La Escuela Regional de Bellas Artes “Víctor Morey” de Iquitos era parte de un proyecto para desarrollar el aspecto cultural de la Región Amazónica en función de las artes.
Así, además de Bellas Artes, había la Escuela Regional de Música con una sección de Ballet.
La Escuela de Bellas Artes funcionaba en los altos de la Casa Achong, en la esquina de las calles Napo con Antonio Raimondi. Tenía suficiente espacio para aulas y talleres y se podía desarrollar nuestra labor con total comodidad, a pesar de ser un local bastante antiguo. Todo era de madera.
Alumnas de Bellas Artes en la Dirección Regional de Educación de Loreto, la Casa Achong y el Antiguo Palacio Municipal de Maynas, contiguo
Su nombre hace referencia a un artista loretano Víctor Morey Peña, poeta y pintor reconocido a nivel nacional e internacional. Proveniente de una familia de armadores, dueños de lanchas que hacían cabotaje por los ríos de la selva. Curiosamente su hija se llama Selva Morey y era la secretaria de la Escuela de Bellas Artes.
El Director era Ángel Chávez, de quien se decía que solamente exponía sus cuadros en Estados Unidos pues nunca vimos en Iquitos una Exposición suya.
Tenía dos secciones: Sección Artística y la Sección Normal. Para la sección Normal se requería Quinto de Secundaria pues egresaban con el Título Profesional de Profesor de Artes Plásticas.
Había un profesor de Dibujo Técnico y Perspectiva que no tenía ningún título y ni siquiera tenía Secundaria. Los alumnos lo hicieron renunciar.
La mayoría de los alumnos de la Sección Normal eran Profesores de profesión, de manera que era para ellos fácil hacerse con un segundo Título. Mi esposa entre ellos.
María Judith Alva Rivera era Normalista graduada el año de 1961 en la Escuela Normal del Sagrado Corazón de Iquitos y Profesora de Artes Plásticas graduada en 1974 en la Escuela Regional de Bellas Artes de Iquitos, con dos hijas mellizas que criar.
Entre los profesores había una gama muy variada: el Profesor de Tallado era conocido como Capa Blanca, así se llamaba su programa radial del medio día en la que hacía denuncias, sobre todo referidas a la corrupción oficial. Acostumbraba despedirse al terminar su programa con una voz ronca con la frase
- Me voy, porque a lo mejor hoy me toca…
Marco tallado en clase por mi esposa Judith Alva
Capa Blanca tenía su ebanistería en la Avenida Grau y sus alumnos solían ir a visitarlo ahí.
El Profesor de modelado en arcilla era un señor mayor que vivía en el malecón, frente a donde ahora está el Mirador Cuadrado.
El Profesor de Pintura Humberto Morey Alejo pintaba únicamente ramas entrelazadas como barrotes de una cárcel imaginaria. Era muy amigo de los alumnos y los demás profesores y era, además, multifacético. Formaba parte del Grupo Cultural Bubinzana y daba shows gratuitos de Teatro de Títeres en las zonas marginales de la ciudad. Tuvimos oportunidad de verlo en acción, sorprendidos por su enorme cantidad de energía. Era uno de los miembros más importantes de la Escuela, después del Director.
Llegaron de Huánuco dos profesores en una motocicleta. Yando Ríos y Enrique Solórzano, profesores de Pintura y Escultura.
Yando sorprendía con su versatilidad y no solamente usaba óleo o acuarela, pintaba con añil y hasta con Nescafé usando las manos. Decía que cualquier cosa servía para hacer arte. Había estudiado un año en la Escuela de Bellas Artes de Lima.
Solórzano tenía Primer Año de Arquitectura en la Universidad de San Marcos en Lima, pero era un buen escultor. Al parecer se dedicó a este arte en su tierra, Huánuco.
Encontré una referencia sobre Yando en el libro “Ayahuasca de la Selva su Espíritu: Técnica Aborigen del Autoconocimiento” Por Iturriaga Alfredo, Rivera Ronald
Capítulo V
Arte con ayahuasca
Pucallpa vio nacer a Yando Ríos Valderrama (1940), hijo del reconocido chamán ayahuasquero Don Hildebrando Ríos. Yando estudió en la escuela de Bellas Artes de Lima y reside en EEUU desde la década de los 70. Las pinturas de Yando empezaron siendo paisajistas, luego se mostraron abstractas y posteriormente empezaron a exhibir un grafismo mágico expresionista, con líneas fuertes y colorido vital. El pintor loretano Gino Ceccarelli resalta que “Yando se aventuró por la realización de una pintura onírica que entrelaza el mito y la realidad, y deja a veces el pincel para pintar con los dedos y las manos”.
Yando vino a Iquitos con su mujer, una persona humilde, posiblemente nativa. De repente apareció una “gringa” que todo lo fotografiaba y se enamoró de Yando, hasta ahora no sé si de él o de su arte, pero nos decía que ella puede hacer de Yando un gran artista en los Estados Unidos, con implicancias internacionales. Habló con la esposa e hicieron un arreglo económico y se llevó a Yando. Nunca más supimos de él.
El Director Ángel Chávez hizo un convenio con la Escuela Normal Superior de Varones, en las afueras de Iquitos, para dar cursos de Arte. Nos encomendó junto a Yando y Solórzano para enseñar Dibujo Técnico, pintura y escultura, como actividad extracurricular de la Escuela Normal.
