MAMÁ NIÑA

            Nuestra nieta Ainhoa tiene 5 años de edad y todo el tiempo nos sorprende su percepción y comprensión de las cosas.

            Siempre me pregunta:

  • Abuelo qué estás haciendo.

            Cuando me ve afanándome en la cocina; generalmente algún dulce que le va a agradar o una prueba de una receta adaptada que realizo para mi próximo libro.

            Pongo como fondo de pantalla de mi PC de escritorio, donde suelo trabajar, fotos del recuerdo como un indicador de que seguimos vivos y siempre comenta lo que entiende y cómo lo entiende.

            Cuando puse la foto de cuando llegamos a Iquitos en el año 2012 con mi amada esposa, Ainhoa comentó:

  • El abuelito  y la abuelita han ido al aeropuerto.

            Ojos de águila y velocidad del lince son las cualidades que destellan nítidamente en la niña. El 18 de enero de 2022 se celebró el Aniversario del Colegio de Ingenieros del Perú. Fue para nosotros una fiesta muy especial porque fui galardonado en un evento presencial por cumplir mis Bodas de Plata profesionales, pues cumplí 25 años de colegiado.

            Mis hijas Luisa y Claudia me enviaron un pack, muy de moda en la actualidad, como un presente por esta celebración. Un estuche vistoso y quise echar una “miradita” al interior para ver que contenía. Apenas abrí un poco la tapa del envase cuando Ainhoa, en un abrir y cerrar de ojos, metió la mano de manera certera y la retiró al instante con la tableta de chocolate más grande en su poder. Me agarró de sorpresa, pero más me conmovió lo rápido de su acción, como si hubiera estado esperando la apertura, como si hubiera sabido lo que había adentro, pero no era así puesto que recién en ese momento rompí los sellos que aseguraban su integridad: la mano es más rápida que la vista, pero su vista es también privilegiada.

            Pero, un día puse una foto como fondo de pantalla de mi PC tomada en el Colegio Sabogal del Callao, en un día de fiesta. En la foto están mi amada esposa, Profesora, y la pequeña Charito. Charito es la mamá de Ainhoa. Para observar su reacción le pregunté señalando la foto en la pantalla:

  • Ainhoíta ¿Sabes quiénes son?
  • La abuelita y mamá niña.

            Esta respuesta me puso de cabeza. Es tan grande su entendimiento, capaz de saber que su mamá también fue niña, y allí estaba la foto para demostrarlo.

LA BEBE

            La abuelita Natividad Rivera Pérez, mi suegra, estaba recordando lo que aprendió en la escuela: La niñez, la infancia, la juventud, la adultez… y se preguntó a si misma (pregunta retórica) ¿qué sigue después?

  • La caduquez abuelita.

            La chinela se oyó silbar por los aires y el malcriado Pepo se agachó a tiempo porque ya conocía la reacción de su abuela.

            En verdad en la escuela se enseñaba las etapas de la vida y crecimos con ese “conocimiento”. Pero, tal parece que muchos profesionales han visto necesario complicarlo y se han inventado estadios diversos para describir las etapas de nuestra vida y hasta han creado la insigne huachafería del “adulto mayor”.

            Me parece que en lo único en que están de acuerdo es en llamar bebé o bebe a la primera etapa de la infancia.

            En muchas familias, sobre todo en las familias serranas, al hijo mayor se acostumbra llamarle “Cholo”. A mi primo Julio Benites Panuera le llaman Cholo sus familiares, sus compañeros de colegio y sus compañeros de trabajo. En cambio a mi primo Orlando Suárez Moreano le han llamado siempre “Papi”, costumbre de su casa, también serrana.

            En otras familias acostumbran referirse al hijo menor como el benjamín de la familia, en alusión a los 12 hijos de Jacob, el menor de los cuales se llamaba Benjamín.

            Pero en la familia Alva Rivera, naturales de Requena “La Atenas del Ucayali”, conformada por seis hermanos: 4 mujeres y dos hombres con diferencias de hasta 20 años entre ellos, a la menor de todos la llamaron Bebe. Y Bebe fue toda su vida.

            La Bebe es mi amada esposa Maria Judith y cuando me integré a dicha familia continué con la costumbre y nunca la llamé de otra manera.

            Cuando quería conversar con ella le decía:

  • Bebe.
  • ¿Qué, papi?

            Cuando tenía 80 años ella siguió siendo Bebe.

