EL CEPILLO

            Siempre hacen memes sobre las medias y que da miedo comprobar que las medias desaparecen, sin que jamás se sepa a donde se fueron.

            Una vez boté 48 medias que estaban sin pareja. En otra ocasión 32 y aún ahora tengo 6 medias sin par. Jamás me pude imaginar cómo era posible. En el primer  caso sospechaba que la empleada botaba las medias sin darse cuenta, pero en el segundo caso ya no teníamos empleada y como también se perdieron llegué a pensar que la lavadora se los tragaba.

            El misterio es que nunca aparecieron y sigue siendo el secreto inextricable más curioso, a nivel mundial.

            Pero en mi casa, esposa y tres hijas, se pierden también los peines. Ojo que las damas deben tener siempre un peine a la mano, aunque para cada situación requiera determinado tipo de peine.

            Cada mes iba al Mercado Central para cobrar la renta de la tienda que mi esposa compró; aprovechaba para comprar un blíster (conjunto o set) de peines de tamaños diversos y diferentes colores: Pero nunca había peines en la casa.

            Tenía que salir embalado (a toda prisa) para llegar a la hora justa al trabajo y no podía perder tiempo buscando peines, por lo cual me compré un peine de bolsillo y lo hacía andar en el bolsillo de mi camisa.

            A pesar de la compra mensual de los peines en juegos de 10 unidades, cuando la pequeña Charito tenía que ir al colegio, vi que la empleada sacaba de su cabello un peine para peinar su larga cabellera. Consuelo sí era “segura”, tampoco tenía que ponerse a buscar peines que nunca estaban visibles.

            Nunca pude explicarme a donde iban a parar los peines, misterio tan insondable como el caso de las medias.

            Por el tiempo en que se iba reduciendo mi cabello, pregunté a Luisa si tenía un peine. Me entregó un cepillo de cerdas. Cuando me peiné sentí una conmoción en mi cabeza.

            Le dije a mi hija:

  • Siento como si un millar de hormigas estuvieran andando por mi cabeza.
  • Eso es bueno, papá. Significa que se está reactivando la circulación de la sangre y puede hacer crecer nuevos cabellos
  • Eso sí estaría bien.
  • Quédate con el cepillo, yo tengo otros.

            La verdad que aún ahora lo sigo usando y todavía tengo cabellos en la cabeza: Un hecho fortuito nos enseñó que usar el cepillo de cerdas puede ayudar en el mantenimiento del cuero cabelludo.

            Posdata, ya no se pierden los peines y tampoco voy al Mercado Central hace ya varios años. Aparte que ya no los necesito porque con el cepillo que me regaló mi hija tengo más que suficiente (nunca se perdió).

VEINTE MIL LEGUAS

            Tenía 10 años y estaba terminando mi educación primaria cuando se exhibió la extraordinaria película 20,000 Leguas de Viaje Submarino.

            Cuando iba al cine pasaban, antes de comenzar la película, el réclame de esta grandiosa película. En aquel entonces se le llamaba réclame, seguramente la adaptación al español de la palabra inglesa reclame, la cual simplemente significaba el “avance de la película” con fines publicitarios. En la actualidad ha sido reemplazada por tráiler, con el  mismo significado.

            Esperaba con ansias el estreno pues había leído la novela de Julio Verne en la cual se basó la película. Fue extraordinario, asistí al cine los 10 días que la exhibieron en función especial pues dura más de dos horas. Esta tremenda película fue exhibida en el Cine Teatro Belén, la cual estaba situada en la tercera cuadra de la calle 9 de Diciembre, de Iquitos.

            Supe que era más extraordinaria porque fue realizado por los Estudios Disney. Walt Disney se había especializado en producir películas en dibujos animados con gran éxito y sus más afamadas películas son Cenicienta, Blanca Nieves, Dumbo, Pinocho, Peter Pan, Fantasía, etc.

            Era la primera vez que incursionaba en una película no animada y para ello escogió la novela más emblemática del prolífico escritor francés Julio Verne, de quien yo era su seguidor incondicional.

