EL TANGO

“Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos

van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos

hondas horas de dolor”.

            Estos versos son los que inician el tango Volver (Letra de  Alfredo Le Pera y música de Carlos Gardel) la cual solíamos cantar desde que éramos enamorados con Maria Judith Alva Rivera de Suárez, mi amada esposa. El canto era solamente para nosotros.

            Teníamos el cancionero Los mejores Tangos. También teníamos 200 Valses Criollos, Selección de Valses Criollos, Cantares de México, 100 Boleros de Todos los tiempos y Selección de los Mejores Boleros.

            Aunque el tango no es música que se aprecie mayoritariamente en Iquitos, sin embargo hay algunos temas que de verdad calan, sobre todo a través del cine donde oímos cantar a Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Hugo del Carril, héroes de mi madre, quien me inculcaba las nociones del tango.

            En la Universidad, en Estudios Generales, estudiaba conmigo Jaime Rodríguez Vega, quien después resultó que era primo de mi esposa. Jaime no era un estudiante de muchas luces pero tenía un don: por la noche estudiaba Canto en la Escuela Regional de Música de Iquitos.

            Se reveló como un buen cantante con una memoria extraordinaria. Cuando no teníamos clases nos sentábamos en algún salón vacío y le pedía que cante. Todos los temas que le mencionaba, de  mi acervo cultural, se los sabía de memoria: O sole mío, Torna a Sorrento, Granada, Flor sin retoño, María Bonita, etc., y además tangos, El Choclo, Mis Buenos aires Querido, Tomo y obligo, etc. Todas estas canciones yo los había ejecutado en solo de clarinete en La Hora de la Gran unidad Escolar que se propalaba por Radio Nacional. Como todos sabían que yo era músico profesional, tenía mi orquesta, Jaime entendía que de canciones yo comprendía un rato bastante largo.

            Muchas personas se dicen cultores del tango pero jamás lo bailan. En realidad la única vez que he visto bailar tango en persona fue en la Fiesta de la Universidad en Iquitos: El Ingeniero José Reátegui Cárdenas, Decano de la Facultad de Ingeniería Química bailó con su esposa. Ambos sabían bailar tango, con todos sus pasos y requiebros. Pero también fueron los únicos, nadie más entre las personas mayores se animaron a bailar, que el tango es de escuela y muy difícil de improvisar.

            El tango es un  género musical y una danza, característica de Argentina y Uruguay. Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».

            Cuando los empleados de Backus teníamos una celebración en el Kuo Wa del Paseo de la República o el de la Plaza de Armas, siempre los viejos decían:

  • A la Esquina Porteña.

            Era un bar que estaba situada en la Plaza Dos de Mayo. La máxima atracción era Josecito Pace, pianista argentino que tocaba tangos y a su lado se ponía un flaco a quien presentaban como el “glosador del tango”. No cantaba, solamente recitaba frases como poemas referidas a la canción que tocaba el pianista. Josecito Pace era buen músico.

            Cuando Tin Tan, el cómico mexicano Germán Valdés, vino a Lima tuvo presentaciones apoteósicas en la televisión donde se grabó íntegramente su show. Estuvo con su carnal Marcelo y el enano Tuntún Machito y toda su banda. La característica de su show fue el estribillo:

  • Cantando en el baño me acuerdo de ti.

            En una parte se refiere al tango:

  • Tango que me hiciste sufrir, tango que me hiciste llorar. Tango, tango… tan golpeando la puerta.

            Para luego decir el tango es muy fuerte, Marcelo.

            Los tangos que conocíamos y cantábamos eran: Adiós muchachos, Caminito, Cambalache, Cuesta abajo, El día que me quieras, Mano a mano, Mi Buenos Aires querido, Silencio en la noche, Volver, Yira yira.

            A solas las vuelvo a escuchar y las canto bajito. Necesito más que nunca a mi amada esposa.

LA MADRE

            Sentimientos encontrados surcan mi cabeza y mi corazón cuando pienso en la madre.

            Mi madre, aquella dama que me dio el ser y me acostumbró a ser una persona especial, tan especial que podía llegar a ser todo lo que me propusiera y que ella se encargó de alimentar a través de nuestro trato diario.

