Cuando nació Ainhoa, los nuevos papás, se las arreglaban para atenderla como mejor les parecía. Charito tiene una amiga que es doctora y Pedro tiene una hermana en España que es médico pediatra, a quienes siempre consultan sobre cualquier situación.
Una noche cenábamos con invitados en la casa; celebraban el Primer Mes de Nacida y Ainhoa no se quería dormir. Lloraba a más no poder. Terminé rápido mi cena y les pedí a la nena:
- Dame, yo la haré dormir.
En un santiamén estaba dormida completamente en mis brazos. Charito no se pudo contener, tomó una foto y publicó en Facebook:
- Solo el abuelo la hace dormir.
Mi hija Claudia, mamá de Andrea, replicó:
- Es poderoso. Si a ti te hacía dormir.
Bueno, hice dormir a mis tres hijas y a mi nieta Andrea. El secreto es, que no hay ningún secreto, simplemente les canto canciones de cuna y muchos temas del cancionero se tornan en canciones de cuna cuando yo se las canto. No falla.
Era aún pequeña cuando estaba amasando para hacer pan y Charito, llevando en sus brazos a su bebe a manera de enseñanza le dijo:
- Mira bebita, el abuelito está haciendo pan.
- ¿Pan? Ah, ah, capqueik (capcake).
Cuando volvieron de sus primeras vacaciones trimestrales, Ainhoa estaba ligeramente resfriada. El lunes siguiente la vi con su uniforme del Colegio Polar, preocupado le dije a su mamá, mi hija Charito:
- ¿No crees que debería descansar hoy día?
- Ella quiere ir… tiene un cumpleaños.
- Ah, ya.
Es imposible que Ainhoa se pierda un cumpleaños. Al regresar no había síntomas del resfrío.
Cada noche mi hija Charito trae a su bebe para darme las buenas noches y yo le contesto solamente al cálculo porque he perdido el órgano de la audición casi totalmente. Como desde que ella nació sus padres la educaron en ambos idiomas le respondo también en inglés:
- Goog night, Grandpa.
- Good night, baby.
- Sweet dreams, Grandpa.
- Sweet dreams, baby.
Cuando esta vez vino a darme las buenas noches, vino con su papá, como no escuché bien respondí en inglés y ella al instante me corrigió:
- En español, abuelo.
- Buenas noches bebita.
- Que tengas dulces sueños, abuelo.
- Que tengas dulces sueños bebita.
Su mamá me explicó que cuando viene con ella habla en inglés y cuando viene con su papá, español de Cádiz, se despide en español.
Mi nieta siempre que se va a bañar lleva un juguete. Tiene una colección tremenda de animales. Al salir de la ducha pasa por mi habitación para mostrarme el juguete de turno y yo siempre le celebro:
- Muy lindo tu perrito, Ainhoa. Me gusta tu perrito.
Pero un día trajo otro animal y le dije lo mismo:
- Muy lindo tu tigre, Ainhoa. Me gusta tu tigre.
Ella no se aguantó y me aclaró:
- Es un leopardo.
Se lo conté a su mamá y ella me aclaró que Ainhoa reconoce al tigre, leopardo, jaguar, cheetah, etc. y sabe sus diferencias.
Cuando fueron por segunda vez de vacaciones trimestrales, siempre van al Centro Vacacional del CAFAE en Ricardo Palma (Chosica), cuando le sirvieron su bebida Ainhoa no la quiso tomar:
- Pero qué quieres hijita.
- El original.
- ¿Cuál es el original?
- El del abuelo.
Ya comenté antes que todos los días preparo dos litros de infusión para el almuerzo. Un día de manzanilla, otro día de menta y al tercer día de hierbaluisa. Pero no solo lo tomamos en el almuerzo, Ainhoa lo toma todo el día y en su cena. Está tan acostumbrada a beberlo y le gusta su sabor. Pero nunca le dijimos que yo lo preparo sino que ella observa todo y lo relaciona y a eso le llama “el original”, palabra que nunca dijimos en la casa. Es propio de ella.