Comenzamos los cursos pero el primer día no les permitieron el ingreso a Yando y Solórzano porque no estaban “bien vestidos”. La Escuela Normal intentaba dar una imagen no solamente de gran capacidad intelectual sino también de buena presentación al alumnado que, como se puede suponer, ya no son precisamente niños. Querían formar adultos responsables. Fue una buena experiencia para todos, profesores, profesores invitados y alumnos.
Los Normalistas tenían intensa actividad artística, guiados por sus profesores de la Normal se les vio muchas veces decorando la ciudad con motivos navideños o difundiendo técnicas artísticas inusuales, como derramar chorros de pintura esmalte de diferentes colores en una bandeja con agua y aplicando una cartulina que salía cual “pintura de Pollock”. También organizaban exposiciones artísticas en la Sociedad de Beneficencia Española que estaba en la Plaza de Armas, junto al Casino Militar.
Exposición artística organizada por los alumnos de la Escuela Normal Superior de Varones
Solórzano se unió con la alumna de Bellas Artes Nancy Dantas Sibina, hoy en día ella es una artista de reconocido prestigio en el mundo del arte, pero de Solórzano no encontré ninguna referencia en ninguna parte, y ambos eran mis amigos.
Que no todos viven o pueden vivir del arte es una terrible realidad en el Perú y Loreto no es la excepción. Encontré a un exalumno mío en el Aeropuerto “Alberto Secada” de Iquitos, de una manera inesperada: Estaba trabajando como Ingeniero Químico en la Cervecería Backus en Lima y cada año visitábamos Iquitos durante las vacaciones de fin de año. Mis hijas en vacaciones del Colegio, mi esposa de Directora del CE 1119 de La Victoria y yo de las «Guardias» en la cervecería. Visitábamos a la mamá de mi esposa, doña Natividad Rivera Pérez.
En esta oportunidad viajaba con un barrilito de Cerveza Cristal, pero una mala operación de los despachadores del Aeropuerto de Lima hizo que dejaran en Pucallpa el barrilito, de manera que llegué a Iquitos sin mi cerveza. Y la cosa era complicada porque este vuelo era con escala en Pucallpa, a la ida y al regreso, pero el del día siguiente era un vuelo directo Lima – Iquitos.
Estaba pensativo, mirando al infinito cuando sentí que me hablaban
- Profesor, Profesor Suárez – Al darme vuelta me encontré con mi exalumno de Bellas Artes
- Hola ¿Estás paseando? ¿Qué hace aquí?
- Trabajo aquí, en el Aeropuerto, Profesor. Trabajo en la Cabina de Radio del Aeropuerto – Dios hace las cosas de manera que entendamos que nunca nos abandona
Le expliqué mi problema: Mi barril de cerveza que venía conmigo se quedó en Pucallpa y el avión que viene mañana viene directo, ya no va a pasar por Pucallpa.
- No hay problema, Profesor. Ahorita mismo aviso por radio para que embarquen el barril en el avión que está yendo a Pucallpa para que lo lleven a Lima y mañana lo envíen en el Primer vuelo que viene directo a Iquitos.
Una suerte total, porque la cerveza que traía era sin pasteurizar y solamente puede estar fuera del frío veinticuatro horas. Ventajas de trabajar en la Cervecería. De esa manera, gracias a que mi exalumno de Bellas Artes estaba trabajando, “ganándose los frejoles”, en el Aeropuerto, pude mostrar a mis amigos la suculencia de una cerveza sin pasteurizar. Hasta mi suegra que era ya de avanzada edad dijo
- Quiero probar lo que hace mi yerno
La felicidad completa, la familia, los amigos y mi cerveza.
En la Escuela de Bellas Artes todos los alumnos debían posar como modelos para que sus compañeros puedan plasmar sus rasgos en el cuadro, tanto en Dibujo al carboncillo como en Pintura al óleo, así como en la escultura en yeso, modelado previamente en arcilla.
Para otros menesteres la Escuela tenía Modelos, una señora y un niño adolescente. Y para los alumnos avanzados, Cuarto y Quinto Año, tenía Modelos desnudos, que, decían, el Director las conseguía en alguno de esos lugares especiales.
Tenía yo a mi cargo dos materias: Dibujo Técnico y Perspectiva. Desarrollé mucha inventiva y creatividad e incitaba a los alumnos a seguir esa senda para que pudieran alcanzar su propio camino en el mundo del arte. Espero sinceramente que lo hayan logrado.
Algunas veces departíamos profesores y alumnos en reuniones y fiestas muy animadas.
Fiesta de Profesores y alumnos de Bellas Artes
La Sección Normal fue eliminada porque el Ministerio de Educación dictó un Decreto normando las características de la Dirección. Para tener una Sección de Nivel Superior, el Director debe tener un Título Profesional, y el Director Chávez no tenía ninguno, de manera que el camino más fácil era eliminar la Sección Normal y seguir de Director.
Uno de mis alumnos fue Leonardo Rodríguez Pulido, Profesor de Ballet en la Escuela Regional de Música. Lo encontré en Lima dedicado al mundo del Ballet en el Teatro Segura y a la grabación de música en casetes, especialmente música clásica, a pedido.
La alumna Judith Alva en una Práctica de Pintura en Itaya