12 MUCHACHITA VALIENTE

            Tatiana tenía solamente 15 años cuando le tocó enfrentar la prueba más dura que una persona puede soportar.

            Le diagnosticaron un tumor en el cerebro y para extirparlo debían sacarle ambos ojos, pues la operación se haría por esos medios.

            Amaba mucho la vida, tanto que prefirió perder los dos ojos y seguir viviendo pues en su modo de ver, aún no había vivido nada.

            El día de la operación se casaba su hermana mayor y no quiso que lo postergara, que por una situación de ella “sin importancia” su hermana no debía sufrir con ella.

            Fue lo más noble que vi en mi vida, su padre estuvo con ella en la operación y una vez que pasó a Recuperación, Tatiana no quiso que se quedara más y que fuera  a entregar a su otra hija en la Iglesia, que le estarían esperando.

            Se casó su hermana en una bonita ceremonia en la Parroquia Santa María de Jesús en Comas, mi nieta Andrea fue la Damita de Honor quien llevó los aros presidiendo el desfile ceremonial.

            La recuperación de Tatiana fue rápida, dada su juventud y su fuerza invencible para superar las dificultades, hechos que me motivaron a llamarla “Muchachita Valiente”. Sobrenombre que fue muy de su agrado, desde entonces es mi muchachita valiente.

            Pronto aprendió el lenguaje Braille y la Terapia física conjuntamente con el uso de la computadora.

            Tiene su propia cuenta en Facebook y pertenece a una institución de fisioterapia ubicada en Miraflores (Terapeutas invidentes) y su propia página web. Ella misma maneja sus cuentas.

            Está casada y tiene su hijito, es decir, nada la detiene y está lista para afrontar lo que sea que se presente.

            Dios te bendiga muchachita valiente.

Muchachita Valiente

11 NUEVE MESES EN MI VIENTRE

            Mi encantadora amiga Salvith Karen Meléndez Ruiz publicó en su muro, hace algún tiempo, una imagen que contiene un meme:

9 meses en mi vientre,

12 horas de parto,

100 noches sin dormir…

y se parece a su papá.

            Es en realidad el meme preferido de las mujeres, no por el tiempo o el esfuerzo que el asunto conlleva sino porque, al final, sale el niño parecido al papá.

            Como es bastante simplón el asunto no pude resistirme a responder en su muro:

  • Si tienes suerte se va a parecer a su papá.

            Me parece que no comprendió del todo mi comentario porque  respondió algo azorada:

  • Gracias, por la parte que a mí me toca.

            Es por eso que el Chavo del Ocho siempre dice “Tómalo por el lado amable”.

            De todas maneras Salvith es una buena amiga y toda una dama incapaz de contestar con una grosería. Por eso continué mi comentario:

  • Mi sobrino Pepe y su esposa Chabelita tienen el cabello negro, pero el abuelo es “colorado” y el hijo les salió extremadamente rubio, tanto que Chabelita se tuvo que teñir el pelo de rubio para evitar que sus compañeros se sigan burlando de Pepito.

            Mi amiga se serenó y agregó:

  • ¡Ah! Ahora sí entendí.

            Mi amiga también debió asumir que soy un caballero incapaz de ofender a nadie, menos a una dama.

            Pero el tema es cierto, si la dama tiene suerte, el hijo se va a parecer a su papá, sin que esto entrañe una falta por ningún lado, menos de parte mía. Pero me sirvió de lección para ser más cuidadoso con mis comentarios porque soy incapaz de escribir ja, ja. Si entendieron el chiste bien, sino a otro tema.

            Pero recuerden amigas, si tienen suerte su hijo se va a parecer al papá no importando que les tome 270 días llegar a ser mamás.

Embarazo
Se parece a su papá

10 NOTAS DE HUMOR 1

BUSCO TRABAJO

  • Buenos días. Busco trabajo.
  • ¿Le interesa de jardinero?
  • ¿Dejar dinero? ¡Si lo que busco es trabajo!

WINDOWS

  • Abuela, ¿por qué estás delante de la computadora con los ojos cerrados?
  • Es que Windows me ha dicho que cierre las pestañas.

LA SERPIENTE

  • ¡Me acaba de morder una serpiente!
  • ¿Cobra?
  • ¡No, idiota, me ha mordido gratis!

EL PEZ EN EL CINE

  • ¿Qué es un pez en un cine?
  • Un mero espectador.

AMOR DE PARAGUAYO

  • Hola, soy paraguayo y quiero pedirle la mano de su hija para casarme con ella.
  • ¿Para qué?
  • Paraguayo.

CAJA FUERTE

  • ¿Para qué va una caja al gimnasio?
  • Para hacerse caja fuerte.

