coloca en el extremo opuesto al orificio un negativo de 6 x 9 sujeto con cinta scotch. Pone la tapa de la caja, con un dedo cubre el orificio convertido en objetivo y sale del cuarto oscuro a buscar una “victima” para tomarle la foto, generalmente su amigo Pepe. Quita el dedo, cuenta uno, dos tres y lo vuelve a tapar con el dedo y regresa al cuarto oscuro a revelar la foto.

Esto es verdaderamente el fundamento de la fotografía.

Cámara Pink Floyd

Luego tuvimos que comprarle una cámara analógica mecánica porque como artista debía regular y experimentar el tiempo de exposición y la intensidad de luz que impresiona la película. Compramos en Polvos Azules una Asahi Pentax K1000 de 35 mm. Aún tenemos esta cámara, guardada en el olvido.

Cámara Asahi Pentax

Llegó el tiempo de las cámaras digitales y adquirí primero una cámara Sony de 7.2 megapixeles con 2 pilas recargables 2A. Pero a mi hija Charito, al parecer, no le gustó y me compró una Panasonic Lumix DMC-S5 de 16.1 megapixeles con batería recargable y es la que estamos utilizando en la actualidad.

Cámara Sony Cámara Panasonic

A través de la historia de nuestra vida tengo miles de fotos recogidas en 15 álbumes. Además otra cantidad parecida recogida en archivos digitales. Es desde siempre una afición, amén que soy diplomado en Fotografía por Difusora Panamericana en Argentina, por correspondencia. Dice el diploma que es en Nueva York, pero jamás escribí a Nueva York, solamente a Argentina.

Una anécdota viene a mi memoria, estaba en Iquitos y mi hermana Mary Wilma había desfilado por Fiestas patrias con un atuendo especial (la Brigada) y quise hacer gala de mi reciente conocimiento: una toma contra el sol de medio día. En ese entonces era una “herejía” tomar una foto contra el sol. Todo el mundo lo sabía y me decían: “Oye no va a salir, estás contra el sol”, “estás contra el sol compadre”, “estás haciendo una burrada, todo el mundo sabe que no se toma una foto contra el sol”. He resumido los más elegantes y discretos. Pero tomé la foto y salió maravillosa. Lo que nos enseñan en Difusora Panamericana es que si tapas del sol al lente de la cámara puedes tomar fotos contra el sol. Puedes usar un paraguas, una revista o hasta la mano haciendo sombra sobre el lente. Pero yo usé la mole del obelisco del “soldado con cólico” en la Plaza de Armas de Iquitos. Es maravilloso saber y para eso debes estudiar.

Tuve buenos maestros en Difusora Panamericana y los cursos son muy didácticos y   fáciles de aprender y llevar a la práctica.

Diploma de Difusora Panamericana

 

 

 

 

 

161 LA EDUCACIÓN NO PRESENCIAL

Quienes están diciendo que la Educación No Presencial es buena, no tienen tres años de edad ni tampoco tienen hijos de tres años de edad. Entre ellos el Ministro de Educación y sus adláteres.

Puede ser aceptada por los estudiantes que ya han asistido al Colegio y tienen experiencia con sistemas educativos, que han interactuado con sus compañeros de Salón y están acostumbrados al rigor y la disciplina que imparten los profesores.

Pero un niño que tenía que asistir por primera vez al Nido Escolar simplemente no va a comprender jamás que está siendo “educado” en su casa.

Por más que sus padres se esmeren en habilitar una habitación con apariencia de Aula Escolar y le “enseñen” materias que les iban a dar en el Nido Escolar, no van a ser comprendidos.

La primera necesidad del novel estudiante es justamente el separarse de sus padres. Esta separación es la primera experiencia educativa que no podrá nunca ser reemplazada por más buena voluntad que se tenga, porque en casa están todo el tiempo sus padres quienes se esfuerzan pero no podrán jamás reemplazar la interacción con un elemento extraño en su vida, llamado Profesor o, como se estila mucho actualmente, la Miss.

