EL YACURUNA

Serían las ocho de la noche cuando se escuchó un grito espeluznante que resonó en toda la cuadra.

Vivía entonces en la primera cuadra de la calle Ricardo Palma en Iquitos, a la vuelta estaba el cuartel de los militares, el BI 47, más allá el Batallón Tren Mixto y la Comandancia General del Ejército, y por el otro lado la calle Ramírez Hurtado.

A esa hora todos los chicos del barrio estábamos jugando en la esquina y al escuchar el grito nos sorprendimos, y nos sorprendimos más aun cuando vimos a los soldados salir a la carrera del cuartel para dirigirse al lugar de donde provino ese extraño grito.

Al pasar por nuestro lado nos sumamos al tropel de soldados y entramos en la casa de la familia Miranda en la primera cuadra de la Ramírez Hurtado. Esta casa da al río Amazonas.

La señorita Miranda manifestó que estaba practicando en la máquina de escribir en la sala y cuando se equivocó fue a su habitación a buscar su borrador. Al volver a la sala encontró a un hombre enorme, de cabeza pequeña, sentado en su silla y sus manos sobre la máquina.

Ella dio el grito de terror porque no sabía qué podía ser eso, se asustó mucho. Vio al hombre que chorreaba agua levantarse de la silla, mirar hacia ella y luego dirigirse al callejón que da hacia el río.

Los soldados traían linternas y bajamos hasta el río pero no se encontró a nada ni a nadie y en la sala quedaba el reguero de agua que  iba hacia abajo, al río.

Dijeron los entendidos que era el Yacuruna y que estaba interesado en la chica, joven, alta y muy linda, para llevarla al fondo del rio.

Yacuruna, literalmente quiere decir Hombre del agua, pero en realidad es el Demonio del río que toma forma humana para seducir jóvenes bellas y llevarlas a las profundidades del agua para nunca más volverlas a ver.

Nunca más escuchamos un grito en la noche y nunca más volvimos a escuchar del Yacuruna. Fue una experiencia increíble.

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