77 MAPFRE

Llegó el tiempo de mi jubilación. En realidad “jubilación Anticipada” puesto que pese a haber ganado el Concurso de Plazas docentes, al director de la Use de San Borja no le dio la gana de darnos los nombramientos a los dos Ingenieros Químicos, especializados en Informática, para Profesores de Computación.

Difícil seguir cotizando mes a mes las cuotas  para la AFP sin un trabajo seguro y de acuerdo a las leyes de aquel entonces hubiera tenido que cotizar hasta el año 2009, cuando cumpliría 65 años de edad.

Decidida la situación solicité mi jubilación anticipada en la AFP Unión, que pertenecía a la Cervecería Backus de donde había sido despedido, sin más ni más.

La AFP Unión convocó a licitación mi Fondo de Pensiones a nivel nacional.

Se presentaron en mi domicilio todos los agentes de las empresas aseguradoras de pensión existentes en ese entonces. Todos me presentaban folios y más folios con números, tablas estadísticas mostrando los millones y billones que tenían las entidades mayores que las patrocinaban y apoyaban. Me aburrían realmente.

Finalmente me decidí por Mapfre, y es la empresa aseguradora que me paga mi pensión mes a mes.

De todas las aseguradoras que habían visitado y que no habían ganado la buena pro, solamente el agente de Interbank vino a verme. Quería saber cuál había sido el motivo determinante para haberme decidido por Mapfre. No me fue difícil explicárselo.

Mira, ve. Todos ustedes vienen y me muestran toda su ingente riqueza patrimonial, sabiendo que nada de eso me va a tocar. Páginas y páginas de datos  y números. Yo soy Ingeniero, entiendo  y me aburro con todo eso que ustedes consideran lo más importante, las demás personas que no tiene este nivel, menos van a entenderlo.

Me decidí por Mapfre porque la joven que vino a verme me obsequió una revista de su empresa con imágenes de cómo ellos tratan a sus afiliados. El año anterior llevaron a sus afiliados con sus cónyuges a un paseo campestre y regalaron a todos ellos unas casacas cortaviento. Me pareció muy lindo que alguien se preocupe por las personas no por el dinero de nuestro fondo de pensiones.

El agente se sorprendió mucho de que a ellos no se les hubiera ocurrido nada de eso. Ellos tenían por seguro que los pensionistas apreciaríamos sus billones y no es así. Preferimos el calor humano.

Y las invitaciones eran para dos, el primer año fui con mi esposa para Fiestas Patrias a un paseo campestre en la Granja Villa donde  nos sirvieron medio pollo a la leña por persona con harta papa frita que repitieron porque los asistentes dijeron que querían más papas fritas. Desde que se inventó el pollo a la brasa mi esposa se declaró fanática. Ella se comió su medio pollo y la mitad del mío. Yo no como mucho, y el pollo a la brasa lo aprendí a comer porque me enamoré de ella, mi esposa. Luego el sorteo de electrodomésticos, televisores, microondas, cocinas y refrigeradoras. Baile con orquesta. Vamos, un fiestón memorable, y al final no regalaron unas chalinas de alpaca que los tengo guardados como recuerdo.

Para Navidad fuimos con mi hija Charito a un concierto de Orquesta de Cámara en vivo en el Auditorio del Colegio Raimondi, amenizado con abundante  buffet.

En la siguiente vez fue almuerzo en el Brisas del Titicaca con un show espectacular y finalmente una cena navideña en un casino de Miraflores.

Y paramos de contar porque cambiaron las leyes en el Perú y el fondo nacional de pensiones que debía desaparecer para que todos los trabajadores se puedan afiliar a una AFP, fue reactivado y entonces los trabajadores pueden optar por el fondo nacional o una AFP.

Entonces las previsiones que habían calculado las AFP se fueron al tacho y Mapfre se limita a solamente pagarnos puntualmente nuestra pensión. Ya no hay invitaciones ni regalos. Qué pena que en el país existan políticos que jamás amaron al Perú.

76 LA ASISTENCIA PÚBLICA

En inglés, ER significa emergency room, lo cual se traduce al castellano como sala de urgencias.           Fue una serie médico estadounidense emitido por la cadena NBC.

