EN LA GUERRA

            El Capitán arengaba a sus tropas:

  • Si ven muchos enemigos ¡A correr!  Si ven pocos ¡Esconderse! Si no hay enemigos ¡Fuego hasta morir!

            Este chiste nos contaba el Capitán Fernández en el centro de reclutas II CIR de Chorrillos.

EL BRASILEÑO

            Caminaba por la espesura de la selva un soldado brasileño explorador, cuando sintió que le sujetaban de la camisa por detrás. Muerto de miedo, pensaba que un soldado paraguayo lo había sorprendido, le rogó por su vida:

  • Desha, desha paraguaio. Tenho mulher e muitos filos para criar. (Deja, deja paraguayo. Yo tengo mujer y muchos hijos que criar).

            Pero viendo que no había reacción por parte del enemigo, se animó a mirar de reojo para atrás y se dio cuenta que una espina de limón le había enganchado la camisa del uniforme. Furioso por haber sentido tanto miedo le gritó:

  • Oh inferno, você é apenas um espinho de limão. Se você fosse paraguaio, eu teria matado você. (Oh diablos, eres solamente una espina de limón. Si hubieras sido un paraguayo, yo te hubiera matado).

            Este episodio me contaba mi papá en Iquitos, él era veterano del Ejército Peruano, como una anécdota de la guerra por lo cual debemos estar siempre alertas y explorar en patrulla, no en solitario. Se trata de la Guerra de la Triple Alianza: Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay, en 1864. Tres potencias militares y económicas contra un pequeño país de valientes. Se dice que más de la mitad de los combatientes que cayeron eran mujeres y niños.

GOLPE MILITAR EN EL PERÚ

            El miércoles 18 de julio de 1962, a las 9 de la noche, se escuchó un toque de corneta por demás inusual. Nunca antes lo había escuchado y nunca más después. Era el Toque de Generala. El Sargento Huaranga,  jefe de la Batería de Central de Tiro en el Cuartel GAC “Coronel Bolognesi” de Pueblo Libre, nos despertó a gritos:

  • ¡Levantarse! ¡Llamada de Tropa con Armas!

            Es posible que haya habido comunicación con el Comando de nuestra unidad porque nos ordenaron acostarnos vestidos, con las botas puestas y nuestro FAL a la mano.

            Cada hombre tiene un puesto previamente asignado y debes ir a la carrera a ocuparlo de inmediato. Salí corriendo y subí al Quinto Torreón, el soldado que estaba de Guardia salió de inmediato para correr a su puesto designado.

            Luego me relevaron de mi puesto porque me habían designado para integrar la Patrulla de Ronda. Salíamos a patrullar  pues nos decían que debemos proteger la torre de agua potable de posibles ataques de sediciosos.

            Los oficiales usaban un dispositivo de comunicación totalmente novedoso, le llamaban Walkie-Talkie, un aparato de unos 30 cm de largo y una antena de 50 cm. Era extremadamente novedoso que nunca antes lo habían usado, se les notaba porque hablaban a gritos:

  • ¡Aquí águila 1 a control, diga que tal me escucha, cambio!

            Al día siguiente nos enteramos por el televisor del patio que “los militares habían dado un golpe de estado al Presidente de la República Manuel Prado Ugarteche”.

            La Junta Militar de Gobierno estaba conformado por el General de División EP Ricardo Pérez Godoy (Presidente de la Junta Militar), General de División EP Nicolás Lindley López (Ministro de Guerra), Teniente General FAP Pedro Vargas Prada (Ministro de Aviación) y Vicealmirante AP Juan Francisco Torres Matos (Ministro de Marina).

            Dos días después fuimos con Uniforme de Gala a la Plaza de Armas, a la Ceremonia de Reconocimiento de la Junta Militar de Gobierno. Fue la única vez que vi esto en mi vida. Todas las unidades militares estaban presentes con sus respectivas Banda de Músicos y todas las bandas tocaban en perfecta armonía al mismo tiempo: El toque Llamada de Honor, Marcha Redoblada, Marcha de Banderas, el Himno Nacional del Perú.

            El golpe se produjo por las denuncias de fraude electoral y solamente estuvo un año en que convocaron a elecciones con un nuevo estatuto.

HÁGANLE CASO A LA VIEJA

Pedro Urdemales estaba trabajando en una construcción cuando en eso perdió pie y cayó del segundo piso a la calle.

Se arremolinó la gente y daban órdenes sin concierto. Una viejecita decía:

  • Traigan un vaso de vino.

Otras personas exclamaban:

  • Traigan un vaso de agua.

Y la viejita:

  • Traigan un vaso de vino.

Y los demás:

  • Traigan un vaso de agua.

Pedro, como pudo se incorporó y dijo:

  • ¡Háganle caso a la vieja!

EL LADRÓN INCRÉDULO

            Después de haber observado cuidadosamente la casa y estando completamente seguro que los dueños estaban durmiendo, el ladrón ingresó a la casa para hacer de las suyas, con una linterna en la mano.

