350 LA FIESTA DE DISFRACES

            Se acercaba la fecha de la gran fiesta de Aniversario de la oficina y todos se prepararon con bastante anticipación porque iba a ser una fiesta de disfraces.

            Los más emocionados eran Carlos y su esposa Ludovina ya que la señora pocas veces tenía la oportunidad de jaranear.

            Cada uno diseñó su disfraz que incluía una máscara, pero no significaba problemas porque ambos sabían de qué se iban a disfrazar.

            A última hora una migraña indispone a la mujer, por lo que Carlos va solo. La esposa se queda triste porque había ansiado tanto ir a esta reunión de la oficina.

            Pero más tarde se le pasa el dolor de cabeza a la mujer, y decide ir a la fiesta y de paso espiar a escondidas para ver cómo “se divierte” su marido.

            Ya en la fiesta que está en su apogeo observa como el sinvergüenza de su marido se liga a toda moza que encuentra, incluida ella. La señora finge no conocerle y se pasan una noche de película.

            A la mañana siguiente Ludovina le pregunta con cierta ironía a su marido:

  • ¿Qué tal la fiesta de ayer?
  • Pues mira Lidu, la verdad, sabes que sin ti no me lo paso bien y he estado toda la noche jugando al mus con los amigos, pero el que me han dicho que se lo pasó de miedo fue Pedro, que como yo no fui, le preste mi disfraz.

            Moraleja, no siempre es bueno tratar de juzgar porque puedes salir escaldado.

Fiesta de disfraces

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