            Está demás mencionar que nuestras tres hijas son nuestras bebes y lo serán hasta que se dé el pitazo final. Y en la casa de nuestras hijas, su hija es la bebe.

            Escribo este artículo porque cuando mi yerno Pedro Pablo habla con su hermana Médico Pediatra residente en España, ella siempre le corrige cuando Pedro le comenta sobre su hija diciéndole:

  • La bebe…
  • Pedro, no es bebe, es niña.

            Alguna vez ella debe entender que las costumbres de la familia donde se integra el hombre, pesan más que todos los tratados de medicina pediátrica.

            Y Ainhoa es la Bebe en nuestra casa y lo será aun cuando sea abuela.

VOCES Y SUSURROS

            Cuando alguien cercano parte de este mundo parece como si aún sentimos su presencia y, no pocas veces, lo sentimos de modo vívido y real.

            Es diferente cuando ves las almas a quienes nunca conociste en vida, siendo lo más recomendable no interrumpir su camino mientras van recorriendo sus pasos por donde pasaron en vida pues pueden reaccionar en contra tuya.

            También se puede tratar de seres que nunca vivieron.

            Es conocida la historia del “shapshico” que permanecía en la casa de nuestro buen amigo Jorge Barreyro en la calle Tambo en Iquitos. A golpe de 6 de la tarde llega a rondar en el taller de reparación de motos. Nunca decía nada, solamente se aparecía sonriendo.         Nada que hicieron pudo sacarlo de allí. Hasta que un brujo les dijo que es un niño que vivió y murió en esa casa, que considera que es su casa y que jamás se va a ir. Se acostumbraron a su presencia y no le hacían caso.

            También “el diablillo” al cual lo vimos todo el grupo, veinte menores entre 6 y 12 años que iban conmigo al campo de entrenamiento, alrededor de la una de la mañana en un barrio cercano a nuestra casa en Iquitos. Estas dos historias las pueden encontrar en mi libro En Nuestra Selva, publicado en el año 2016.

            El alma que recorre sus pasos se le conoce como “tunche” y forma parte de la cosmovisión de la Amazonía Peruana.

            Pero cuando se trata de nuestros familiares que en vida nos han amado, nunca te hacen daño y luego desaparecen.

            Mi madre me contó que yo nací con “velo veneciano” una membrana que cubría toda mi cabeza. Ella lo guardaba en un estuche de metal, las personas “curiosas” (en el sentido de que saben lo que dicen por experiencia) le habían dicho que yo podía ver a las almas, lo cual fue siempre cierto, pero me daba mucho miedo.

            Cuando falleció mi mamá, a los tres días vino a verme: se acercó a mi cama y abrió el mosquitero y ella me contemplaba y yo la miraba hasta que quise asirla gritando ¡mamá! ella soltó el mosquitero y se fue por el pasadizo hacia la huerta; a mi grito se despertaron mi padre y mis hermanos. Fue cuando comencé a llorar, no lo había hecho hasta entonces pues tenía muchas obligaciones en la casa con el sepelio y el entierro. Lloré porque entonces me di cuenta que se había ido para siempre.

            Cuando mi cuñado Javier Alva estaba agonizando en Iquitos, vino a mi casa en Lima mientras yo dormía, tal vez a pedirme ayuda, pero no lo entendí y me asusté tanto que para hacerle retirarse recé el Padre nuestro pero en voz tan alta que se despertaron en la casa, mi esposa me despertó y hasta Charito vino de su habitación que es la más alejada. Dijo que hasta en su cuarto se escuchaba mi oración muy fuerte. Ni yo mismo entendía que estaba ocurriendo o por qué estaba haciendo eso, solamente sabía que era Javier, pero no se los dije.

            Al día siguiente cuando salía para el trabajo sonó el teléfono, mi amada esposa me gritó angustiosa ¡Jorge! Cogí el teléfono, era el esposo de nuestra sobrina Clara Vigo quién estaba informando que Javier había fallecido. Me había estado pidiendo auxilio.

            A la media noche antes de acostarse Javier sintió que no podía respirar, sus hermanas le llevaron a un médico y a otro, en vez de llevarlo de frente al hospital. Durante ese episodio de sufrimiento acudió a mí y yo no lo comprendí.

            Mi hermana Mónica falleció el viernes 21 de noviembre del año 2003, la enterramos el sábado en el Cementerio Campo Fe Norte en Puente Piedra.