ER sigue la vida profesional y personal de los doctores y enfermeras de la sala de urgencias del ficticio Hospital County General del condado de Cook, Chicago, Illinois.

Fuente: Wikipedia La enciclopedia independiente.

Nos acostumbramos a ver cómo en esta serie los doctores y enfermeras y paramédicos corren para atender a las personas que requieren una atención de urgencia para salvarles la vida. Nada es más falso en nuestra realidad.

Nuestra realidad es triste porque el personal de los nosocomios de emergencia es por demás indolente e irresponsable. Se podría pensar que la Asistencia Pública es la antesala del infierno, pero no, es el infierno mismo.

Mi pequeña hija se atragantó con un trozo de manzana y se estaba poniendo morada, mi esposa salió a la calle cargándola y tomó un taxi, el taxista le dijo a la Asistencia pública que está en la avenida Grau. Vivíamos en la Plaza Manco Cápac.

En la Asistencia Pública nadie las atendió por lo que mi esposa salió y tomó otro taxi y le dijo que la llevara a la Alameda de los Descalzos en el Rímac, al Centro Médico de la Cervecería Backus. El chofer viendo la gravedad de la situación a la vez que aceleró le dijo

  • Señora, métale el dedo en la garganta y sáquele lo que tiene ahí

Mi esposa así lo hizo y le extrajo dos trozos de manzana y la bebé pudo respirar y llorar y cuando llegaron al Centro Médico “Esther Grande de Bentín”, aquí sí las enfermeras, técnicas y médicos corrieron para atenderlas con total y encomiable solicitud.

La jefa de Enfermeras me llamó a la Cervecería y me avisó. Fui corriendo y pude constatar que mi bebita estaba bien, bien atendida y mi esposa tranquila. Para ella la recomendación que le gritó el taxista fue lo que salvó la vida de mi hijita. El esfuerzo del personal de esta clínica es y ha sido altamente eficiente. De la indolencia de la Asistencia Pública es mejor no hablar.

Sara Cortez, amiga y compañera de estudios de mi hija Claudia en la Facultad de Artes Plásticas de la PUCP, tiene un hermano, Javier Cortez, que es médico de Emergencias de un Hospital local. Dice mi hija que el doctor Javier se mataba de risa cuando veían la eficiencia con que en la serie de televisión acudían todos para atender a los heridos que “necesitaban” atención de urgencia, porque en el Perú nadie hace eso: nadie corre, nadie se interesa por los heridos ni se preocupan por su atención. Llegaste herido, paga en ventanilla por tu atención y luego espera a ver si alguien viene, si es que viene, para atenderte.

El director de la USE de San Borja me birló mi nombramiento que había ganado por concurso para profesor de computación. Acudí al Ministerio de Educación en San Borja y nadie me atendió. Al bajar las escaleras, las habían encerado, no las habían secado ni habían puesto ningún aviso de ¡CUIDADO!  Y me resbalé por toda la larga escalera golpeándome la cara en los laterales de la escalera.

Las personas que hacían trámites acudieron para decirme que no me moviera que ya llamaron a la doctora del Departamento Médico del Ministerio. Cuando vino la doctora, vio mi mal estado de salud y solamente atinó a llamar una ambulancia y “despacharme” a la Asistencia Pública, ahora le llaman Hospital de Urgencias “Casimiro Ulloa”.

La doctora había llamado a mi hija Claudia, a su trabajo. Había yo llegado a las 10 am al hospital y a las 11 que llegó mi hija nadie me había atendido. A una monja que se había acercado a mi camilla le pedí un vaso de agua. Se fue la monja, y 15 minutos después cuando volvió a pasar por mi lado, me dijo: “Si quiere que le traiga un vaso de agua, debe usted darme un vaso”. Es difícil pensar que la religiosa se olvidó las Sagradas Escrituras «Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa» (Mateo 10,42)

Me dijo mi hija que debíamos ir mejor a la Clínica González en Lince, tienen Emergencia y sus precios son módicos.

