“Allan Kardec (Seudónimo de Hyppolyte Léon Denizard Rivail, Lyon, 03 de octubre de 1804 – Paris, 31 de marzo de 1869) fue un traductor, profesor, filósofo y escritor francés, considerado el sistematizador de la doctrina llamada espiritismo”.
Fuente: Wikipedia
Se sabe que numerosos magos han utilizado su nombre para dar mayor rimbombancia a su arte por suponer que Allan Kardec fue mago.
Hace muchos años, me contó mi mamá, se presentó en Iquitos un mago llamado, precisamente, Allan Kardec, hizo su actuación en el cine teatro Alhambra, la cual estaba ubicada en la Plaza de Armas, con gran éxito de público.
Fueron varias presentaciones en función de noche y el público estaba entusiasmado. Luego vendría la cuestión noir.
El “mago” se paseaba por la ciudad en el día, entraba a las chinganas y compraba muchas cosas, generalmente cigarros y licores y pagaba con billetes de 100 soles. Le daban el vuelto a pesar de que no había muchos billetes de ese valor.
Al final del día cuando iban a hacer el arqueo de caja, no encontraban el famoso billete grande; en vez de eso hallaban hojas de castaña. El Malecón Tarapacá estaba sembrado de árboles de castañas en el malecón y en la parte exterior que da al barranco de árboles de mangos. No era pues difícil encontrar hojas de castaña.
Todos los bodegueros hicieron la denuncia en la Comisaría de la calle Morona. Ya fueron tantas las denuncias que el Comisario destacó dos Guardias Civiles (es así como se llamaba la policía en aquellos tiempos) para aprehenderlo en el Muelle de la calle Loreto puesto que se sabía que iba a marcharse en vapor hacia Brasil.
Los policías lo encontraron y lo detuvieron. Todos los circunstantes se sorprendieron cuando los vieron llegar a la Comisaría con la mirada perdida y bien sujeto entre los dos a su fusil, con ambas manos, y dieron “parte” a su jefe:
- Aquí está mi Capitán, el mago.
Evidentemente el mago les hizo el “avión” y se burló de ellos. Nunca lo atraparon pues, por lo que parece, el mago era bueno hipnotizando. Hipnotizó a los chinganeros e hipnotizó a los Guardias Civiles.