Oswaldo “Cachito” Ramírez trabajaba en la Cervecería Backus en la División de Relaciones Públicas y cuando venía al comedor a tomar su almuerzo le gustaba sentarse con nosotros, los ingenieros, y era muy conversador.

            Cachito Ramírez era llamado “El verdugo de La Bombonera” porque el 31 de agosto de 1969 se desprendió de sus “marcas” y a toda carrera logró poner dos goles que eliminamos a la Argentina del Mundial de Fútbol de México 70.

            Se comentaba en esos días que Cachito había sido campeón en 200 metros planos en su colegio y por eso su “escapada” para poner los dos goles.

            Era entonces una leyenda viviente y nos llenaba de orgullo su compañía y nos agradaba su conversación.

            Jugó algunos años en el Atlético Español de México y nos contó que allí, al policía que está dirigiendo el tránsito, le puedes “mentar la madre” y no te pasa nada, pero si le dices algo a un motorizado, éste te sigue y te agarra, y de todas maneras te da “la mordida” que en ese país está institucionalizada.

            También era “Veedor” oficial de la FIFA y viajaba siempre a Suiza. Nos contó que una vez se encontró con un compatriota y lo llevó a la sede de la FIFA donde se realizaba la sesión:

• “Bufet gratis a todo dar, mi amigo salió contento” – nos dijo.

            Comenzaba el mes de agosto de 1994 y Oswaldo como dirigente del Sporting Cristal (propiedad de la Cervecería Backus) y miembro prominente de la FIFA, era el encargado de organizar la celebración de las Bodas de Plata (25 años) del histórico partido de fútbol en la Bombonera.

            Estamos sentados los dos solos en la mesa del comedor y me hablaba emocionado de la fiesta que estaba organizando, me mostró papeles donde estaba la aceptación de todos los integrantes de esa Gran Selección Peruana, según muchos autores, la mejor de todos los tiempos. Me contó:

• Encontramos a Didí, ya está viejito pero viene, está en silla de ruedas. Todo está listo, va a ser una celebración en grande.
• ¿Y el médico que compuso Perú Campeón? – le dije yo.
• Verdad, Jorge. Tienes razón y sé dónde encontrar al doctor Figueroa. Ahora mismo le llamo.

            Debe haber sido una celebración apoteósica porque fue la primera vez en nuestra historia que acudíamos a un Mundial de Fútbol por derecho propio, con la Selección Peruana más grande de todos los tiempos y lo hicimos dejando a la Argentina sin mundial.

            No me invitó pero me imagino que fue muy emotivo y además valía la pena celebrarlo porque hasta ahora, cuando tratamos de llegar a un nuevo mundial seguimos escuchando la tonada de:

¡Perú campeón!

¡Perú campeón!

Es el grito que repite la afición.

            Esta canción la compuso el médico peruano Félix Alfredo Figueroa Goytizolo con ocasión de las eliminatorias para el mundial de México 70.

            Como dije, era siempre agradable conversar con Cachito Ramírez y nos encontrábamos en el comedor todas las veces.