176 HUMOR CUBANO

Forward recibido el 15 de noviembre de 2015

Un poco pasadito pero aún chistoso.

  • ¿Por qué en Cuba no hay piscinas?…
  • Porque todos los que saben nadar se han ido a los EEUU.

Un europeo le pregunta a un cubano:

  • ¿Y?, ¿cómo andan en Cuba?
  • Mirá… no nos podemos quejar…
  • Ah!  Ni bien ni mal, ¿no?
  • ¡No, no!   QUE NO NOS PODEMOS QUEJAR.

Un cubano quería escaparse de la isla y se le ocurrió irse con el circo de Moscú, que visitaba la mencionada isla. Para realizar su plan se disfrazó de mono y se metió en la jaula de los animales. Estaba ya por salir de la isla con el circo, cuando llega el domador y mete a los leones a la misma jaula.          El tipo, desesperado, comenzó a gritar «¡AUXILIO, AUXILIO!» y a tratar de quitarse el traje de mono, cuando uno de los leones le dice:

  • «Imbécil, quédate callado, o nos fastidias la salida de la isla a todos»

(En el ranking que hago, ESTE SE LLEVA EL LEON DE ORO, EL OSCAR, EL MARTIN FIERRO, EL IRIS, EL MTV AWARD, EL GOYA, EL GRAFFITTI)

Fidel muere y llega al cielo pero no estaba en la lista, así que San Pedro lo manda al infierno. Cuando llega al infierno Satanás lo recibe y le dice:

  • ¡Hola Fidel! te estaba esperando, pasá que acá estarás como en casa.

Fidel le responde:

  • Gracias Satanás pero estuve primero en el cielo y dejé olvidadas mis maletas allá.
  • No te preocupes (responde Satanás), voy a enviar a dos diablitos a recoger tus cosas.

Así es como dos diablitos llegan a las puertas del cielo, pero las encuentran cerradas porque San Pedro estaba almorzando.

  • No importa (le dice un diablito al otro), trepamos la puerta y sacamos las maletas sin molestar a nadie.

Empiezan a subir la puerta cuando dos angelitos que pasaban por allí los ven, y un angelito le dice al otro:

  • ¡No hace ni diez minutos que Fidel está en el infierno y ya tenemos refugiados!

         En la carretera hacia La Habana, un conductor se encuentra con una multitud y al detenerse le pregunta al de al lado qué es lo que sucede y éste le responde:

  • Un grupo de «delincuentes» han secuestrado a Fidel Castro y están solicitando 10 millones de dólares por su liberación, y si esta petición no es cumplida en 2 horas, lo rociarán con combustible y le prenderán fuego, por lo que estamos haciendo una colecta.
  • ¿Y cuánto han logrado reunir hasta ahora?- pregunta.
  • «Tenemos… 88 galones de gasolina Premium, 52 de gasolina regular, 35 de gasoil, 29 de kerosene, 27 de alcohol, 38 cajas de fósforos y 21 encendedores».

Fidel y Raúl están en el aeropuerto esperando a Chávez y comienza a llover. Raúl se remanga los pantalones para no salpicarse. Llega Chávez y cuando está descendiendo de la escalerilla del avión, Fidel le dice a Raúl:

  • Raúl, bájate los pantalones.

Y Raúl le pregunta:

  • ¿Tanto le debemos?

En Cuba:

Al autobús le dicen aspirina… una cada cuatro horas.

Al bistec le dicen Jesucristo… porque se habla de él, pero nadie lo ha visto.

Al refrigerador le dicen coco… porque adentro solo tiene agua.

 

Pregunta.- ¿Cómo maúllan los gatos en Cuba?

Respuesta.- Miaaami… Miaaami… Miaaami…

  • ¿Por qué a Fidel Castro le dicen el semáforo?…
  • Porque primero estuvo con los rojos (rusos), después con los amarillos (chinos) y ahora con los verdes (dólares).

La maestra de La Habana cuelga un retrato de Bush y pregunta a la clase:

  • ¿De quién es este retrato?

Silencio absoluto.

  • Los voy a ayudar un poquito. Por culpa de este señor estamos pasando hambre.

Jaimito dice:

  • ¡Ah, maestra!, es que sin uniforme y sin barba no lo reconocimos.

 

175 PALABRA DEL SEÑOR

Escribí antes un post en mi blog recordando una Tradición de don Ricardo Palma que hacía referencia a una acción no cabal, y peor aun cuando se hace referencia a actos inadecuados de gente de la Iglesia:

«Cosas tiene el rey cristiano

que parecen de pagano»

            Cada cierto tiempo, desde el concilio Vaticano II, se producen cambios en las formas de los rituales de la Misa.

En tiempos en que recién se estaba comenzando a usar las respuestas a las Lecturas de la Misa y la gente aún no había interiorizado este procedimiento, se produjo este hecho:

En Ventanilla, Parroquia San Pedro Nolasco, se estaba celebrando la Misa de la Primera semana del fallecimiento en acción del valeroso miembro de la Guardia Republicana del Perú (GRP), Oscar Monasterio Urbina, hermano de nuestra comadre Juana Monasterio  Urbina.

