COOPERACIÓN POPULAR
Estábamos en la universidad y vinieron promotores del novísimo programa denominado Cooperación Popular Universitaria, creada por el Presidente del Perú, Arquitecto Fernando Belaunde Terry, para participar en él.
Debíamos trabajar Ad honorem los tres meses de vacaciones colaborando en alguna comunidad alejada que requiere de nuestro apoyo para alcanzar su desarrollo. En palabras de los encargados vendrían a ser unas vacaciones pagadas toda vez que nos llevaban hasta la comunidad y nos darían viáticos para alimentación y alojamiento.
Siempre solidario no dudé en inscribirme, tres semanas de entrenamiento en La Cantuta, Chosica, a 20 km de Lima, y tres días de preparación en el Colegio Militar Leoncio Prado en La Perla, Callao.
Nuestro destino era San Antonio de Cumbaza, a 12 km de Tarapoto. Viaje en avión militar, previa firma de “renuncia a cualquier reclamo en caso de accidente”, lo cual hacía más emocionante la aventura.
En San Antonio nos alojaron en la casa del Teniente Gobernador, Sr. Meza, tío de Vicente Meza, estudiante de nuestra universidad y participante del programa pero cuyo destino fue otra comunidad, supongo más rica.
Hay en esta comunidad tres zonas, geográfica y políticamente hablando, bien marcadas: La Loma, La Bajada y La Banda. La bajada y La Banda eran partidarios de Acción Popular, progresistas, La Loma era aprista, retrógrada y contraria al programa de CooPop.
En La Bajada vivía el Teniente Gobernador y cabeza visible de los agricultores del café, el Profesor y el Juez de Paz Iletrado, y en La Loma vivía el Alcalde Pedáneo, un hombrecito sin carácter.
El programa estaba interesado en hacer que el pueblo se decida a construir la vía que lo uniría a la carretera a Tarapoto para facilitar la salida de los productos agrícolas de la zona ya que esto era el principal problema del lugar.
El pueblo debía poner el combustible para el tractor y la gente para trabajar en este proyecto, como acción voluntaria y sin retribución, por eso se llama Cooperación Popular. El Gobierno pondría el tractor, la compresora y los explosivos.
Pero hubo una cerrada oposición de La Loma, quienes por imperativos de su ideología querían que el Gobierno pague jornales por este trabajo que únicamente beneficiaría a la comunidad. Si se espera que el Gobierno construya por su cuenta esta carretera no lo iba a hacer nunca porque no estaba en los planes estructurales del Desarrollo Nacional.
En Asamblea de toda la Comunidad habló el señor Juez de Paz, quien fustigó la actitud de los pobladores de La Loma, y el Profesor, quien echó en cara su sectarismo que iba a impedir el desarrollo de la zona. Comparó la situación con lo ocurrido en Chasuta: actuaron así por consigna oponiéndose a su desarrollo de manera que el Gobierno agarró su tractor y su compresora y se fueron para otro sitio – No esperemos que nos pase esto – Terminó.
Ganó la mayoría irracional. Nunca se realizó este proyecto, de manera que nos dedicamos a cumplir los otros aspectos de nuestro programa.
Se me asignó la función de maestro en una especie de vacaciones útiles para los niños de la comunidad. Eran unos niños sorprendentes. Algunos de ellos estudiaban en Yurimaguas y estaban muy bien preparados en actividades artísticas, sobre todo una niña llamada Leidy, las monjas las enseñaron bien. Con ayuda de ellos hicimos una función el día de la clausura muy alegre y vistosa.
El poblado contaba con escuela que tenía un excelente personal y el Profesor era una de las personalidades más importantes del lugar, al igual que el Juez de Paz Iletrado y el Teniente Gobernador. La escuela estaba ubicada en la Loma.
Pero el anhelo más grande que tenían los pobladores de La Banda era contar con su propia escuela pues cuando el río Cumbaza crecía sus hijos no podía venir a la Escuela de La Loma porque no podían cruzar el río y se quedaban varios días sin poder asistir a la escuela. ¿Escucharon alguna vez el run run, “Queremos estudiar, Queremos estudiar”?
Construimos la escuela como parte de nuestro programa y se lo comunicamos a la Supervisión de Educación de Tarapoto para que asigne el personal docente y administrativo correspondiente.
Al culminar el programa nos llevaron otra vez a Lima donde el Señor Presidente de la república nos dio un agasajo en Palacio de Gobierno y pudimos reencontrarnos con todos los amigos que conocimos durante la fase de Entrenamiento en La Cantuta. Todo fue muy lindo.