LA CAIGUA

            Trabajaba en la Cervecería Backus y desde hace algún tiempo tenía sobrepeso y, sobre todo, el vientre muy abultado. Los compañeros solían hacerme bromas sobre ello: Es el tanquecito de reserva de cerveza.

            Nunca me importó, cada año viajábamos a Iquitos por vacaciones. A todos nos hacía bien estar en Iquitos: nuestras hijas podían salir a jugar con sus amigos o ir a pasear sin que tengamos que estar cuidándolas a cada paso como se hace en Lima. Regresamos con las “pilas cargadas” dispuestos a soportar otro año en Lima.

            Pero en una oportunidad, al regresar, fui al Policlínico de la fábrica al médico de Medicina Interna y le dije al Dr. Bentín:

  • Doctor, todos los años vamos de vacaciones a Iquitos y acostumbramos refrescarnos en la Piscina Municipal. Siempre hice cuatro largos con toda tranquilidad, varis veces. Pero esta vez terminé cansado en la primera ronda.
  • El cuerpo se cansa.
  • Pero nunca había pasado esto.
  • ¿Y qué quería usted? ya tiene cuarenta años.

            Me dijo que tenía que hacerme análisis. Aparte del sobrepeso encontraron que tenía el colesterol muy alto. Me sometió a una dieta para bajar de peso, pero me dijo que para el colesterol alto que acuda al Médico General.

            El Médico nos dijo que podía recetarme pastillas para reducir el colesterol pero lo mejor sería que tome jugo de caigua. En mi tierra, Iquitos, comemos bastante caigua en nuestra dieta rutinaria pero nunca lo consideré tomarlo en jugo.

            Con cierto recelo le pregunté:

  • Doctor ¿Usted ha tomado alguna vez  jugo de caigua?
  • No tiene buen sabor, pero tómelo con jugo de piña, pues.

            Eso fue suficiente, mi amada esposa no necesitó más. Desde el día siguiente, cada día, antes del desayuno me daba un vaso de jugo de piña y caigua.

            La dieta del doctor Bentín fue formidable, en tres meses bajé 26 kilos de peso y el jugo de caigua se encargó de normalizar mi colesterol.

            Cuando lo tomas con jugo de piña no le sientes ningún sabor extraño y constituye una “medicina” muy agradable que te hace tener ganas de continuar con tu dieta.

            Me hizo tanto bien que me puse a esbozar algo de información pertinente:

            “La caigua es una especie trepadora de la familia de las cucurbitáceas. El fruto, que es la caigua propiamente dicha, es una baya turgente.

            Domesticada en los Andes, su área de distribución tradicional es Perú, se cultiva en la región costeña, la selva baja, la selva alta y los valles templados de altura hasta los 3000 metros sobre el nivel del mar.

            Actualmente no solo es conocida en la Amazonía del Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia, sino que también se cultiva en otras zonas de América del Sur y América Central”.

            Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre.

            “La Caigua posee propiedades lipotrópicas, siendo capaz de reducir el colesterol malo del organismo (LDL) y fomentar el colesterol bueno (HDL). Estas propiedades hacen de la Caigua un producto ideal para aquellas personas interesadas en controlar su peso o en bajar sus niveles de colesterol”.

            Fuente: Pronamed, Dedicados a su salud y bienestar.

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