APUNTES

            Escuchado, oído o visto por aquí o por allí, he reseñado una serie de notas que me han hecho sonreír y me parece apropiada su publicación pues pienso que les ha de agradar tanto como a mí:

LA DOCTORA

            Una dama conversaba con un grupo de niñas en el colegio y les dijo:

  • Buenos días, yo soy la doctora Kimberly.
  • ¿Usted cura a los enfermos? – preguntó una niña.
  • No, no soy esa clase de doctora. Yo soy doctora en Letras.
  • ¿Entonces qué hace, doctora?
  • Yo leo muchos libros y luego escribo un resumen o una reseña de cada libro; y también escribo mis propios libros.
  • Ah, ya. Entiendo que sabe mucho de todo pero no cura.
  • No.

EL ABOGADO

            En la Serie Crímenes Mayores, el equipo policial acude a hacerse cargo del asesinato de una persona en el Teatro Griego, lugar que funciona como un parque, es decir, que se abre y cierra a horas determinadas y cualquier persona puede entrar.

            El Detective Reservista Buzz Watson utiliza el detector digital de identidad e informa al Teniente Loui Provenza:

  • Teniente, tenemos identificación positiva.
  • ¿Es un criminal? – pregunta el Teniente Provenza.
  • Peor – explica la Detective Amy Sykes – es abogado.

            (Major Crimes, Serie de televisión, Temporada 5 –Episodio 9)

CUANTAS LETRAS

            Estando trabajando como Jefe de Guardia de Control de Calidad en la Cervecería Backus, me presentaron a un nuevo Supervisor de Producción, Su nombre, me dijeron, es Bischofshausen. Sorprendido por la extensión de su apellido le pregunté a boca jarro:

  • ¿Sabes cuántas letras tiene tu apellido?
  • Catorce.

            Supongo que ya le habían preguntado antes y era, después de todo, una pregunta recurrente, es decir que no fui el primer sorprendido.

LEER NO SABO

            Una Maestra recibió una nueva alumna. Como es usual para establecer el nivel de conocimientos le preguntó:

  • ¿Sabes leer?
  • Leer no sabo.
  • ¿Y escribir?
  • Escribir sí.

            Tanto se extrañó la Maestra que le pidió que escriba y la niña hizo un garabato ininteligible. Muy sorprendida, la Maestra le dijo:

  • ¿Qué dice ahí?
  • Si ya le he dicho que leer no sabo.

EL DIAGNÓSTICO

            En un hospital un señor caminaba medio raro con las piernas separadas, lo cual es observado por dos médicos internos quienes apuestan un diagnóstico al ojo.

            Para corroborarlo se acercan al señor que caminaba raro y le dicen:

  • Estimado señor, mi colega y yo estamos discutiendo  la naturaleza de su mal: él dice que usted tiene lumbalgia y yo digo que usted tiene hernia discal ¿Quién está equivocado?
  • Ay, señor. Usted dice que tengo hernia discal y su colega que tengo lumbalgia. Lamento tener que decir que los tres nos equivocamos. Yo creí que era pedo.

EL SUPERVISOR

            Un día, en la fábrica buscaba al Supervisor Trece. Pregunté a uno de sus compañeros y él me contestó con una pregunta:

  • ¿Forrest Gump?
  • Forrest Gump es retrasado mental.
  • Por eso.

            No me apareció bonito que se expresara de ese modo acerca de su compañero de trabajo, por lo que comenté esta situación con mi Asistente en el Laboratorio de Embotellamiento, el “Gordo” Acosta:

  • Sí – me dijo él – yo también escuché ese comentario, pero parece que no puede “cuadrar” la producción de su Línea. Me da la impresión que no puede sumar ni restar y sus compañeros le tienen que ayudar a cuadrar su turno.

            Por ello, sin ningún gesto de compasión le llamaban Forrest Gump. Aún si tuvieran razón, no me pareció apropiado que trataran así a su compañero.

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