            Mi hermana no vino a verme, pero sí fue a la casa de Andrea. El viernes, mi yerno Jorge estaba solo en su casa viendo un partido de fútbol y Andrea de 1 año estaba en su corral a su lado. Mi hija Claudia estaba conmigo en el velorio y la empleada había ido al mercado.

            Jorge vio que alguien pasaba de la cocina al pasadizo que lleva a los dormitorios, sabía que alguien había pasado, pero también sabía que no había nadie más en la casa. Para confirmar llamó:

  • ¿Claudia? ¿María?

            Al no recibir respuesta se levantó y fue a mirar en los tres dormitorios y los baños y no encontró a nadie. Se encogió de hombros y fue a la sala a seguir viendo su partido de fútbol.

            Esa noche Andreíta no podía dormir, lloraba tanto que tuvieron que llevarla con ellos. Andreíta, en medio de ellos, durmió plácidamente. El sábado fue igual.

            El Cementerio Campo Fe oficia una Misa cada domingo al medio día, en la que se menciona a todas las personas que fueron enterradas en esa semana. La Misa se celebraba en una Capilla rural provisional. Ahora tiene una hermosa Iglesia.

            Luego de la Misa, yo estaba cargando a mi nieta y le comenté a mi hermano Raúl lo que estaba ocurriendo. Raúl sabe bastante sobre las cosas de la Iglesia y me dijo sin dudar:

  • Ah, ya. No hay problema. Que el padre le imponga las manos.

            El sacerdote, luego de la Misa se acerca a los deudos para decirles unas palabras de consuelo. Me acerqué y le dije mostrándole a mi pequeña nieta:

  • Padre, impóngale las manos. Mi hermana la está visitando por las noches.

            El sacerdote le impuso las manos con palabras rituales y también nos impuso las manos a nosotros. Santo remedio. Mónica no volvió a manifestarse y nunca más hubo problemas.

            Mi madre y mi hermana sufrieron una muerte intempestiva, cuando más deseaban vivir. Dicen que muchas veces no “saben” que fallecieron y por eso recorren sus pasos. Mi mamá falleció en mis brazos mientras yo le soplaba aire en la boca para que pudiera respirar. Falleció a una cuadra del Hospital. Mi hermana terminó su existencia en la camilla de hemodiálisis. Estaba alegre porque estaba en la lista y a la espera de un nuevo trasplante de riñón. Javier, durante su agonía vino a buscarme, es decir recorría sus pasos antes de fallecer. Luego no hubo más manifestaciones.

            Mi amada esposa falleció en silencio, tranquila recostada en su cama, bien abrigada, como si hubiera estado esperando el momento final. Una mujer valiente hasta el fin. Nunca se manifestó. Y yo todos los días al despertarme lo primero que hago es mirar su cama clínica, como lo hacía cuando estaba viva. Charito no quiso desarmar la cama pero yo sigo mirando.

PLAZA PRESIDENTE CANDAMO DE PUEBLO LIBRE

            Una plaza y un parque se diferencian, principalmente en cuanto a sus objetivos:

            “Una plaza es un lugar dentro de una ciudad que gira en torno a una serie de elementos: En una plaza podemos encontrar bancos para sentarse, monumentos, y en general en el centro de la misma se tendrá alguna estatua u obra que dé nombre a la plaza.

            La intención de la plaza es simplemente servir de ornato cultural dentro de la ciudad, las personas pueden acudir a la plaza a sentarse, pasar el rato o pasear. En una plaza se suelen realizar ceremonias cívico-patrióticas.

            Lasfunciones del parque ya están más claramente dentro del ámbito recreacional, podemos notar que las personas van a un parque directamente a entretenerse. Podemos atravesar una plaza que esté en la ciudad para ir al trabajo, mientras que los parques suelen estar cerrados porque tienen un horario para abrir y cerrar.

            En los parques podemos encontrar actividades recreativas más especializadas, por ello tenemos parques de diversiones, y otros tipos.

            Si te das cuenta todas tienen algunas similitudes porque todas son recreacionales y proporcionan una manera de pasar un rato pero son muy diferentes en múltiples aspectos”.

            Cuando llegamos a vivir en Pueblo Libre, en setiembre de 1985, solíamos pasear por la Plaza Presidente Candamo, en cuyo centro se encontraba un busto dedicado a su memoria.

            Manuel González de Candamo e Iriarte, más conocido como Manuel Candamo, fue un reconocido político peruano que ocupó la Presidencia de la República en dos ocasiones y por ello se le erigió el busto en la plaza que lleva su nombre.

