Era el año de 1964 y la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) de Iquitos, recibió la invitación para participar en las Olimpiadas Universitarias que se realizarían en la ciudad del Cusco.
Nuestra universidad era joven, de reciente fundación y no teníamos ninguna visión en materia de deportes. Había muchos deportistas individuales, jugadores profesionales de fútbol, algunos que practicaban basquetbol, pero no teníamos ninguna organización.
El mismo Rector Emilio Gordillo Angulo sugirió:
- Le mandamos a Panchito Carbone que nada como un pez.
Arturo Miyake Vela, de Agronomía, se propuso a sí mismo para esgrima, algo sorprendido le pregunté:
- ¿Sabes la esgrima?
- He estado en Cuarto Año de Cadete en la Escuela Militar de Chorrillos. Sí, sé esgrima con espada y florete.
Carlos Mathews, de Agronomía, proponía a Quiñe para la Maratón. Quiñe jugaba de Arquero en un equipo de fútbol. No pude evitar preguntarle:
- ¿Estás seguro?
- Claro que sí. Antes de cada partido se da 10 vueltas a la cancha. Qué rico tipo para correr. Nadie mejor que él para la Maratón.
Muchos propusieron a Luis Ríos Chiong, de Agronomía, para ajedrez habida cuenta que toda su familia y la familia de su tío “Pipi Vargas” lo juega, todos son muy aficionados y conocen todas las salidas y mates.
Armaron un equipo de Fútbol, teniendo en cuenta que algunos estudiantes eran jugadores de Primera División.
Así, ensamblando un equipo de deportistas a la de Dios, es decir de forma por demás improvisada y sin ningún entrenamiento, los mandamos al Cusco, el ombligo del mundo.
Iquitos es una ciudad moderna que está a 104 msnm y el Cusco está a 3,400 msnm, lo cual es una diferencia notable que tiene, de todas maneras, que influir en el rendimiento deportivo de nuestra Selección.
A Quiñe le tuvieron que poner oxígeno, Miyake perdió, el Fútbol perdió. Lucho ganó su primera partida de Ajedrez pero se “pegó una bomba” y no se presentó a la segunda competencia y fue eliminado. Solamente Pancho Carbone Mora trajo una Medalla de Bronce por su magnífico desempeño. Algo es algo.
La cosa es que, a pesar de no haber tomado en cuenta el tema de los deportes en nuestra joven universidad, hicimos frente al desafío que representaba participar en los Juegos Olímpicos Universitarios, y todavía en el Cusco.