Ya dije, más de una vez, que nuestras primeras hijas son mellizas, Luisa y Claudia, y la última, Charito, era nueve años menor. Entonces también sus estudios tenían un tremendo desfase.
Luisa estudiaba Estomatología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) y estaba, entonces, cursando el Tercer Año de Facultad.
Sucedió que asistíamos a una fiesta en casa de nuestros entrañables amigos la familia Espejo. También dije que en dichas fiestas todos bailamos, nadie se quedaba sin mover el esqueleto.
Ocurre que con bastante frecuencia, mientras bailamos acostumbramos conversar para ponernos al día. La fiesta estaba bien animada y lo disfrutábamos grandemente.
Mientras ejecutábamos los pasos de baile de moda, alcancé a escuchar una conversación. Un joven bailaba con Luisa y le decía:
- Tú estás en Tercer Año.
- Sí.
- Entonces tu hermanita está en Cuarto.
- Sí, mi hermanita está en Cuarto.
Mientras hablaba el joven señalaba a Charito, la menor, quién en verdad estaba en Cuarto Año, pero de Secundaria. Y la confusión del joven se debió, más que todo al hecho de que a pesar de ser la menor, Charito es más alta y tiene más cuerpo que Luisa, aparte que estaba con tacones altos.
Luisa miró a Charito y asintió:
- Sí, mi hermanita está en Cuarto.
Pero no quiso aclararle que estaba en Cuarto de Secundaria y siguió gozando de la música pegajosa que estaban bailando.
A pesar de que Leroy Jethro Gibbs, personaje principal de la Serie de Televisión NCIS, afirme que las coincidencias no existen, a veces ocurre que en la vida real sí se dan las coincidencias, como en este caso.