            La señora Blanca Yalile Beltrán Salazar fue alcaldesa en los años 1996 a 1998 y durante su gestión hizo acuerdos con el servicio de agua potable por la cual se construyó una cisterna gigante que ocupa el subsuelo de la Plaza Presidente Candamo. Es en este momento que desapareció el monumento del Presidente Manuel Candamo y es asunto policial y del Ministerio de Cultura el averiguar su existencia.

            Los turistas que visitan nuestro distrito piensan que se le llama Parque Candamo como referencia a la selva de Puno denominada Parque Candamo; ignoran que es una plaza y lleva el nombre de un gran político que fue Presidente del Perú.

            Peor aún, el alcalde Haas ha destruido nuestra plaza y colocado una horrible estatua de un chino convirtiendo a este bello lugar en un adefesio.

            La hija del Presidente Candamo, sor María Teresa Luisa Julia Candamo Álvarez-Calderón, es fundadora de la Congregación Canonesas de la Cruz. El 03 de abril de 2009 ha sido declarada venerable y el camino a la beatificación está abierto. Podemos tener en Pueblo Libre una santa.

            Este domingo 02 de octubre debemos elegir a un Alcalde que sea capaz de asumir sus funciones y, sobre todo, que sea capaz de devolver a nuestro distrito su verdadera prestancia y dignidad.

            Se publicó este post el 25 de agosto de 2022 en Facebook, en la cercanía de las nuevas Elecciones presidenciales, regionales y municipales.

LAS MENUDENCIAS

            El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (RAE) nos dice que menudencias es el interior de las aves, que se reduce a hígado, molleja, sangre y corazón. A esto deberíamos agregar las patas y el pescuezo, además de las tripas.

            Hace muchos años se desató en Lima el boom del pollo a la brasa. En todos los barrios había un restaurante de pollos a la brasa y toda la clase media acudía con frecuencia a darse un gusto. La clase media regía los gustos y las modas en nuestro país.

            Era tan poderosa que las fiestas más sonadas eran para ellos y, de todos, el de mayor importancia eran las carnavales en el Club de Tiro del Ministerio de Hacienda.

            Para satisfacer la demanda del pollo a la brasa era necesario criar pollos en abundancia. Cuando uno viajaba hacia el sur era curioso ver a los costados de la carretera largos galpones cubiertos de tela blanca; eran los criaderos de pollos.

            La elaboración del pollo a la brasa dio origen a una actividad conexa: la venta de las menudencias de los pollos.

            Un paquete de menudencia contenía las menudencias de dos aves: 4 patas, 2 pescuezos, 4 alas, 2 mollejas, 2 corazones y 2 hígados, todo ello amarrado con las tripas de 2 pollos. Es decir carne en abundancia y a un precio muy económico.

            Muchísima gente lo adquiría para prepararse un delicioso almuerzo, cada quien a su propio estilo.

            Mi tía Martha Moriano se dedicaba a la venta de menudencias en el Mercado Nº 2 de Surquillo. Ella vivía a media cuadra del mercado. A las 8 de la noche estaba lista para recibir la entrega de la menudencia, la colocaba en bandejas y llenaba con hielo para venderlo al día siguiente a primera hora.

            Toda su existencia se acababa en una mañana. Era tan bueno el negocio que en su casa tenía televisor de 24 pulgadas, radio potente y tocadiscos, es decir toda la parafernalia realmente importante de aquellos tiempos en una casa. Su esposo, el tío Faustino Suárez, hermano de mi papá, y sus hijos Orlando, Pedro y Alberto vestían con terno en las fiestas.

            Cuando uno llegaba a visitarlos, sea la hora que fuera, siempre te servía una suculenta sopa de menudencias con verduras, al estilo de Mamara, su tierra.

            En, fin llevaban una vida feliz en todo sentido. Lástima que el mundo se vino abajo cuando los militares capturaron el poder y se adueñaron del país. Desapareció la clase media y los pobres se hicieron más pobres.

            Entonces cuando viajábamos hacia el sur, daba pena ver los restos de lo que alguna vez fueron galpones de crianza de pollos, cual fantasmas de tiempos remotos que nunca más volvieron a surgir.

            Hoy la industria de los pollos es una megaindustria que no da cabida a ningún particular: “El patrón nunca más comerá de tu pobreza”.

            Ni el patrón ni nadie come porque hoy todos somos pobres. Pobre Perú.

