14 LA MAESTRA

            La Escuela de Mujeres Nº 172 era el centro educativo más importante de la ciudad de Iquitos, no solamente porque estaba ubicada en un lugar sobresaliente, la primera cuadra de la calle Napo, a media cuadra de la Plaza de Armas, sino también por su fachada de aspecto sobrio y elegante.

            En esa escuela enseñaba mi, entonces, enamorada, la Profesora Maria Judith Alva Rivera. Allí estudiaba mi hermana menor Mónica y casi todas las chicas de mi barrio.

            La Profesora de Mónica era la señora Dora Marill Cobos, una profesora realmente muy preocupada por el aprendizaje de sus alumnas. Judith decía que Dora no quería que ninguna de sus alumnas repita el año y se esforzaba hasta el cansancio para que todas sus alumnas superen los exámenes. Se desvivía.

            Curiosamente no fue su profesora mi enamorada pero todo el colegio, Directora, profesoras y alumnas, sabían que Mónica era mi hermana y que Judith era mi enamorada. Es decir, Mónica era la “cuñada” de la Señorita Judith.

            Todos los días la Señorita Dora enviaba mensajeras a mi casa. Tocaban la puerta, gritaban el mensaje y echaban a correr porque Mónica salía a pegarlas. El mensaje era, por supuesto, “Mónica no hizo las tareas”.

            Mi enamorada me comentó que las alumnas les llaman Señoritas a las profesoras, en cambio los varones les dicen Maestra. Hoy en día me parece que a las profesoras las llaman invariablemente Miss.

            Como dije antes, Judith no era la profesora de Mónica pero no dejaba de tener impacto en su vida: De repente, Mónica me decía “ñaño limpia mis zapatillas” (les limpiaba y aplicaba Griffin), “córtame las uñas”, “dame un pañuelo”, “péiname”.

            Cuando le preguntaba por qué tanta agitación y nerviosismo, me respondía:

  • La Judith está de Turno, cho”.

            O sea, Judith era el “cuco” y todas temblaban por si les revisaba el peinado, las zapatillas y el pañuelo. Pero es así cómo se forma disciplina en un colegio: la preocupación de la Señorita Dora y el temperamento de la Señorita Judith. Una buena combinación.

            Con el tiempo, Mónica también llegó a ser Profesora, Licenciada en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) de Iquitos.

La Maestra

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