Mi nieta Andrea Canaval es una buena y sobresaliente estudiante y su abuelita Judith y yo hemos estado siempre pendientes para poder ayudarla en lo que fuera necesario.
Muchos años mi amada esposa Maria Judith acudía a diario a su casa para recogerla del colegio San José de Cluny y cuidarla hasta que regresen sus padres del trabajo. Entonces la abuelita emprendía la marcha hacia su negocio en Jesús María.
Muchas veces me tocó a mí cumplir ese papel y en cierta ocasión ocurrió lo que paso a narrar.
Estábamos repasando sus tareas de Matemáticas y le manifesté que estaba disconforme con lo que les había enseñado su profesor:
- Los problemas de Aritmética se resuelven por métodos aritméticos, no por métodos algebraicos.
- ¿Vas a saber acaso más Matemáticas que mi profesor?
- Por supuesto que sé más Matemáticas que tu Profesor. Soy Ingeniero.
- ¿Y eso?
- Significa que tu Profesor ha estudiado Matemáticas solamente para enseñar a alumnos de Secundaria. Los Ingenieros estudiamos Matemáticas para la vida.
- ¿?
- Los Ingenieros construimos puentes, edificios y colegios. Diseñamos maquinarias y equipos, vehículos que van a la Luna y viajan tan lejos que llegan a Júpiter. Para eso estudiamos Matemáticas, mucho más que un Profesor y en niveles mucho más avanzados. Es nuestra razón de ser. Tal cantidad de Matemáticas que tu profesor ni siquiera se podría imaginar.
Con eso se calmó, resolvió como le indicó su Profesor pero aprendió el método que le indiqué. Esto puede serle de mucha utilidad cuando le tocara dar Examen de Ingreso a la Universidad.
Pero no tuvo necesidad de dar Examen de Ingreso pues los cinco años de estudios en Secundaria ocupó las primeras colocaciones en el Cuadro de Méritos y tuvo ingreso directo a la Pontificia Universidad Católica, donde ahora estudia.