Ahora todo el mundo sabe que tanto la Primera Lectura como la Segunda Lectura terminan con la simbólica frase “Palabra de Dios”. El pueblo responde “Te alabamos Señor”. Cuando el sacerdote anuncia “Proclamación del Santo Evangelio” nos persignamos y decimos “Gloria a Ti Señor” y cuando termina la proclamación del Evangelio lo hace con la frase “Palabra del Señor”. Todos respondemos “Gloria a Ti Señor Jesús”.

Cuando hablé con mi hermano Mayor, Raúl, quien sabe mucho de los temas de la Iglesia, él es Catequista, Ministro Extraordinario de la Eucaristía y estaba estudiando para Diácono, me dijo que en ese entonces recién se estaba estableciendo este nuevo ritual, pero que aún no estaba generalizado. Esto se logra poco a poco hasta que la gente lo haga suyo.

Pero en aquel entonces pocos sabían de este cambio y en Ventanilla nadie lo había aprendido aún. Por eso cuando el Párroco dijo “Palabra del Señor”, nadie respondió. El cura volvió a decir más fuerte y nadie entendía qué es lo que quería. Visiblemente malhumorado gritó otra vez “Palabra del Señor”. La Misa se había interrumpido porque el sacerdote quería que el pueblo responda de acuerdo a las nuevas normas que nadie sabía.

Me pareció horroroso este hecho, pero recordé algo de cuando acompañaba a mis hijas  que eran Catequistas en nuestra Parroquia Santa María Magdalena en Pueblo libre, y tímidamente dije “Gloria a Ti Señor Jesús”. El cura pareció satisfecho pues dijo “Eso, así se responde, Gloria a Ti Señor Jesús”. “A ver ahora: Palabra del Señor”, todos respondimos “Gloria a Ti Señor Jesús”. Es decir:

Cosas tiene el rey cristiano

que parecen de pagano”.

 

174 YO UN MUSTANG Y YO UN CAMARO

Cuando somos niños nos ilusionamos con algo o alguien que vemos y nos proponemos alcanzarlo alguna vez.

Es importante tener sueños y aspiraciones pues nos conduce por el camino del ideal y el esfuerzo que tenemos que hacer para volverlo realidad.

Cuando vivía en Iquitos, de niño, me encantaba mirar una camioneta Station Wagon  Ford. Era enorme y parecía enchapado en madera. Me decía a mí mismo que de grande tendría uno igual. Especial para salir con la familia. Tenía 8 años de edad.

Había entonces unos zapatos para adulto de cuero de becerro con planta de guta enorme y en chaflán. Lo deseaba.

Pero cuando tuve dinero, era músico profesional desde los 12 años, ya no existían esos zapatos. Conseguí zapatos de cuero de becerro y planta de guta pero no en chaflán. Ya no estaban de moda. Cuando tuve familia y llegó el momento de comprar mi carro propio, ya no se vendía carros Ford en el Perú. Tuve que escoger entre Toyota y Datsun. En la Cervecería Backus quienes tenían carro me aconsejaron. El Supervisor de Producción, Juan Hubí, dueño de una SW Hillman, me dijo que son malos, que no lo compre. El Supervisor de Electricidad, Kanashiro, me explicó que el Toyota es bueno y elegante pero su mantenimiento es muy costoso, en cambio Datsun es un carro diseñado para las rutas del Perú y existen repuestos en todas partes. De manera que adquirimos, luego de conversar con toda la familia, la Station Wagon Datsun 1982, color rojo metálico. Ya ni pensar con la camioneta que parecía forrada en madera que yo soñé.

Por algo dicen que ¡los sueños, sueños son!

En cierta oportunidad alcancé a escuchar una conversación entre mis tres hijas, Luisa y Claudia, adolescentes, y Charito 9 años menor que ellas: Claudia decía que de grande se va a comprar un Mustang (Ford) y Luisa un Camaro (Chevrolet). Posiblemente lo veían en el cine o en las series de la televisión.

Pero lo curioso fue que Charito no dijo nada, algo por demás inusual, por lo que sus hermanas le preguntaron:

  • ¿Y tú, Charito, qué carro te vas a comprar?
  • Yo no voy a comprar carro. Yo voy a manejar el carro de mi papá.

Andando los años, Claudia no se compró el Mustang y Luisa no se compró su Camaro y ninguna de las dos maneja carro. Los esposos de ambas tienen carros Toyota con los que van a todas partes. Charito si aprendió a manejar, manejó mi carro que se convirtió en el carro de la Católica y de la Parroquia. Después lo vendió y se compró un auto Nissan Primera, muy vistoso.

Como dije ¡los sueños, sueños son!, pero qué bonito es soñar.

Los sueños                                      La realidad