Era, aproximadamente, 1953, cuando llegó a Iquitos el señor Presidente Constitucional de la República Manuel A. Odría para realizar inauguraciones y demás funciones de su alta investidura.
En Punchana había una granja militar que no producía prácticamente nada, pero para la visita el jefe de la granja se prestó de ganaderos locales sus más finos y hermosos ganados, para poder, de ese modo lucirse ante el presidente e impresionarle.
Alguien le diría al General Odría esta situación y durante la visita, haciéndose el inocente, permitió que se alabaran los militares de la granja para luego ordenar que maten las vacas y lo repartan entre las personas que estaban afuera.
Dicen también que los ganaderos pasaron tiempo tratando de conseguir que los militares les paguen sus vacas.