En la casa no están 15 niños de diferentes carismas y diferentes caracteres y, sobre todo, diferentes habilidades, por lo tanto no va a tener esa experiencia de conocerlos. Interactuar en persona es muy diferente a verlos en una pantalla del televisor o de una Tablet. La tecnología es buena pero no va a reemplazar a las personas, ni aún si el robot baila cumbia.

Nunca entenderá el fenómeno del tiempo en función de la hora para impartir las materias porque en casa no le damos importancia para el aprendizaje, solamente para tomar los alimentos y, especialmente, para no toparnos con los temibles atrapatontos que, como el tunche, salen de noche. Para eso sí sirven.

La educación es tan valiosa y muy importante en la vida y la formación académica de las personas como para dejarlas en manos de elementos sin ninguna preparación ni carisma. La Educación No presencial no es buena.

Se hace entonces necesario establecer una forma para que nuestros niños puedan asistir al Nido en vez de andar diciendo “que aprendan en su casa”. Con esto solo podrán llegar a ser ministros de educación y eso no es bueno.

Las imágenes son propiedad de Paula Mezarina de La Cueva

 

160 BIEN BRUTO

Esta historia lo representaron en una Velada Literario Musical de nuestro colegio en Iquitos los alumnos de Quinto Año. Me hizo mucha gracia y nunca lo he olvidado.

Suena el teléfono de la habitación del hotel a las tres de la madrugada:

  • Aló ¿Patrón? Habla el capataz de la hacienda.
  • Aló Carmelo ¿Pasó algo?
  • No, nada grave Patrón, solo quería avisarle que su lorito se murió.
  • ¿Mi lorito?
  • Si Patrón, se murió su lorito por comer carne en mal estado.
  • ¿Y quién le dio carne en mal estado?
  • Nadie Patrón, el loro se la comió de uno de los caballos que estaban muertos.
  • ¿Caballos? ¿Cuáles caballos?
  • Dos de sus pura sangre se murieron tanto cargar agua.
  • ¿Y para que cargaban agua?
  • Para apagar el incendio.
  • ¿Incendio? ¿Cuál incendio?
  • Se quemó su casa Patrón por una vela que se cayó junto a la cortina.
  • ¿Y por qué encendieron una vela?
  • Patroncito era una vela del velorio.
  • ¿Velorio? ¿Cuál velorio?
  • De su mamá Patrón. Patroncito su mamá llegó sin avisar y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón.
  • Noo… no puede ser, so pedazo de bruto.
  • Bueno Patrón no exagere. ¿Tanto escándalo por un lorito?

 

159 EL JUANE

El Juane es uno de los principales platos típicos de la gastronomía de la selva peruana, consumido y presentado con mayor frecuencia durante la fiesta de San Juan que se celebra el 24 de junio de cada año.

 

Fuente: DePeru.com

 

No solamente es el plato típico por excelencia sino que es también un potaje ancestral y su origen se pierde en los confines de la historia. No faltan mentecatos que desconocen la mecánica lingüística  y la formación de la tradición que han llegado a decir que el juane representa la cabeza del santo Patrono de la Selva Amazónica. Nada más absurdo. No celebramos las atrocidades cometidas.

El Juane simplemente tiene esa forma de cabeza estrecha y cuerpo abultado porque es así más fácil acumular una cantidad grande de juanes: Unos cabeza arriba, asentados en la bandeja y los otros cabeza abajo para utilizar mejor el espacio. Es además abultado el cuerpo del juane por la cantidad de ingredientes que contiene: presa de gallina, huevo duro entero, aceitunas grandes enteras, encerradas en una buena cantidad de masa de arroz aglutinado por una gran cantidad de huevo crudo en su preparación que  nos permite coger con la mano una porción de arroz sin que se deshaga.

De hecho en la Fiesta de San Juan (pueden ver mi libro “En nuestra Selva”) es cuando más se consume, pero se puede encontrar todo el año, habiendo locales conocidos por la excelencia de sus juanes. No es fácil su preparación y no puedes preparar uno o dos juanes, por ello es mejor adquirir un juane cuando se tiene el antojo, en los locales recomendados para su venta.