            María Luisa Sandoval Chávez me legó no solamente la vida sino el afán incoercible por la lectura y el querer saber siempre más y más.

            Es curioso que desde muy niño me indujera a casarme con maestra. Creo haber visto un cierto timbre de orgullo cuando le dije que mi enamorada es Maestra.

            No llegaron a conocerse mucho; enfermó y partió tempranamente y nunca alcanzó a ver la culminación de mi profesión ni de mi vida, menos de las vidas que generamos con mi amada esposa.

            Maria Judith Alva Rivera llegó a mi vida para nunca más apartarnos. Juntos asistimos al Cursillo Prematrimonial que organizaron personas de la Iglesia Matriz de Iquitos que nos permitió conocer el alcance del tema de la vida en conjunto y los hijos.

            También asistimos a la Jornada de padres del CENE Canonesas de la Cruz, por la Primera Comunión de nuestra hijita menor Charito. La Jornada fue conducida por el señor Antonio Ambrosini, laico de la Parroquia Santa María Magdalena de Pueblo Libre.

            En el auditorio del colegio fue donde don Antonio lanzó la pregunta fundamental:

  • ¿Después de Dios, quién?

            No es ninguna pregunta capciosa sino que es necesario fijar prioridades en nuestra vida. Las mamás gritaban a voz en cuello:

  • ¡Mis hijos! ¡Mis hijos!

            Ante lo cual don Antonio Ambrosini negaba con la cabeza y alzando la vos nos dijo de manera rotunda:

  • Después de Dios mi esposa, luego mi esposa, mi esposa, mi esposa, diez, cien, mil veces mi esposa. Porque si no tengo el amor de mi esposa, no tengo hogar y si no tengo hogar mis hijos no tendrán donde estar. Por eso, después de Dios está mi esposa.

            Fue en esa época que también leímos en la revista Gente:

  • Los hijos no son la causa del amor, son el fruto de ese amor.

            Estábamos entonces imbuidos del verdadero concepto del amor: primero amarnos nosotros mismos y luego amar a nuestras hijas. Quiere decir que si no tenemos amor para nosotros no tendremos amor para dar.

            A amar aprendí con mis padres, viendo cómo ellos se amaban. A amar aprendí con mi esposa amándonos nosotros mismos. A amar aprendimos ambos amando a nuestras hijas. Este es el legado que dejamos a nuestras hijas, quienes también hoy son madres amorosas.

            Por todas ustedes y para todas ustedes:

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

            Este artículo fue publicado en Facebook el 14 de mayo de 2023, segundo domingo de mayo, fecha en la que celebramos en el Perú El Día de la Madre

APUNTES

            Escuchado, oído o visto por aquí o por allí, he reseñado una serie de notas que me han hecho sonreír y me parece apropiada su publicación pues pienso que les ha de agradar tanto como a mí:

LA DOCTORA

            Una dama conversaba con un grupo de niñas en el colegio y les dijo:

  • Buenos días, yo soy la doctora Kimberly.
  • ¿Usted cura a los enfermos? – preguntó una niña.
  • No, no soy esa clase de doctora. Yo soy doctora en Letras.
  • ¿Entonces qué hace, doctora?
  • Yo leo muchos libros y luego escribo un resumen o una reseña de cada libro; y también escribo mis propios libros.
  • Ah, ya. Entiendo que sabe mucho de todo pero no cura.
  • No.

EL ABOGADO

            En la Serie Crímenes Mayores, el equipo policial acude a hacerse cargo del asesinato de una persona en el Teatro Griego, lugar que funciona como un parque, es decir, que se abre y cierra a horas determinadas y cualquier persona puede entrar.

            El Detective Reservista Buzz Watson utiliza el detector digital de identidad e informa al Teniente Loui Provenza:

  • Teniente, tenemos identificación positiva.
  • ¿Es un criminal? – pregunta el Teniente Provenza.
  • Peor – explica la Detective Amy Sykes – es abogado.