            Recorrió cuidadosamente la cocina buscando algo ‘pa chorear’, pasó al comedor en busca de algún objeto de valor cuando claramente escuchó una voz que le dijo:

  • ¡Jesús te está mirando!

            El ladrón se sobresaltó, apagó la linterna e inmediatamente trató de averiguar de dónde salía esa voz. Volvió a escuchar la misma voz:

  • ¡Jesús te está mirando!

            Muy asustado encendió su linterna y sonrió aliviado cuando vio a un loro encerrado en su jaula que le volvió a repetir:

  • ¡Jesús te está mirando!

            El ladrón perdió el miedo y riendo le preguntó:

  • ¿Y tú quién eres?
  • Yo soy Moisés – le respondió el loro.
  • ¿Y quién te puso ese nombre?
  • El mismo que le puso Jesús al doberman que está detrás de ti.

100 NOTICIA BUENA Y NOTICIA MALA

            Cuentan quienes los recuerdan que en su tiempo ocurrían cosas extraordinarias y que se llegaba hasta a saber lo que nos esperaba en el Cielo.

            Había dos amigos que se querían entrañablemente y por eso se comprometieron a seguir siendo amigos aún en el más allá, que quien se fuera primero llamaría al otro para informarle cómo era el otro mundo para estar preparado con antelación.

            Se murió uno y el otro se dijo a sí mismo:

  • Seguro llamará, como habíamos acordado.

            Al día siguiente, efectivamente, el amigo llamó y luego de saludarse quiso saber cómo era el Cielo.

            Aclarándose la garganta le dijo que tenía dos noticias que darle, una buena y otra mala. El amigo le pidió primero la noticia buena, de manera que comenzó a informarle:

  • El lugar es maravilloso, aquí todo es bonito, da mucho gusto estar aquí. Hasta se juega fútbol.
  • ¿Cuál es entonces la noticia mala?
  • Que el domingo juegas tú.
El Cielo es maravilloso.

95 EL PREMIO

            Un día un millonario decide dar un gran premio a sus empleados. Organiza una gran fiesta en su mansión. Cuando la fiesta está en su apogeo, el millonario dice:

  • A ver, vengan todos y párense alrededor de la piscina. Ven lo que hay dentro en el agua.

            Y en la piscina había tiburones, cocodrilos, pirañas, barracudas, anguilas eléctricas y ballenas asesinas. El rico entonces dice:

  • Hoy los reuní aquí en mi mansión porque me siento con ganas de regalar, pero no lo quería hacer fácil, así que puse todos esos animales peligrosos en la piscina, de manera que el hombre que se tire a la piscina y nade de un lado al otro y salga vivo lo voy a premiar grandemente.

            En eso se oye un gran SPLASH!!! y se ve un hombre braceando en la piscina como un loco a máxima velocidad. Cuando sale vivo al otro lado el millonario le dice:

  • Oh, un hombre valiente, que bien. Qué quieres de los siguientes premios: ¿Mi hija o 2 millones de dólares?
  • No, señor, no.
  • ¿Pues quieres todas mis cabezas de ganado?
  • No señor, no.
  • Ah, pues ¿quieres ser vicepresidente de todas mis compañías?
  • No señor, no, ¡no!

            A esto, sorprendido el millonario entonces le dice:

  • Te he ofrecido grandes premios y los has rechazado, ¿qué es lo que tú quieres?
  • Señor, yo lo que quiero saber es quien fue el desgraciado que me empujo a la piscina.
Una piscina peligrosa

85 COSAS DE BURROS

            Había una vez un Rey que quería ir a pescar. Llamó al Meteorólogo Real y preguntó por el pronóstico del tiempo para las próximas horas. El meteorólogo le aseguró que no había ninguna posibilidad de lluvia en los próximos días.

            Así que el Rey fue a pescar con su esposa, la Reina. En el camino se encontró con un granjero que iba en su burro. Al ver al Rey, el granjero le dijo:

  • Su Majestad, debe regresar de inmediato a palacio porque en poco tiempo una gran cantidad de lluvia caerá en esta zona.

            El rey hizo caso omiso al granjero confiando en su pronosticador profesional del tiempo. Así que siguió su camino.

            Poco tiempo después una lluvia torrencial cayó del cielo. El Rey y la Reina quedaron totalmente empapados y su séquito se reía al verlos en ese estado tan vergonzoso.

            Furioso, el Rey regresó a palacio y dio la orden de despedir al profesional. Entonces convocó al granjero y le ofreció el prestigioso y muy bien pagado puesto de Pronosticador Real del tiempo.

            Pero el granjero confundido le contestó:

  • Su Majestad, no sé nada de pronósticos del tiempo, yo obtengo información de mi asno: “Si veo las orejas de mi asno caer, seguro que va a llover”.

            Así que el Rey contrató al burro.

            Y de esta manera comenzó la práctica de contratar burros para trabajar en el Gobierno y ocupar las posiciones más altas e influyentes.