Nuestra amiga y paisana Alicia Amaya llegó a Lima nombrada Directora del Jardín de la Infancia de Quirio, un barrio a la entrada de Chosica. Era un local nuevo pero no estaba cercado y entonces los bienes de la escuela estaban en peligro y Alicia consideró de la mayor importancia dotarle de un cerco.
Construir el Cerco Perimetral del Jardín de la Infancia de Quirio es una obra colosal y demandó una gran cantidad de dinero que el Ministerio de Educación jamás iba a entregar, por lo cual Alicia desde el principio sabía a qué atenerse y que serían muchas las penurias para conseguir ese dinero.
Organizó una Pollada Bailable en la Plaza de Armas de Chosica para un sábado por la noche. Comprometió a todos los empleados de la Supervisión de Educación de Chosica, a cuantos amigos y colegas sabía que estaban en Lima y, por supuesto, a los padres de familia del Jardín de la Infancia.
Alquiló un equipo de sonido para encontrarse que en la Plaza de Chosica no hay donde conectar nada. Los postes metálicos estaban sellados, de manera que los asistentes cantaban para animar el evento.
Pero el remate de lo ocurrido llegó el lunes siguiente: La Municipalidad de Chosica le envió una cobranza por setecientos soles de impuestos. Sólo habían recaudado doscientos.
Alicia reclamó diciendo que era un evento con fines benéficos, no de negocios. Los del Municipio argüían que no solicitó permiso de exoneración con antelación. Al final, viendo la pobre recaudación, anularon el cobro.
Se enteró que los domingos hay afluencia de gente al Estadio de Fútbol de Quirio, allá en las alturas. Decidió llevar una venta de picarones, a pesar de lo penoso que puede significar subir mesa, silla, hornilla, olla, menajes, etc.
Pero los asistentes al fútbol no querían dulces y más bien preguntaban por tragos. No vendieron nada y tuvieron que emprender la retirada. Un borrachito se acomidió para ayudarles a bajar la pesada olla llena de la masa de picarones.
Un traspié y toda la masa desparramada por el suelo. Pero Alicia cuando lo cuenta no para de reír.
Pidió ayuda al Gobierno de Alan García y este respondió enviando un piquete de “trabajadores” del PAIT (Programa de Apoyo al Ingreso Temporal). Todo el mundo sabe que esos jornaleros no trabajan. Solamente pintan piedritas en el camino. Alicia se aburrió de ellos y los despidió, prefirió contratar a trabajadores de verdad, de lo contrario jamás se hubiera construido el Cerco Perimetral.
Solicitó apoyo a unos esposos suizos que dirigían una organización en apoyo a los niños en Chosica y ellos sí le ofrecieron aportar una importante cantidad de dinero y materiales de construcción.
Poco a poco veíamos crecer el Cerco Perimetral, es decir, veíamos hacerse realidad el sueño de nuestra amiga. Honor al mérito, pues contra viento y marea se logró terminar el dichoso Cerco Perimetral que da prestigio al lugar, en la periferia de Chosica.