            (Major Crimes, Serie de televisión, Temporada 5 –Episodio 9)

CUANTAS LETRAS

            Estando trabajando como Jefe de Guardia de Control de Calidad en la Cervecería Backus, me presentaron a un nuevo Supervisor de Producción, Su nombre, me dijeron, es Bischofshausen. Sorprendido por la extensión de su apellido le pregunté a boca jarro:

  • ¿Sabes cuántas letras tiene tu apellido?
  • Catorce.

            Supongo que ya le habían preguntado antes y era, después de todo, una pregunta recurrente, es decir que no fui el primer sorprendido.

LEER NO SABO

            Una Maestra recibió una nueva alumna. Como es usual para establecer el nivel de conocimientos le preguntó:

  • ¿Sabes leer?
  • Leer no sabo.
  • ¿Y escribir?
  • Escribir sí.

            Tanto se extrañó la Maestra que le pidió que escriba y la niña hizo un garabato ininteligible. Muy sorprendida, la Maestra le dijo:

  • ¿Qué dice ahí?
  • Si ya le he dicho que leer no sabo.

EL DIAGNÓSTICO

            En un hospital un señor caminaba medio raro con las piernas separadas, lo cual es observado por dos médicos internos quienes apuestan un diagnóstico al ojo.

            Para corroborarlo se acercan al señor que caminaba raro y le dicen:

  • Estimado señor, mi colega y yo estamos discutiendo  la naturaleza de su mal: él dice que usted tiene lumbalgia y yo digo que usted tiene hernia discal ¿Quién está equivocado?
  • Ay, señor. Usted dice que tengo hernia discal y su colega que tengo lumbalgia. Lamento tener que decir que los tres nos equivocamos. Yo creí que era pedo.

EL SUPERVISOR

            Un día, en la fábrica buscaba al Supervisor Trece. Pregunté a uno de sus compañeros y él me contestó con una pregunta:

  • ¿Forrest Gump?
  • Forrest Gump es retrasado mental.
  • Por eso.

            No me apareció bonito que se expresara de ese modo acerca de su compañero de trabajo, por lo que comenté esta situación con mi Asistente en el Laboratorio de Embotellamiento, el “Gordo” Acosta:

  • Sí – me dijo él – yo también escuché ese comentario, pero parece que no puede “cuadrar” la producción de su Línea. Me da la impresión que no puede sumar ni restar y sus compañeros le tienen que ayudar a cuadrar su turno.

            Por ello, sin ningún gesto de compasión le llamaban Forrest Gump. Aún si tuvieran razón, no me pareció apropiado que trataran así a su compañero.

YO SOY JIMAN

            Cuando en setiembre de 1985 llegamos a vivir en nuestra casa nueva en Pueblo Libre, mientras yo iba a trabajar en la Cervecería Backus, mi amada esposa intentaba hacer un jardín en el frente de nuestra casa.

            Todo el que ha comprado casa en Lima, sabe que el suelo es arcilloso y duro. Se tiene que roturar el duro suelo a punta de pico y pala, retirar ese suelo inútil y reemplazarlo con tierra de chacra.

            Ella nunca se arredraba ante las dificultades y estaba en esa faena cuando vino a presentarse un niño gordito que vivía al frente, en un “pueblo joven” y le dijo:

  • Yo soy Jimán (He-Man).
  • ¿Así?
  • Sí, señito. Yo soy Jimán.
  • ¿Y qué hace Jimán?
  • Yo puedo volar.
  • A ver, pues, vuela.

            «He-Man es un personaje de ficción dentro del universo Masters of the Universe. Pertenece al universo DC Comics. Es el alter ego del Príncipe Adam de la Casa de Randor.

            Cada vez que el príncipe Adam tiene la Espada del Poder en alto y proclama: «¡Por el poder de Grayskull! ¡Yo tengo el poder!», se convierte en He-Man.».

            Fuente: Wikipedia La enciclopedia libre.

            Maria Judith nada sabía de jimanes ni de ninguna de esas cosas porque nunca veía programas infantiles y el diálogo con el gordito y el desafío fue solamente por su costumbre de fastidiar a los niños.

            Estaba ella regando con manguera el jardín para suavizar el suelo y lo había convertido en una piscina de barro.

            Cuando Jimán se lanzó a la “piscina” quedó todo embarrado, ella parecía asombrada pero por dentro se reía a carcajadas. La mamá del niño vino a rescatarlo y se lo llevó a su casa sin decir nada.

