Caminando por la calle, no, no vi gente pasar. Sentí mareos. Me dirigía a la vuelta de mi casa para comprar el pan para la cena de la noche y de repente parecía que no podía caminar derecho. Andaba como borracho.
Pero como soy bien terco no le hice caso y compré el pan. Esa noche le dije a mi esposa que al día siguiente quería ir al SAM, porque de pronto siento mareos, parece que no puedo caminar bien.
El SAM (Servicio de Asistencia Médica) también denominado Policlínico “Esther Grande de Bentín”, es el servicio que brindaba la Cervecería Backus a sus trabajadores. Tanto la atención médica como los medicamentos eran cubiertos por el Seguro Médico Familiar.
El SAM estaba ubicado en la calle Patrocinio, a un lado de la Alameda de los Descalzos en el Rímac.
Acudimos al Otorrinolaringólogo y después de escuchar mi explicación me entregó una receta. Entonces le mostré una revista donde se mencionaba este malestar. El doctor me miró fijamente a los ojos y finalmente me dijo:
- Bueno, llegando a su casa se va a echar en la cama y su señora le va a hacer sentar y con fuerza lo va a lanzar hacia atrás, teniendo cuidado de no golpear la cabeza. Luego se va a poner de costado y repite la operación, después hace lo mismo con el otro costado. Eso será suficiente, quedará usted como nuevo.
Este mal se llama VPPB (Vértigo postural paroxístico benigno). El mareo se produce porque unos cristales pequeños llamados otolitos se salen de su sitio en el oído interno. La mecánica que nos enseñó el médico tiene por finalidad hacer que los otolitos vuelvan a su lugar de costumbre y de esta manera viene a ser un “santo remedio”.
Me sentí muy bien y nunca más volví a sufrir este mal. Pero a la semana siguiente me llamó mi padrino, nuestro padrino de matrimonio Víctor H. Montenegro y me manifestó que la madrina, Luz Marina Otiniano Soto, sentía muchos mareos que le impiden caminar. Le conté lo que me había pasado y cómo lo habíamos solucionado por completo.
Al día siguiente volvió a llamar para decirnos que fue muy buena la indicación y que la madrina está como nueva y muy contenta por como la habíamos enseñado a solucionar un problema sin medicamentos. Una maravilla.
En verdad es una maravilla recuperar la salud y mejor aún si se hace de manera natural, solamente con conocimientos. A esto lo llamamos experiencia.
