Mi enamorada María Judith me la presentó, me dijo que estaban estudiando juntas en la Escuela de Bellas Artes de Iquitos, se llamaba María Alicia Amaya Córdova.
Al otro día la encontré en la Dirección Regional de Educación y supe que trabajaba ahí, recordé que me dijo llamarse Alicia Amaya y quise hacerme el gracioso y le pregunté – Alicia Amaya ¿Tu qué es Carmen Amaya? – Le preguntaba por la famosa bailaora y cantaora de flamenco de España, Carmen Amaya – Pero ella, muy suelta de huesos, me contestó – Mi hermana. Evidentemente no sabía de la existencia de la española.
Y sí, efectivamente Carmen Amaya era su hermana, casada con Jorge Barreyro.
Así nació nuestra amistad que persiste aún más allá de la existencia. Muchas anécdotas vivimos juntos y algunas francamente colosales.
Al graduarme de Ingeniero Químico en la UNAP fui a trabajar en La Oroya dejando a mi esposa con mis mellizas de tres días de nacidas. La presencia y ayuda de Alicia fue de gran ayuda real y emocional para ellas. Mis hijas crecieron amándola así como a sus dos hijos Rafael y Alicia.