Si la gente del Casimiro Ulloa son indolentes e incapaces para atender a los heridos son, en cambio, bravos y feroces para soltar un paciente. No querían dejarnos salir. Mi hija tuvo que gritar y amenazar con denunciarlos para que acepten mi salida, no sin antes firmar un libro de renuncia a la atención. ¿Atención? Suena curioso.

Me dijo mi hija Claudia que había allí un señor que tuvo un accidente con vidrios, quizás una borrachera, que había llegado a las 8 am y a las 11 seguía allí con los vidrios clavados en su cabeza. Nadie lo atendía. La verdad es que era un día tranquilo con muy pocas personas que atender, pero igual, nadie atendía. Verdaderamente incapaces en toda su extensión.

En la Clínica Gonzáles me atendieron de inmediato y pude regresar a mi casa a descansar y olvidarme de mi nombramiento ganado por Concurso de Plazas a nivel Nacional. Me sacaron sangre negra de dos hematomas en los pómulos, de uno 2 centímetros cúbicos y del otro 3 centímetros cúbicos.

Mi cara parecía haber sido aporreado por Cassius Clay o George Foreman, o ambos a la vez. Mi hija Charito me recomendó que no diga nada del accidente sino, más bien, que diga que “el otro quedó peor que yo”. La autoestima por delante.

Hospital de Emergencias

75 NOTAS DE HUMOR 3

ANTES DE LA NOCHE DE BODAS

Antes de la Noche de Bodas, la hija le pregunta a la madre:

  • Mamá, ¿tú podrías enseñarme a mantener satisfecho a mi marido?
  • Pues hija – le contesta la señora un poco ruborizada – resulta que cuando dos personas se quieren, hacer el amor es el acto más natural y maravilloso del mundo.
  • Mamá, eso ya lo sé; lo que necesito aprender es a cocinar.

EN SOMALIA

En Somalia, iba un panecillo corriendo como loco, hecho una bala. Corría porque lo iban persiguiendo como 200 somalíes. Iba tan rápido que hasta el migajón se le iba desprendiendo. De repente, sudando, dobla en una esquina a la derecha y se encuentra a un filete tomando el sol, y le dice:

  • ¡Levántate, córrele que nos comen! – Y el filete le contesta:
  • Córrele tú, que a mí ni me conocen.

Un panecillo corriendo

HOSPITAL INFANTIL

Una señora marca un número telefónico y pregunta:

  • Aló, ¿El Hospital Infantil?
  • Ti, ¿Qué le lele?

Médico infantil

ENCUESTA DE LA ONU

La ONU acaba de finalizar la encuesta más grande de su historia. La pregunta fue:

“POR FAVOR DIGA HONESTAMENTE ¿QUÉ OPINA DE LA ESCASEZ DE ALIMENTOS EN EL RESTO DEL MUNDO?”

Los resultados no han podido ser más desalentadores:

  1. Los europeos no entendieron qué significaba ESCASEZ.
  2. Los africanos, en general, no sabían qué eran ALIMENTOS.
  3. Los argentinos no entendieron que quería decir POR FAVOR.
  4. Los gringos preguntaban qué significa EL RESTO DEL MUNDO.
  5. Los cubanos pedían que les explicaran qué significaba QUÉ OPINA.
  6. En México el Congreso hasta hoy debate sobre qué quiere decir HONESTAMENTE.

CUESTIÓN DE INTERESES

George W. Bush y Tony Blair están en una cena en la Casa Blanca. Un invitado se acerca a ellos y les pregunta:

  • ¿Qué están hablando de forma tan animada?
  • Estamos haciendo planes para la Tercera Guerra Mundial – dice Bush.
  • Guau – dice el invitado – ¿Y cuáles son esos planes?
  • Vamos a matar 14 millones de musulmanes y 1 dentista – contesta Bush.
  • El invitado parece confundido. ¿Un dentista? – dice – ¿Por qué un dentista?
  • Blair le da una palmada en la espalda a Bush y dice – ¿Qué te dije? Nadie va a preguntar por los musulmanes.