            Fue, de hecho, la más extraordinaria película de todos los tiempos y ganó muchos premios. Es tremendo ver el fondo marino real y es maravillosamente inmenso.

            20,000 Leguas de Viaje Submarino se estrenó en 1954 basado en el libro de Julio Verne, con Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas y Peter Lorre, dirigidos por Richard Fleischer. No me perdí ninguna de las películas que tomaron de mi autor predilecto: Viaje al Centro de la Tierra, 1959, Estados Unidos, con James Mason, Pat Boone, Arlene Dahl y Diane Baker, con la dirección de Henry Levin. Los hijos del Capitán Grant, 1962, con Maurice Chevalier y Hayley Mills, con la dirección de Robert Stevenson. La Isla Misteriosa, producción británico estadounidense de 1961, con Michael Craig y Herbert Lom, dirigida por Cy Endfield.

            La única película que fue un fiasco es la que hicieron los mexicanos. Para qué se metieron con Julio Verne, La jangada – 800 leguas de viaje por el Amazonas. Quizás pensarían que por ponerles a cantar La flor de la Canela se iban a poner a los peruanos en el bolsillo pero, no hay caso, una gran obra literaria desperdiciada. Los mexicanos no tenían la creatividad, la habilidad y, sobre todo, el inmenso caudal de equipamiento del cual siempre han hecho gala los más grandes Estudios Cinematográficos del mundo.

            Tan famosa fue la novela y la película 20,000 Leguas de Viaje Submarino que Maxwell Smart, el Superagente 86 (Don Adams), usa el título para insultar a un policía uniformado cuando tenía que ingresar a la cárcel. Le llama “Veinte mil leguas de traje azul marino”. Lógicamente lo metieron a la cárcel.

            Era tan seguidor de Julio Verne que en mi juventud llegué a atesorar 40 títulos, la mayoría de la Editorial Sopena Argentina, empresa ya desaparecida. Mis hermanos que nada sabían de cultura y el derecho a la propiedad, los vendieron. Nada les hacía falta pero el afán del dinero pudo más. Muchos de esos libros son ahora incunables y no se pueden encontrar. Una gran pérdida y me dio mucha pena perderlos y que nunca hayan sabido valorar la cultura.

            Tengo algunas obras, pero otras ya no se podrán encontrar jamás. Mi Hija Claudia me regaló una colección de 10 libros de Julio Verne porque sabe que es mi escritor favorito de toda mi vida, pero lamentablemente es la edición más descuidada que he visto en mi vida. Muchos pasajes mal escritos. Es impreso por RR Donnelly Chile, que, por cierto, no lo recomiendo.

            Felizmente, una gran noticia, ahora que tengo un Roku nuevo, regalo de mis hijas, se incluyen los canales Disney+ y HBO Max. Disney tiene en Streaming 20,000 Leguas de Viaje Submarino y la estoy volviendo a ver como en mi niñez: es la misma película de 1954 con Kirk Douglas y James Mason. Apenas terminó la película comenzaron a pasar Viaje al Centro de la Tierra de 1959, la cual también lo tiene en streaming el canal Disney. Es la felicidad en 40 pulgadas de pantalla.

EL TANGO

“Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos

van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos

hondas horas de dolor”.

            Estos versos son los que inician el tango Volver (Letra de  Alfredo Le Pera y música de Carlos Gardel) la cual solíamos cantar desde que éramos enamorados con Maria Judith Alva Rivera de Suárez, mi amada esposa. El canto era solamente para nosotros.

            Teníamos el cancionero Los mejores Tangos. También teníamos 200 Valses Criollos, Selección de Valses Criollos, Cantares de México, 100 Boleros de Todos los tiempos y Selección de los Mejores Boleros.

            Aunque el tango no es música que se aprecie mayoritariamente en Iquitos, sin embargo hay algunos temas que de verdad calan, sobre todo a través del cine donde oímos cantar a Carlos Gardel, Libertad Lamarque y Hugo del Carril, héroes de mi madre, quien me inculcaba las nociones del tango.

