Hubo en Iquitos un Sanitario, Clase militar del área de Sanidad, que era muy bueno con las personas a quienes ayudaba. Un día se dio de baja y puso un consultorio donde daba consultas médicas y les vendía baratas las medicinas. Recibía muchas muestras médicas y él las regalaba.
Pero fue denunciado por el CMP y la policía lo detuvo. Todo Belén se levantó y exigió al Prefecto su inmediata liberación. Fue soltado en olor de multitud y lo sacaron cargado en hombros.
Fue tanta su alegría y tanta la gente que él ya se sintió el próximo Alcalde Provincial. Hacemos hincapié que el barrio de Belén es simpatizante de Acción Popular, el partido del Presidente Fernando Belaunde, quien inventó las “elecciones municipales”.
El Partido Acción Popular le hizo saber a Miguelito Olórtegui que ya tenían candidato para alcalde. De esta manera el sanitario fundó su propio partido pero no le fue bien y su agrupación se perdió en el olvido.
Algunas veces un partido político lanza a una persona en base a su carisma y a su popularidad personal pero sin que sea miembro de la agrupación. De todas maneras se sobreentiende que el Alcalde es el Alcalde del partido que es quien dicta el rumbo a seguir.
Ocurrió con el Alcalde Luis Arana Zumaeta, Alcalde Provincial por Acción Popular, pero observamos que nunca se presentaba a los Plenarios del partido por lo que se nombró una comisión para conversar y, sobre todo, aclarar su verdadera situación.
Cuando nos recibió nos dijo que él es Alcalde de Maynas no de Acción Popular. Le indicamos que era alcalde porque nosotros lo lanzamos con toda nuestra gente e invertimos mucho dinero para hacer la propaganda. Que ganó porque era el candidato de Acción Popular no por su linda cara.
Nos repitió que es el alcalde de Maynas y no tiene nada que hacer con Acción Popular. Si gastamos plata es asunto nuestro. Una persona sin el más menor sentido político, era Ingeniero y Gerente de una empresa local pero no tenía el más mínimo sentido común. Nos sirvió de escarmiento para nominar solamente a personas que hacen vida partidaria, no improvisados.
El Alcalde se declaró en contra del Tratado de Río de Janeiro y ordenó demoler la estatua de la Plaza 28 de Julio que celebra la firma del tratado.
En el monumento se puede leer la placa que dice:
“LOS PUEBLOS DE LORETO, SAN MARTÍN Y AMAZONAS, EN RECUERDO DEL PROTOCOLO DE RÍO DE JANEIRO DEL 29 DE ENERO DE 1,942, QUE BAJO LA INSPIRACIÓN PATRIÓTICA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DR. MANUEL PRADO, ORGANIZADOR Y DIRECTOR DE LA DEFENSA DE NUESTRA SOBERANÍA TERRITORIAL, CONSAGRÓ PARA SIEMPRE LOS DERECHOS DEL PERÚ SOBRE TUMBES, JAÉN Y MAYNAS”.
No contaba con la férrea oposición del Dr. Víctor M. Dávila, catedrático de la UNAP, sumo orador y escritor además cultor de las Bellas Artes.
Todos los días se enfrentaban en la radio ambos contendores hasta que al fin el Alcalde cedió a la insistencia y las razones de alguien más versado que él en temas de la historia de Loreto. Pero al obelisco ya le habían rebajado más de un metro de la parte más elevada. Solamente volvieron a colocar la estatua en su lugar.
Por algo dicen “Pa’bruto el alcalde”, en este caso nunca mejor dicho, fuera de esta situación su gobierno local pasó sin pena ni gloria.