10 COSAS QUE LOS HOMBRES SABEN SOBRE LAS MUJERES

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  9. Tienen nalgas
  10. Tienen senos

74 LA ESCUELA PRÁCTICA

Estudiábamos en la “Escuela Práctica”, un colegio particular de Primer Grado que estaba ubicada a la vuelta de mi casa, razón por la cual nunca llegué tarde. Era nuestra vida en la ciudad de Iquitos, capital de la Provincia de Maynas y del Departamento de Loreto.

En aquel entonces el Sistema Educativo en el Perú designaba Primer Grado  a la Educación primaria correspondiente al Primero, Segundo y Tercer año de Primaria.

Existía un nivel previo que no era obligatorio pues en tu casa podían enseñarte tus padres a leer y escribir, se llamaba Transición o Preparatoria, aunque algunas veces escuché a la señora Juana referirse a ellos como Pre escolar. Pero los chicos de la escuela le decíamos simplemente “Prepasho”, en un perfecto lenguaje loretano.

Con el uniforme de Desfile de esa época

El Segundo Grado, Cuarto y Quinto Año de primaria lo hicimos en la Escuela Urbana Prevocacional Nº 161 “Sargento Segundo Fernando Lores Tenazoa”. Colegio estatal.

La Escuela Práctica estaba ubicada en la primera cuadra del Malecón Tarapacá, al lado de la casa de los Hernández, la casa donde fabricaban los más exquisitos arreglos florales con gramalote, visitada por todos los más famosos artistas mexicanos que llegaban a Iquitos.

Las clases como en todos los centros educativos de la localidad eran de 8 a 12 m y de 3 a 5 pm, de lunes a viernes y el sábado de 8 a 12 m. Transición salía siempre a las 11 am.

Su Directora y dueña de la Escuela Práctica era la madrina de mi hermano Enrique y tomaba “pensión” en nuestro Restaurante. Aprovechaba cada situación para corregirnos y darnos lecciones de vida: No se dice mangüa sino mango. No se hace sonar cuando se agita el azúcar en la bebida en la taza de loza con la cucharita. No se sorbe la sopa, no se apoya los codos en la mesa durante la comida. Nunca se lleva el cuchillo a la boca, es mala educación. Y lo que marcó mi vida para siempre, todos los días debemos ir al baño para hacer la deposición, siempre a la misma hora, aunque no tengamos “ganas”: debíamos dar golpes suaves en las rodillas para estimular la función, “y verán que en pocos días se volverá una costumbre que les va a ser muy provechosa para toda su vida”. Y es verdad que lo fue.

La Directora doña Juana Venegas de Herbozo era alta, de carácter fuerte, se había graduado de educadora en la ciudad de Lima y para ello tuvo que trasponer la Cordillera de los Andes a lomo de mula, entonces no existía el avión. Por esta razón, la mayoría de las personas adineradas de Iquitos se educaban en Madrid, Londres o Paris, porque era más fácil embarcarse en un transatlántico en la ciudad de Iquitos, viajar a través del Amazonas y arribar a uno de esos puertos en Europa. Pero la señora Juana logró su cometido, se graduó de Educadora, y volvió de la misma manera para fundar su propia escuela en la ciudad de Iquitos.

De nuestras maestras recuerdo a la señora Emma Zumaeta, de contextura gruesa, carácter agrio y siempre de luto. Cuando cantábamos canciones a la madre en su día.

“Donde estás madrecita de mi alma

Donde estás, corazón, donde estás”

La señora Emma salía corriendo y llorando hacia la huerta del colegio. Los tres años que estuve en la Escuela Práctica la vi así. Daba pena.

También recuerdo a la señorita Emmita Bardales, hija del Profesor Jorge Bardales, Director de la Escuela de Segundo Grado Nº 161, muy cariñosa y buena gente. Una por dura y mayor, señora Emma, y la otra por joven y cariñosa, señorita Emmita.

En nuestra Primera Comunión

La señorita Ida Campos fue maestra de mi hermano mayor Raúl. En las vacaciones de fin de año, viajando a Yurimaguas para pasar la Navidad con su familia, se hundió la lancha y murió ahogada.