            En la Universidad, en Estudios Generales, estudiaba conmigo Jaime Rodríguez Vega, quien después resultó que era primo de mi esposa. Jaime no era un estudiante de muchas luces pero tenía un don: por la noche estudiaba Canto en la Escuela Regional de Música de Iquitos.

            Se reveló como un buen cantante con una memoria extraordinaria. Cuando no teníamos clases nos sentábamos en algún salón vacío y le pedía que cante. Todos los temas que le mencionaba, de  mi acervo cultural, se los sabía de memoria: O sole mío, Torna a Sorrento, Granada, Flor sin retoño, María Bonita, etc., y además tangos, El Choclo, Mis Buenos aires Querido, Tomo y obligo, etc. Todas estas canciones yo los había ejecutado en solo de clarinete en La Hora de la Gran unidad Escolar que se propalaba por Radio Nacional. Como todos sabían que yo era músico profesional, tenía mi orquesta, Jaime entendía que de canciones yo comprendía un rato bastante largo.

            Muchas personas se dicen cultores del tango pero jamás lo bailan. En realidad la única vez que he visto bailar tango en persona fue en la Fiesta de la Universidad en Iquitos: El Ingeniero José Reátegui Cárdenas, Decano de la Facultad de Ingeniería Química bailó con su esposa. Ambos sabían bailar tango, con todos sus pasos y requiebros. Pero también fueron los únicos, nadie más entre las personas mayores se animaron a bailar, que el tango es de escuela y muy difícil de improvisar.

            El tango es un  género musical y una danza, característica de Argentina y Uruguay. Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila».

            Cuando los empleados de Backus teníamos una celebración en el Kuo Wa del Paseo de la República o el de la Plaza de Armas, siempre los viejos decían:

  • A la Esquina Porteña.

            Era un bar que estaba situada en la Plaza Dos de Mayo. La máxima atracción era Josecito Pace, pianista argentino que tocaba tangos y a su lado se ponía un flaco a quien presentaban como el “glosador del tango”. No cantaba, solamente recitaba frases como poemas referidas a la canción que tocaba el pianista. Josecito Pace era buen músico.

            Cuando Tin Tan, el cómico mexicano Germán Valdés, vino a Lima tuvo presentaciones apoteósicas en la televisión donde se grabó íntegramente su show. Estuvo con su carnal Marcelo y el enano Tuntún Machito y toda su banda. La característica de su show fue el estribillo:

  • Cantando en el baño me acuerdo de ti.

            En una parte se refiere al tango:

  • Tango que me hiciste sufrir, tango que me hiciste llorar. Tango, tango… tan golpeando la puerta.

            Para luego decir el tango es muy fuerte, Marcelo.

            Los tangos que conocíamos y cantábamos eran: Adiós muchachos, Caminito, Cambalache, Cuesta abajo, El día que me quieras, Mano a mano, Mi Buenos Aires querido, Silencio en la noche, Volver, Yira yira.

            A solas las vuelvo a escuchar y las canto bajito. Necesito más que nunca a mi amada esposa.

LA MADRE

            Sentimientos encontrados surcan mi cabeza y mi corazón cuando pienso en la madre.

            Mi madre, aquella dama que me dio el ser y me acostumbró a ser una persona especial, tan especial que podía llegar a ser todo lo que me propusiera y que ella se encargó de alimentar a través de nuestro trato diario.

            María Luisa Sandoval Chávez me legó no solamente la vida sino el afán incoercible por la lectura y el querer saber siempre más y más.

            Es curioso que desde muy niño me indujera a casarme con maestra. Creo haber visto un cierto timbre de orgullo cuando le dije que mi enamorada es Maestra.

            No llegaron a conocerse mucho; enfermó y partió tempranamente y nunca alcanzó a ver la culminación de mi profesión ni de mi vida, menos de las vidas que generamos con mi amada esposa.

            Maria Judith Alva Rivera llegó a mi vida para nunca más apartarnos. Juntos asistimos al Cursillo Prematrimonial que organizaron personas de la Iglesia Matriz de Iquitos que nos permitió conocer el alcance del tema de la vida en conjunto y los hijos.

