CURICHI

Desde su lejano Puno vino a Iquitos el Señor Curi, trayendo algunas joyas de plata. Almorzaba en nuestro restaurante en la primera cuadra de la calle Ricardo Palma hasta que se ubicó, hizo venir a su esposa y a sus hijos y puso una gran tienda de platería, muy exitosa. Además se metió al negocio de la chupetería y heladería. Creó los chupetes Donald, unas paletas de aguaje que tenían la forma del Pato Donald.

Incursionó también en el negocio de los chupetes en bolsa y les puso su nombre: Curichi, el cual fue un éxito total. Todos querían comer un curichi.

Mi nieta Andrea, quien gusta mucho de este chupete dice: En Iquitos se llama Curichi, en Lima se llama Marciano y en Talara se llama Chalaca.

Hubo otro fabricante de chupetes, a quien solamente escuché que le llamaban Capitán, dicen que fue Capitán del Ejército, que empleaba bastantes muchachos para vender estos chupetes en bolsa. Les despachaba el producto en cajas de tecnopor y estos salían por toda la ciudad ofreciendo curichis y en sus cajas de tecnopor habían escrito la palabra CURICHI.

Cuando el Señor Curi se enteró lo demandó al Capitán. Este le dijo al Juez que él vende chupetes en bolsa que no tienen ningún nombre, salvo el del sabor: Maracuyá, Hubos, Camu Camu, Cocona, Aguaje, etc. Dijo también al Juez que son los muchachos quienes escriben en las cajas de tecnopor que él les proporciona, esa palabra, pero él no lo escribe.

De este modo nos enteramos que el nombre Curichi es una Marca Registrada y no es posible usarlo, pero en Iquitos todos lo llamamos y seguiremos llamándolo Curichi.

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