La Señorita Ida Campos

Mi hermano Raúl tenía una compañera de aula, una chinita de 15 años, a quien llamaban simplemente Chong Taipó. Vivía en la calle San Martín tercera cuadra, más allá del “Athletic Club José Pardo”. Una tarde, luego de una agotadora sesión de ejercicios en su casa, tomó baño con agua fría y le dio derrame cerebral. Falleció instantáneamente.

Cuando comencé el Primer año de Educación Primaria, se lo he contado a mis hijas y se lo saben de memoria, mi mamá me lavó las rodillas, usábamos pantalón corto como todos los niños, me dio un cuaderno de cincuenta centavos y un lápiz de cincuenta centavos. Y ese era todo mi “arsenal” educativo. No la tonelada de útiles que ahora se exige a los alumnos de Kinder.

Desfile Escolar

Conforme íbamos avanzando en el nivel educativo avanzaba también la cantidad de útiles, de manera que en el Tercer año ya teníamos varios cuadernos y algunos libros, amén de lápiz bicolor, muy usado en aquel entonces, plumero, tintero, lápices de colores, cuaderno de dibujo Raphael, regla, escuadras, compas, etc.

Había entonces en Prepasho una alumna ya bastante grande, cercana a los 20 años, que, consciente que era bastante mayor para estar en Transición, trataba de aparentar que estaba con los de mayor grado, de manera que llevaba varios legajos, libros y cuadernos usados, quien sabe de dónde los había sacado, pero los muchachos se dieron cuenta “al toque” y la apodaron “Quinto Año”, es decir, que llevaba más cosas que nosotros del Tercer y último Año en la Escuela Práctica. Cuando pasaba por nuestro lado, Transición sale primero, todos los chicos le gritaban “Quinto Año”, “Quinto Año”. Pero ella solamente sonreía, jamás le vi molestarse o avergonzarse de lo que hacía. Era una verdadera mujer. Admiraba su valentía, para decidirse a estudiar a pesar de su edad. Es común que las personas que viven en la chacra, lejos de todo centro poblado, no tienen posibilidades de estudiar. Pero una vez que vienen a la ciudad se dan cuenta que sin estudios no es mucho lo que puedes avanzar en la vida. Y ella decidió estudiar. Bien por ella y por la Escuela Práctica que la recibió sin más ni más.

73 EL INGLÉS

            El inglés es el idioma más aprendido como segunda lengua. Si bien el número de nativos que hablan inglés son entre 300 y 400 millones, el número de personas que lo aprenden como una segunda lengua es el mismo, superando al resto de los idiomas.

Fuente: Sprachcaffe.com

Allá en la lejana Iquitos, bella tierra que me vio nacer, estudiando el Tercer Año de Primaria en la Escuela de Primer Grado Escuela Práctica, un día, la Directora y dueña del colegio, doña Juana Venegas de Herbozo, nos informó que a partir del lunes siguiente tendríamos clases gratuitas de Inglés al final de las clases de la tarde.

Debíamos avisar en nuestra casa que tardaríamos una hora más para regresar al hogar. Que teníamos que comprar un cuaderno de 50 hojas para el curso de Inglés.

Resulta que una “gringa” había venido a vivir en la casa de la Directora, que estaba en la misma escuela, y a manera de compensación se ofreció a dictarnos las clases de Inglés.

Fue el primer contacto directo que tuve con el idioma de los gringos que tanto daba que hacer porque todas las películas, con excepción de las películas mexicanas, eran en inglés con subtítulos en español y era cosa de leer una cosa y escuchar otra diferente porque la traducción lo hacían en México y, ya se sabe, los mexicanos tienen un español muy especial, diferente al español de España y más diferente al español del Perú.

La gringa era una persona no joven pero muy amable y nos agradó a todos los alumnos, chicos y chicas. Daba gusto escucharla pronunciar una y otra vez para que lo aprendamos bien:

Table, chair, copybook, pen, pencil, ink, lesson. Aún no se había inventado el bolígrafo.

Also the numbers: one, two, three, four five, six, seven, eight, nine, ten.

The colors: Black, white, green, yellow, orange, red, pink.