LA SUEGRA

            El parentesco por afinidad es la relación familiar que existe entre aquellas personas que tienen vínculos matrimoniales.

            Por definición la suegra es la mamá de la esposa cuando se refiere al marido o, también, la mamá del marido cuando se refiere a la esposa.

            Muchas cosas se han dicho y se seguirán diciendo con respecto a la suegra, las más de las veces solo será producto de la maledicencia.

            Tener una suegra puede ser una bendición porque guía a la esposa en la crianza de nuestros hijos puesto que conoce mucho más que nosotros mismos sobre cómo criarlos y mantenerlos sanos y educados.

            Mi suegra, doña Natividad Rivera Pérez, fue un ángel que ayudó a mi amada esposa en la crianza de las mellicitas Lisa y Cisa, en Iquitos, los 5 años que estuve alejado de ellas por cuestiones de mi trabajo como Ingeniero Químico. Mi madre querida no llegó a  ver nuestro matrimonio porque  el Señor se la llevó con Él mucho antes. Me quería tanto que hubiera sido una buena suegra para mi esposa. Después de todo, desde que yo era niño, ella me decía constantemente:

  • Cásate con Maestra. Ellas ganan buen sueldo.

            Sin yo pensarlo y sin ella saberlo, terminé casándome precisamente con una Maestra, como mi madre me lo machacaba desde que era niño.

            Espero que nosotros, padres de tres hermosas hijas, seamos también considerados como buenos suegros pues hemos tratado todo el tiempo de dar lo mejor de nosotros para el bienestar de nuestras nietas y ellas constituyen nuestro orgullo por lo bien que se desempeñan en la sociedad.

            No obstante, sin querer he sido testigo de faltas inenarrables que cometen contra una suegra o por la misma suegra.

            Estaba almorzando tranquilamente en el comedor de la Cervecería Backus, cuando escuché expresiones groseras en la mesa vecina. Un joven empleado de oficina le comentaba a su compañero de trabajo:

  • Estoy mal del estómago.
  • ¿Por qué?
  • Ayer domingo fui con mi esposa a la casa de mi suegra y nos invitó a almorzar. La csm había cocinado. Maldita sea, qué horrible. Hasta ahora lo tengo en la boca.

            Me pareció de pésimo gusto y una terrible falta de consideración para con la mamá de su esposa. Pero solamente me limité a escuchar puesto que no era de mi grupo de amistades como para llamarle la atención y enseñarle a respetar.

            A manera de anécdota quiero mencionar que en la Feria por Fiestas Patrias que se realiza en la Plaza 28 de Julio de Iquitos, el cachupín que maneja la ruleta, cuando cae en la casilla del diablo, grita a voz en cuello:

  • Mi suegra.

            En otra ocasión, una amiga nuestra nos invitó a celebrar el cumpleaños de su hijo mayor. Estaban viviendo en casa de sus suegros. Nuestra amiga lloraba cuando nos invitó a tomar una taza de chocolate porque su suegra ya le había dicho:

  • Esa cocina es mía. Esa olla es mía. Esa taza es mía. Esa cucharita es mía. Ese platito es mío.

            No podía invitarnos en paz una taza de chocolate en la fiesta de su hijo, y con mi amada esposa eran amigas de hacía muchos años.

            Sentí mucha pena por la situación que estaba pasando nuestra amiga y se me hacía muy cuesta arriba observar lo que estaba sucediendo.

            Entonces comprendí a mi prima Mariluz cuando me dijo, cierta vez que fui a visitarla en su departamento en el Centro de Lima:

  • Primo, al fin se murió la vieja de m.

            Se estaba refiriendo a su suegra. La señora nunca la aceptó y no asistió al matrimonio de su hijo en Miraflores. Pero tengo la impresión que fue mucho más que eso por lo que ocasionó el epíteto de mi prima.

            También en la Biblia hay un hermoso mensaje de amor a la suegra cuando Noemí, sin esposo y sin hijos, le dijo a su nuera Rut, la moabita, que regrese a su casa y a sus dioses:

16. Rut le replicó: «No me obligues a dejarte yéndome lejos de ti, pues a donde tú vayas, iré yo; y donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.

17. Donde tú mueras, allí también quiero morir y ser enterrada yo. Que el Señor me castigue como es debido si no es la muerte la que nos separe».

18. Viendo Noemí que Rut se mantenía firme en su decisión, no quiso insistirle más.

(Rut, Capítulo 1, Versículos 16 – 18)