Nuestro profesor de Religión en la GUEMORB, padre José María Arroyo, era un profesor muy especial y que a veces sacaba roncha.
En cierta oportunidad tomó Examen Final y como estaba apurado entregó las pruebas al Auxiliar de Educación de 5º Año “Potocho” Núñez y le dijo que las califique. El Potocho protestó – Pero padre cómo voy a calificar, qué sé yo de Religión.
El padre Arroyo le dijo, pones 14, 13, 12, 11 y 10, otra vez 14, 13, 12, 11 y 10, y así hasta terminar.
El problema fue que al Presidente de la UNEC (Unión de Estudiantes Católicos) le puso 10 y éste se quejó a la Dirección del plantel y el Director le llamó severamente la atención al padre Arroyo.
El padre Arroyo le reclamó al Potocho Núñez y él le dijo:
- Pero padre, usted mismo me dijo que ponga 14, 13, 12, 11 y 10, y así lo hice.
- Está bien, pero te hubieras fijado, pues.