            Cuando me contó no podía dejar de reír, casi ni se le podía entender la historia en medio de su risa. Muy serio le dije:

  • Solo tú puedes hacerle eso a un niño.
  • Pero ¿para qué me dice pues “Yo soy Jimán”? Le dije pues que vuele.

            Pero una cosa es cierta, los niños son muy influenciables por las cosas que ven en el cine o la televisión.

            Cuando exhibieron Supermán muchos niños se accidentaron intentando volar como su héroe; y también cuando pasaban cachascán por televisión los niños terminaban luxados por intentar aplicar las llaves que observaban.

            Y, en todo caso, la moraleja es: Con Maria Judith no juegues.

ES TRISTE NO PODER OIR

            Antes he mencionado las cirugías en mis ojos, cinco en total: en el ojo izquierdo dos de pterigion, uno de cataratas y un desprendimiento de retina, y en el derecho una operación de cataratas.

            La pérdida auditiva ha sido progresiva y se produjo con el paso de los años. Hace muchos años que he tratado de evitarlo, me hicieron un examen en una clínica en Miraflores y me encontraron una pérdida de 60% en el oído izquierdo y 40% en el derecho. Pero los audífonos costaban mil seiscientos dólares cada uno. Muy caros.

            Entre tanto la pérdida fue avanzando. Charito me trajo de Estados unidos un audífono con pila recargable pero no tenía sustentación, solamente se metía en el oído. Una vez en el bus al alzar el brazo para cogerme del pasamanos toqué mi oído y el audífono salió disparado. La vergüenza que pasé para buscarlo en el piso del bus no tiene precio. No volví a usarlo.

            Cuando la pérdida ya fue significativa, mis hijas me compraron dos audífonos que se anunciaban en Facebook. Cada uno costó 150 soles, pero son una estafa y así lo dije en Facebook. Son amplificadores, sí, pero de ruidos: el encendido de una moto me hacía saltar, captaba todos los ruidos de la ciudad pero la voz humana está en un rango diferente al de los ruidos. No servía para escuchar una conversación. Los descarté por inútiles.

            Investigando mi hija Charito encontró a CPAL (Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje) en Surco donde me hicieron exámenes en ambos oídos. Son verdaderamente profesionales.

            La Doctora Mariana Castañeda me dijo que no tengo hipoacusia sino problemas de discriminación. Lo que mis oídos captan mi cerebro no lo puede entender porque tengo dañado el nervio auditivo. Mi amada hija logró que me donaran los dos audífonos. Se introducen en los oídos pero tienen unas asas que se sostienen en las orejas.

            En CPAL me hicieron moldes de silicona en ambos oídos y mi hija los llevó a un instituto donde fabricaron los audífonos, la parte que se introduce en los oídos. En las asas está el amplificador y la pila +13. La pila se agota luego de unas 15 horas de uso continuo.

            Pero aun así, me costaba mucho entender a la gente en el mercado; sin embargo con la doctora podía conversar con toda claridad. Le comenté este hecho y ella me dijo:

  • Es que yo estoy entrenada para conversar con los pacientes.

            Recordemos que durante tres años estuvimos aislados por las cuestiones del Covid y teníamos que andar con mascarilla y escafandra, a los cuales hay que agregar anteojos y audífonos. Era por demás aparatoso y de muy difícil uso.

            Ya no uso los audífonos pero me han ayudado a comprender mejor lo que me dice la gente a quienes les explico que soy sordo pero si me hablan de frente y pronunciando con claridad podemos conversar.

            Charito me habla al oído derecho como traduciendo lo que me dicen y estamos bien, pero mi amada nieta de 6 años de edad me habla con su voz suave y no la escucho. Sé que me está hablando pero no escucho lo que me dice.

            Ainhoa me cuenta cosas pero su mamá tiene que traducirme y me duele mucho no poder entenderla pues es una niña muy amorosa y amaba mucho a su abuelita.

            Cuando le mostré una foto en el fondo de pantalla de la PC y le pregunté:

  • ¿Sabes Ainhoíta quienes son?