Of course, the verbs: to walk, to run, to eat, to drink, to rain.

Hasta la llegada de la gringa nosotros acudíamos donde doña Leonila, sirvienta, cocinera, ama de llaves, administradora de los Hernández y madre de Guillermo, Ulises y Lucho, para preguntarle sobre los nombres de las personas en inglés. Y aún hasta ahora me sorprende su conocimiento: ¿Luis? Louis, ¿Jorge? George, ¿Carlos? Charles, ¿Pablo? Paul, ¿Pedro? Peter.

Con la gringa se abrió para nosotros un mundo enteramente nuevo que jamás olvidaremos.

En el colegio Secundario teníamos clases de Inglés del Primero al Quinto, con resultados diversos, con bastantes altibajos. Solamente en el Cuarto año, al contestar todas las preguntas en Inglés que hizo el profesor “Borolas” recibí como premio un ticket, una especie de estampilla que era un cupón del International Youth service, una institución sin fines de lucro que trataba de relacionar a jóvenes de todo el mundo para escribir cartas en inglés.

Me tocó Josefa Polfliet de Antwerp (Amberes), Bélgica y durante varios años mantuvimos correspondencia como una manera de practicar nuestro inglés pues en Bélgica hablan el francés y el flamenco. Tenía ella varias amigas deseosas de tener amistad con otras personas, pero casi nadie de mis compañeros quiso participar. Hubo uno, Díaz Aguilar, que se relacionó con una chica de Paris que le dijo que su papá era diplomático y le invitó a visitar Paris con todo pagado, pero él se asustó y dejó de escribirla.

Cuando estuve en el Ejército no pude continuar con la amistad epistolar y dejamos de “vernos”. En la actualidad no la ubico por ningún lado. Supongo que se habría casado y cambiado por ello su apellido.

En la Universidad teníamos un curso de Inglés como parte del currículo de formación, nuestra primera profesora era una gringa ya mayor cuyo único mérito era ser norteamericana, pero nada de docencia y menos superior.

La siguiente profesora fue una dama no agraciada pero muy versada en su tema. Fue una excelente profesora de Inglés y, pese a su apariencia completamente alejada de la impronta norteamericana la llamábamos “la Gringa”, porque precisamente enseñaba Inglés.

Daba mucha importancia a la composición, todo el tiempo debíamos escribir una composición sobre el tema que se nos ocurriera y a mí siempre se me ocurría escribir “about my motorbike”. Al parecer ella nunca se aburrió cuando leía mis peripecias con mi motocicleta, Honda de 125 cc, modelo CKD con dos cilindros, color rojo metálico. Y encendido eléctrico.

En el examen teníamos una conversación personal en inglés y aprobamos con una buena calificación. Me encantaba el Inglés.

Pero nunca fui bueno escuchando. Podía leer en inglés y comprender lo que leía pero no entendía lo que escuchaba, a diferencia de Leopoldo Ríos Castro quien nunca estudió este idioma en ninguna academia pero hablaba, escribía y conversaba en inglés. Aprendió leyendo revistas en inglés que su mamá le traía del Hotel de Turistas donde lavaba ropa.

Cierta vez escuché un tema de los Beatles y le oí cantar

  • ¿Sabes la letra? – le pregunté
  • Por supuesto, es bien fácil – se la sabía de memoria
  • ¿Me lo puedes escribir?

De esa manera tuve un tema que podía cantar, dicen que la mejor manera de aprender el idioma es cantando o viendo las películas sin subtítulos. Aprendí así “Can’t Buy me love”.

Can’t buy me love

En la Cerro de Pasco Corp. En La Oroya, Ricardo Boullosa conversaba en Inglés con los gringos, pero él había estudiado Inglés en el Instituto Ike de Iquitos. Y era el único de todos los Ingenieros del Plan Cerro (20 Ingenieros de todo el país) que hacía eso. Los demás preferíamos hablar en español.

