En algún momento de mi vida leí esta expresión y me acostumbré a usarla habida cuenta que todo en la casa lo hacía yo. Había estudiado en el Ejército el oficio de Instalaciones Sanitarias (gasfitería) en el Centro de Entrenamiento Industrial del Ejército, en Chorrillos.
Pero mi papá era muy aficionado a hacer las cosas en vez de mandarlas a hacer y por ello en casa siempre teníamos muchas herramientas y crecí familiarizado con ellas.
Además me gustaba el bricolaje y me leí todos los números de la revista Hobby en Español que había en la Biblioteca Municipal de Iquitos, que estaba ubicada en la Plaza de Armas y muchas de mis “creaciones” se originaron en ellas.
En mis vacaciones de verano (enero a marzo) leí un tratado de Química porque sabía que en ese año me tocaría estudiar en el colegio (Tercero de Secundaria) el curso de Química. El Capítulo que más me agradó fue Estequiometría que es el estudio de las reacciones químicas mediante una ecuación y el balanceo de sus componentes.
Cuando comenzó el curso en el colegio en la primera prueba saqué 20, ni el profesor lo podía creer. Me sacó a la pizarra y resolví las ecuaciones explicando las razones para ello. Quedó convencido.
Conté a mis hijas esta historia y mi hija Claudia dijo que yo era de otro mundo:
- ¿A quién se le ocurre pasar sus vacaciones leyendo un Tratado de Química? Solamente a ti.
Quizás ese gusto por conocer toda la Tabla Periódica de los Elementos Químicos de Mendeléyev y las ecuaciones químicas fue determinante para seguir la Carrera de Ingeniero Químico.
Pero mi hija menor, Charito, es de natural iconoclasta, al igual que su mamá hacen poco caso a la autoridad en cualquiera de sus formas.
En una oportunidad, cuando era pequeña, me preguntó qué eran los protozoarios. La miré fijamente tratando de desentrañar cuanto sabía ella de los animales (vertebrados, invertebrados y microscópicos) para poder darle una adecuada respuesta, pero ella lo tomó como que no lo sabía y soltó:
- ¿No pues papá lo sabe todo?
Sí, es cierto, papá lo sabe todo, solamente trataba de encontrar las palabras más apropiadas para tu edad.
- Los protozoarios son animales muy pequeños y constan de una sola célula. Tenemos que verlos con un microscopio y muchos de ellos ocasionan enfermedades.
Con esta respuesta quedó satisfecha su sed de conocimiento pero quedó mellado su amor propio: No había podido salir con su gusto.
Un par de años después me preguntó: “Papá ¿qué es inmersión?” para de inmediato, haciendo un gesto tajante con la mano, agregar, “en dos palabras”. Me limité a juntar las palmas de mis manos y haciendo un gesto de empujar hacia abajo las manos dije al mismo tiempo “buff”. Definitivamente esto es inmersión. Fueron menos de dos palabras pero, al parecer, no le agradó la salida porque me dijo “payaso”.
Varios años después el diario El Comercio sacó un nuevo crucigrama que no era de palabras cruzadas sino que las soluciones resultaban una debajo de la otra. Con la primera letra de cada solución en vertical se podía leer el nombre de un libro y su autor. Lleno de satisfacción y orgullo por haber entendido y solucionado el crucigrama comenté mi éxito con el nuevo juego. Si pensaba oír felicitaciones debo decir que fue todo lo contrario, Charito me dijo:
- Te odio, todo sabes.
Cuando ingresé a trabajar en la Cervecería Backus y Johnston S.A. en 1973, me asignaron al Laboratorio de Embotellamiento. Se encargó de entrenarme el Ingeniero Max Prado, quién me enseñó toda nuestra área de trabajo, desde la Filtración de Cerveza, la Bodega de Gobierno y toda la Planta de embotellamiento.
Le pregunté:
- ¿Por qué se le llama Bodega de Gobierno?
- Porque desde ahí se “gobierna” toda la producción de cerveza.
Poco después me enviaron al Laboratorio Central donde tenían un texto muy interesante en su biblioteca: El Cervecero en la Práctica.
En ese libro explicaban que en la “época de la ley seca” en Estados Unidos, se dispuso que las cervecerías solamente podían elaborar cerveza con 1% de alcohol en volumen. Situación por la cual los gringos le decían casi cerveza.
La ley disponía que agentes del gobierno debían verificar cada tanque de cerveza refinada. Una vez medida la cerveza el tanque era sellado. La cervecería para poder despachar la cerveza de un tanque aprobado debía pedir autorización al gobierno.
Es esta la razón por la que los cerveceros desde entonces, a la bodega donde está la cerveza refinada y lista para embotellar, dieron en llamarla “Government tanks” (Bodega de Gobierno).
Cuando le comenté a Max Prado esta explicación, me dijo que no había leído ese libro, que nunca leía ningún libro y siempre había creído que se llamaba así por la razón que me había dicho.
Muchos años después se comentó en la fábrica que iban a instalar una Planta de Tratamiento de Agua por Ósmosis Inversa.
El Técnico Castillo, egresado de la ESEP Middendorf, vino a buscarme en el Laboratorio Central donde yo estaba trabajando como Analista Químico Instrumental, para preguntarme qué era la ósmosis inversa. Le miré fijamente a la cara tratando de desentrañar cuánto sabía de físico-química. Pero le escuché decir bajito “Ah, al fin algo que no sabe”.
Sonreí, en esos tiempos donde el Internet no cabía ni en los sueños más calenturientos, yo era el “Wikipedia” para todos los efectos. Todos acudían a mí para buscar una explicación a algo que no conocían o no se acordaban de lo que habían estudiado en el colegio o el instituto o la universidad, porque sabían que me he pasado la vida leyendo y estudiando todo. Tenía en mi casa 5,000 títulos de todas las categorías.
Le dije que estaba buscando la manera más simple para darle la respuesta más apropiada y que le fuera útil:
“Por tus estudios en le ESEP Middendorf sabes que la ósmosis en un fenómeno físico-químico por el cual dos soluciones que están separadas por una membrana semipermeable, una de ellas puede pasar. Semipermeable quiere decir que puede pasar de aquí para allá pero no de allá para acá. Igual a cómo funciona una válvula check en una tubería.
En la ósmosis, la solución más diluida pasa hacia la solución más concentrada con la finalidad de equilibrar las concentraciones.
En la ósmosis inversa es al revés: el agua pasa de la solución más concentrada hacia la de menor concentración. En el caso de la cervecería, la Planta de ósmosis inversa se utilizará para ablandar el agua dura de nuestros pozos: El agua dura contiene sales de calcio y de magnesio que en este caso quedan retenidas mientras solamente puede pasar el agua pura.
Como Backus es una planta industrial, la producción de agua blanda tiene que ser también en cantidades industriales y el resultado es más fácil y más rápido que en la planta de ablandamiento de agua por el método de las resinas, y más barato también.
Amigo, es el futuro el que estás viviendo y eres parte de ella pues tú vas a operar la planta. Felicitaciones”.
Definitivamente PAPÁ LO SABE TODO.