PROBLEMAS

  • ¿Por qué se suicidó el libro de matemáticas?
  • Tenía muchos problemas.

DIÁLOGOS

  • ¿Qué le dice un huevo a una sartén?
  • Me tienes frito.

EL TELÉFONO

  • Aló ¿Conchita?
  • No, con Tarzán, imbécil.

LOS ESPAGUETIS

  • ¿Qué le dice un espagueti a otro?
  • ¡El cuerpo me pide salsa!

VEGANO

  • ¿Cómo se llama el primo vegano de Bruce Lee?
  • Broco Lee.

CIENTÍFICOS

  • ¿Qué son 50 físicos y 50 químicos juntos?
  • Pues 100tificos.

AGOTADOS

  • Hola, ¿tienen libros para el cansancio?
  • Sí, pero están agotados.

CELÍACO

  • Soy celíaca.
  • Encantado, yo Antoníaco.

QUÉ FORTUNA

  • ¡Qué fortuna ha hecho Henry Ford con los coches!
  • ¡Y su hermano Roque con los quesos!
Con las pestañas cerradas

09 EL CABO SUÁREZ PUEDE SALTAR

            Se iban a realizar las Olimpiadas Militares y a último momento se pusieron a buscar atletas durante la formación en el cuartel ¿quién puede correr? ¿Quién puede saltar salto largo? ¿Quién puede saltar salto alto?, y así.

            Se me ocurrió murmurar que yo había saltado en el colegio un metro treintaicinco, no habré hablado tan bajito que el sargento dijo a voz en cuello:

  • Mi Mayor, aquí el cabo Suárez puede saltar.
  • Cabo Suárez, al frente.
  • Presente mi Mayor.

            De inmediato nos hicieron subir al camión y partimos rumbo al cuartel BI 19 (Batallón de Infantería nº 19), donde estaba la Escuela de Comandos y tenía entonces todas las instalaciones para desarrollar la Olimpiada. Dentro de mí decía ¿Por qué se me ocurriría hablar? Ya hacía dos años que había dejado el colegio y mi mejor marca era ampliamente superada por algunos compañeros que sí se dedicaban al salto alto.

            Estábamos un cabo en salto largo, yo en salto alto, el alférez Rivas en 100 metros planos y otro alférez en mil seiscientos metros.

            Escuché al mayor conversar con el Alférez Rivas:

  • Si va usted a hacer más de 12 segundos mejor corro yo.
  • No mi Mayor, voy a hacer menos de 12 segundos.

            El Alférez Rivas llegó último. Pero el otro alférez ganó lejos la competencia de Mil seiscientos metros, pese a su corta estatura y a que era oficial de Intendencia (No hacía servicio en el cuartel, es decir, no practicaba deportes). El cabo de salto largo batió record con seis metros, único en la competencia.

            El problema fue conmigo. Es cierto que en el colegio practicábamos todos los deportes y teníamos calificaciones en todos ellos, pero yo destaque nítidamente en el Equipo de Gimnasia en aparatos. Salto alto lo hice muy a mi estilo, palomita. Y 1.35 era un salto meritorio aunque modesto, pero ahora querían que compita con saltadores profesionales, sobre todo que vienen preparándose intensamente durante meses, no como nosotros, simplemente nos señalaron y nos subieron al camión y aquí estamos.

            Nunca me preocupé en desarrollar un estilo de salto pues solamente cumplía tratando de aprobar. Nunca jugué fútbol ni basquetbol, ni tampoco sobresalí en bala, disco o jabalina. Solamente me dedicaba a la gimnasia en Aparatos (taburete, barra y barras paralelas) y en ello si era muy bueno, el mejor.

            Llegado mi turno pasé el metro cincuenta pero no fue aceptado. Decían que las normas internacionales no permiten que primero pase la parte superior del cuerpo y yo solamente sabía saltar de “palomita”, al pasar el listón me daba una volantinada en la arena.

Los oficiales de todas las unidades vinieron  a explicarme “cómo saltar”, pero no puedes adoptar una modalidad que nunca has usado, no sabía hacer el salto de tijera, o el fosbury únicamente sabía lanzarme de palomita: las tres veces pasé el metro cincuenta, un record para mí, pero las tres veces fui rechazado y al final, eliminado.

            Hoy en día, si ven los Juegos Olímpicos podrán observar que los mejores saltadores del mundo pasan primero la cabeza, tal y como yo lo hacía pero no valió en nuestra olimpiada. Veo con pena que las cosas han cambiado en la actualidad, pero en 1962 fue un verdadero desafío.

Mi estilo de Salto Alto