            También asistimos a la Jornada de padres del CENE Canonesas de la Cruz, por la Primera Comunión de nuestra hijita menor Charito. La Jornada fue conducida por el señor Antonio Ambrosini, laico de la Parroquia Santa María Magdalena de Pueblo Libre.

            En el auditorio del colegio fue donde don Antonio lanzó la pregunta fundamental:

  • ¿Después de Dios, quién?

            No es ninguna pregunta capciosa sino que es necesario fijar prioridades en nuestra vida. Las mamás gritaban a voz en cuello:

  • ¡Mis hijos! ¡Mis hijos!

            Ante lo cual don Antonio Ambrosini negaba con la cabeza y alzando la vos nos dijo de manera rotunda:

  • Después de Dios mi esposa, luego mi esposa, mi esposa, mi esposa, diez, cien, mil veces mi esposa. Porque si no tengo el amor de mi esposa, no tengo hogar y si no tengo hogar mis hijos no tendrán donde estar. Por eso, después de Dios está mi esposa.

            Fue en esa época que también leímos en la revista Gente:

  • Los hijos no son la causa del amor, son el fruto de ese amor.

            Estábamos entonces imbuidos del verdadero concepto del amor: primero amarnos nosotros mismos y luego amar a nuestras hijas. Quiere decir que si no tenemos amor para nosotros no tendremos amor para dar.

            A amar aprendí con mis padres, viendo cómo ellos se amaban. A amar aprendí con mi esposa amándonos nosotros mismos. A amar aprendimos ambos amando a nuestras hijas. Este es el legado que dejamos a nuestras hijas, quienes también hoy son madres amorosas.

            Por todas ustedes y para todas ustedes:

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

            Este artículo fue publicado en Facebook el 14 de mayo de 2023, segundo domingo de mayo, fecha en la que celebramos en el Perú El Día de la Madre

APUNTES

            Escuchado, oído o visto por aquí o por allí, he reseñado una serie de notas que me han hecho sonreír y me parece apropiada su publicación pues pienso que les ha de agradar tanto como a mí:

LA DOCTORA

            Una dama conversaba con un grupo de niñas en el colegio y les dijo:

  • Buenos días, yo soy la doctora Kimberly.
  • ¿Usted cura a los enfermos? – preguntó una niña.
  • No, no soy esa clase de doctora. Yo soy doctora en Letras.
  • ¿Entonces qué hace, doctora?
  • Yo leo muchos libros y luego escribo un resumen o una reseña de cada libro; y también escribo mis propios libros.
  • Ah, ya. Entiendo que sabe mucho de todo pero no cura.
  • No.

EL ABOGADO

            En la Serie Crímenes Mayores, el equipo policial acude a hacerse cargo del asesinato de una persona en el Teatro Griego, lugar que funciona como un parque, es decir, que se abre y cierra a horas determinadas y cualquier persona puede entrar.

            El Detective Reservista Buzz Watson utiliza el detector digital de identidad e informa al Teniente Loui Provenza:

  • Teniente, tenemos identificación positiva.
  • ¿Es un criminal? – pregunta el Teniente Provenza.
  • Peor – explica la Detective Amy Sykes – es abogado.

            (Major Crimes, Serie de televisión, Temporada 5 –Episodio 9)

CUANTAS LETRAS

            Estando trabajando como Jefe de Guardia de Control de Calidad en la Cervecería Backus, me presentaron a un nuevo Supervisor de Producción, Su nombre, me dijeron, es Bischofshausen. Sorprendido por la extensión de su apellido le pregunté a boca jarro:

  • ¿Sabes cuántas letras tiene tu apellido?
  • Catorce.

            Supongo que ya le habían preguntado antes y era, después de todo, una pregunta recurrente, es decir que no fui el primer sorprendido.

LEER NO SABO

            Una Maestra recibió una nueva alumna. Como es usual para establecer el nivel de conocimientos le preguntó:

  • ¿Sabes leer?
  • Leer no sabo.
  • ¿Y escribir?
  • Escribir sí.

            Tanto se extrañó la Maestra que le pidió que escriba y la niña hizo un garabato ininteligible. Muy sorprendida, la Maestra le dijo:

  • ¿Qué dice ahí?
  • Si ya le he dicho que leer no sabo.