Mi hija Luisa destacó en el idioma Inglés en el Colegio San Norberto en Santa Catalina, La Victoria, y quedó en el Segundo Puesto a Nivel Nacional en el Concurso Interescolar de idioma Inglés. La ceremonia de premiación fue en el Ministerio de Educación, donde le dieron la “Pluma de Plata”. En la Universidad Cayetano Heredia donde se graduó de  Cirujano Dentista no se exige el idioma Inglés para graduarse, por lo cual no necesitó estudiar más Inglés.

En la Universidad Católica sí es obligatorio aprobar los Niveles Básico y Medio (10 cursos) para poder graduarse, pero tienen que estudiar por su cuenta, no forma parte del currículo académico. Mi hija Claudia para graduarse de Diseñadora Gráfica estudió el Inglés en el Instituto de Idiomas de la misma PUCP. En cambio mi hija Charito rompió moldes y estudió el idioma Inglés en el Centro Cultural Británico. La escuché conversar en Inglés con una funcionaria de Estados Unidos. Me pareció agradablemente sorprendente.

Cuando trabajaba en la Cervecería Backus, me enviaron a la Cervecería Garza Blanca de Chiclayo. Viví tres semanas en esta cervecería que queda a 60 km de Chiclayo, y en un cajón del escritorio encontré un libro que lo devoré con especial interés. “The House of the Spirits” by Isabel Allende. Pude así conocer lo más íntimo de la autora, acerca de un tema que nos tocó de cerca, el golpe de estado de Pinochet y sus consecuencias.

The house of the spirits

Lo conté a mis hijas, como todo lo que me pasa, y en aquel entonces Claudia estudiaba Inglés en el Instituto de Idiomas de la PUCP. Claudia le comentó a su profesor de Inglés que su papá había leído «La Casa de los Espíritus» en Inglés. El profesor sorprendido le preguntó

  • ¿Dónde aprendió Inglés tu papá?
  • En ninguna parte, creo que nació sabiendo Inglés.

Considero, de lejos, el mejor homenaje que una hija puede hacer a su padre.

72 EL CHOFER DEL PAPA

Después de meter todo el equipaje del Papa Benedicto en la limusina, el chofer se da cuenta que el Papa aún está parado en el borde de la acera.

El Papa Benedicto XVI

  • Disculpe Su Santidad, dice el conductor, ¿podría por favor tomar asiento y así poder partir?
  • Verás hijo, dice El Papa, la verdad es que nunca me dejaron conducir en el Vaticano cuando fui cardenal, y realmente me gustaría hacerlo hoy.
  • Lo siento Su Santidad, pero no le puedo dejar conducir, perdería mi trabajo… ¿Y qué si pasara algo? – dice el chofer.
  • ¿Quién va a saberlo? Además, podría haber algo extra para ti – dice El Papa, con una sonrisa.

Reacio, el chofer se sienta atrás y el Papa salta al volante. El chofer se arrepiente rápidamente de su decisión cuando, nada más salir del aeropuerto el Pontífice pisa a fondo acelerando la limusina a 180 Km/hora.

  • ¡Por favor reduzca la velocidad Su Santidad! – suplica el preocupado chofer, pero el Papa hunde el pie en el acelerador hasta que se escucha la sirena.
  • ¡Oh, Dios mío, voy a perder mi licencia y mi trabajo! – se lamenta el pobre conductor.

El Papa se detiene a un lado y baja la ventanilla mientras el policía se acerca, pero cuando el policía le echa un vistazo regresa a su motocicleta y llama por radio.

  • ¡Necesito hablar con el jefe!,

El jefe se pone al aparato y el policía le dice que detuvo a una limusina que iba como las balas.

  • Arréstalo, dice el jefe.
  • No creo que podamos hacer eso, él tipo es realmente importante, dice el policía.

Y el jefe exclama,

  • ¡Con más razón!
  • No, realmente es importante, dice el policía con insistencia.

Entonces el jefe pregunta,

  • A quién tienes ahí, al Alcalde?
  • … más alto.
  • Al Gobernador?
  • … más.
  • Caramba – dice el jefe – ¿quién es el tipo?
  • Creo que es Dios…

Desconcertado el jefe le pregunta:

  • ¿Y porque piensas que es Dios?
  • ¡Porque tiene al Papa de chofer!