Hace muchos años una amiga limeña hizo un paseo por la selva y me dijo que en Pucallpa comió juane a cincuenta centavos. Evidentemente no llegó a degustar un buen juane, solamente un “juguete”. Pero dijo que estaba agradable. En fin.

En Iquitos todas las familias preparan juane para la celebración de San Juan y se acompaña con chicha fresca de maíz. Era tradición que  a la vecina de ambos lados de tu casa le brindabas uno de tus juanes y ellas también te retribuían con uno suyo. En la casa entonces degustábamos el juane de la vecina de este lado y luego el juane de la vecina del otro lado.

Hay quienes tienen debilidad por una presa determinada, por lo que se acostumbraba poner una seña: una cinta roja o azul para señalar que ese es el juane que tiene su presa predilecta.

Soy buen pobre, como de todo, sea cual fuera la presa. Pero a la señora Juana Venegas de Herbozo, Directora y dueña de la Escuela Práctica, y comadre de mis padres, le agradaba una presa en especial: la rabadilla. Decía a mi mamá que los muchos juanes que le regalaban las madres de familia, los enviaba a sus hijas, pero la que le daba mi mamá sí lo comía con deleite. Mi mamá sentía orgullo de conocer cuál era su presa favorita.

Otro tema a tomar en cuenta es el condimento utilizado: unos emplean palillo otros emplean achiote y ambos sabores son diferentes.

Mi esposa nos dio la sorpresa, de no haber cocinado nunca en su casa, pues como Normalista era la señorita de salón: nunca entra a la cocina. Pero estando en Lima, lejos de nuestro terruño, yo de Iquitos y ella de Requena, nos dijo un día que va a preparar juane. Le dije que no es sencillo. Muchas veces vi a mi mamá preparar y es muy laborioso.

  • No debe ser muy difícil” – dijo – “Recuerdo como preparaba mi mamá y así lo voy a hacer”.

La verdad, no parece que haya visto mucho a su mamá prepararlo, habida cuenta que se pasó la vida en el Internado de las Monjas. Pero sí era muy intuitiva. Logró preparar los mejores juanes de la historia y su fama atraía a los amigos y familiares.

No pertenecía ni a la escuela del palillo ni a la escuela del achiote: Ella preparaba el juane con salsa de tomate y obtuvo así los juanes más extraordinarios y únicos.

Mi  hija Charito me dice que en ningún lugar encuentra un juane como lo hacía su mamá. Le expliqué que era un caso sui generis, imposible de encontrar en otro lugar.

Pese a lo difícil de su elaboración, ella lo hacía fácil, de manera que cuanta votación se realizaba en Lima, teníamos juane para no cocinar ese día. Muchas veces fuimos miembros de Mesa, Presidentes u otros miembros y allí se hacía presente el juane de la Abue.

El hermano de mi esposa, Noé Alva Rivera, dentista Graduado de Odontología de San Marcos, murió en la tragedia del Estadio nacional. Su Promoción nos invitó a la celebración de las Bodas de Plata, donde la nombraron Miembro de Número de la Promoción. Ella no pudo contener la emoción e invitó a toda la Promoción a almorzar  en nuestra casa.

Siempre he apoyado a esta noble mujer y más aún en este compromiso: Inchicapic de gallina y Juane. Ella todo lo hacía fácil.

Ahora que ella ya no puede preparar nada, para San Juan compramos los juanes a mi cuñada Nancy o vamos al Mercado de Magdalena, porque la celebración de la Fiesta de San Juan es parte de nuestra vida, así como de nuestros yernos y nietas y todos los 24 de junio aprovechamos para darnos ese gusto sabor a tradición y sabor a familia.

La elaboración de la chicha fresca de maíz corre por mi cuenta, así como la tan afamada “7Raíces” que son una verdadera delicia.

            San Juan Bautista – La voz que grita en el desierto.