EL DIAGNÓSTICO

            En un hospital un señor caminaba medio raro con las piernas separadas, lo cual es observado por dos médicos internos quienes apuestan un diagnóstico al ojo.

            Para corroborarlo se acercan al señor que caminaba raro y le dicen:

  • Estimado señor, mi colega y yo estamos discutiendo  la naturaleza de su mal: él dice que usted tiene lumbalgia y yo digo que usted tiene hernia discal ¿Quién está equivocado?
  • Ay, señor. Usted dice que tengo hernia discal y su colega que tengo lumbalgia. Lamento tener que decir que los tres nos equivocamos. Yo creí que era pedo.

EL SUPERVISOR

            Un día, en la fábrica buscaba al Supervisor Trece. Pregunté a uno de sus compañeros y él me contestó con una pregunta:

  • ¿Forrest Gump?
  • Forrest Gump es retrasado mental.
  • Por eso.

            No me apareció bonito que se expresara de ese modo acerca de su compañero de trabajo, por lo que comenté esta situación con mi Asistente en el Laboratorio de Embotellamiento, el “Gordo” Acosta:

  • Sí – me dijo él – yo también escuché ese comentario, pero parece que no puede “cuadrar” la producción de su Línea. Me da la impresión que no puede sumar ni restar y sus compañeros le tienen que ayudar a cuadrar su turno.

            Por ello, sin ningún gesto de compasión le llamaban Forrest Gump. Aún si tuvieran razón, no me pareció apropiado que trataran así a su compañero.

YO SOY JIMAN

            Cuando en setiembre de 1985 llegamos a vivir en nuestra casa nueva en Pueblo Libre, mientras yo iba a trabajar en la Cervecería Backus, mi amada esposa intentaba hacer un jardín en el frente de nuestra casa.

            Todo el que ha comprado casa en Lima, sabe que el suelo es arcilloso y duro. Se tiene que roturar el duro suelo a punta de pico y pala, retirar ese suelo inútil y reemplazarlo con tierra de chacra.

            Ella nunca se arredraba ante las dificultades y estaba en esa faena cuando vino a presentarse un niño gordito que vivía al frente, en un “pueblo joven” y le dijo:

  • Yo soy Jimán (He-Man).
  • ¿Así?
  • Sí, señito. Yo soy Jimán.
  • ¿Y qué hace Jimán?
  • Yo puedo volar.
  • A ver, pues, vuela.

            «He-Man es un personaje de ficción dentro del universo Masters of the Universe. Pertenece al universo DC Comics. Es el alter ego del Príncipe Adam de la Casa de Randor.

            Cada vez que el príncipe Adam tiene la Espada del Poder en alto y proclama: «¡Por el poder de Grayskull! ¡Yo tengo el poder!», se convierte en He-Man.».

            Fuente: Wikipedia La enciclopedia libre.

            Maria Judith nada sabía de jimanes ni de ninguna de esas cosas porque nunca veía programas infantiles y el diálogo con el gordito y el desafío fue solamente por su costumbre de fastidiar a los niños.

            Estaba ella regando con manguera el jardín para suavizar el suelo y lo había convertido en una piscina de barro.

            Cuando Jimán se lanzó a la “piscina” quedó todo embarrado, ella parecía asombrada pero por dentro se reía a carcajadas. La mamá del niño vino a rescatarlo y se lo llevó a su casa sin decir nada.

            Cuando me contó no podía dejar de reír, casi ni se le podía entender la historia en medio de su risa. Muy serio le dije:

  • Solo tú puedes hacerle eso a un niño.
  • Pero ¿para qué me dice pues “Yo soy Jimán”? Le dije pues que vuele.

            Pero una cosa es cierta, los niños son muy influenciables por las cosas que ven en el cine o la televisión.

            Cuando exhibieron Supermán muchos niños se accidentaron intentando volar como su héroe; y también cuando pasaban cachascán por televisión los niños terminaban luxados por intentar aplicar las llaves que observaban.

            Y, en todo caso, la moraleja es: Con Maria Judith no juegues.