            Me lo dijo pero Charito me tuvo que explicar en el oído derecho:

  •  Ha dicho que son la abuelita y mamá niña.

            Me siento torpe al no poder entenderla pues no solamente reconocía las imágenes sino que comprendió que su mamá también había sido niña.

            También, al ver una foto en la pantalla de la PC dijo:

  • La abuelita y el abuelito han ido al aeropuerto.

            Esto, naturalmente me lo dijo Charito al oído pero me maravilló que supiera que estábamos en el aeropuerto de Iquitos y nadie le dijo nunca que eso es un aeropuerto

            Otro día vino a llamarme para bajar al comedor para almorzar y me dijo algo que no entendí. Charito me dijo:

  • Te está contando que se cayó en la escalera y le dolió.
  • Ay bebita, qué pena.

            La abracé y la besé. Era lo que necesitaba al igual que cualquier otra niña, una caricia para ayudarla a calmar su sufrimiento.

            Es triste no poder oír pero es mucho más triste no poder oír a mi nieta pues ella solamente tiene amor para dar a todo el que le rodea. Dios nos ha bendecido con nuestra niña.

            De acuerdo a las enseñanzas de su colegio, ahora luego de tomar los alimentos, la cena todos los días y también el almuerzo los días feriados, Ainhoa da las gracias a papá, a mamá y al abuelo. Esto lo percibo más que lo escucho, pero le respondo “Buen provecho Ainhoíta” y ella queda contenta y se retira satisfecha.

UNA FIESTA INOLVIDABLE

            Mi adorada mamá pertenecía a ese grupo de personas cuyo nacimiento pasa desapercibido porque coincide con una fecha grandiosa.

            Más tremendo que la historia que me contó Óscar Choclote en el colegio:

  • Mi abuelita se murió en el 55 y la enterramos en el 56.
  • ¿La velaron un año?
  • No, se murió el 31 de diciembre.

            Mi madre nació el 25 de diciembre, fecha que todo el mundo sabe, es el día de Navidad.

            Más aún que  yo pasaba esas fechas en el Pastoral: Salíamos por la ciudad el 24 de diciembre por la noche y el 25 por la tarde, celebrando la Navidad. El 31 por la noche y el primero por la tarde conmemorando el Año Nuevo. El 05 de enero por la noche y el 06 por la tarde para festejar a los Reyes Magos.

            La fiesta de los Reyes Magos ha desaparecido en el Perú, Belaunde lo borró del calendario.

            Todo esto nos hace comprender que  celebrábamos la Navidad y muy poco nos acordábamos del cumpleaños de mi abnegada mamá.

            Pero un día decidí hacerle una fiesta que sería inolvidable.  Le pedí que hiciera aguadito de pato, plato de bandera de Loreto para la celebración de fiestas. Llamé a algunos amigos y armamos una orquesta.

            Faltaba entonces el elemento principal en una fiesta: los invitados.

            El Athletic Club José Pardo (el salón de baile más popular de Iquitos) realizaba un baile social el día 24 y el día 25 un baile juvenil. Comprometí a mis compañeros del salón. Ellos conformaban un grupo de jóvenes baileterillos, y a quién más le pedí fue a “Mosho” Halder Mori. Él se comprometió y cumplió. Celebramos el Cumpleaños de mi mamá el jueves 25 de diciembre de 1958.

            Había comprado una gran botella de vino Vermouth Cinzano, de 5 litros que vendía la Casa Power: la misma tapa era la medida para servirse y tomar.

            Luego de una espera angustiosa llegaron los invitados, ellos conocían a mis padres. Llegaron chicos y chicas a quienes Mosho convenció de venir a mi casa, dejando los salones del José Pardo. Llenaron la casa y comenzó una fiesta inolvidable de alegría desbordante, con vivas a la señora María y salúd.

            Se turnaban para servir el Cinzano que definitivamente tiene muy buen sabor y no es fuerte. Era realmente un botellón. Mi mamá pasó de la sorpresa a la alegría. Quién no se iba a alegrar al contemplar esa felicidad que sobrepasaba todo lo deseado en su casa.

            Fue desde todo punto de vista una Fiesta Inolvidable. ¡Feliz Cumpleaños Mamá!