Quienes están diciendo que la Educación No Presencial es buena, no tienen tres años de edad ni tampoco tienen hijos de tres años de edad. Entre ellos el Ministro de Educación y sus adláteres.
Puede ser aceptada por los estudiantes que ya han asistido al Colegio y tienen experiencia con sistemas educativos, que han interactuado con sus compañeros de Salón y están acostumbrados al rigor y la disciplina que imparten los profesores.
Pero un niño que tenía que asistir por primera vez al Nido Escolar simplemente no va a comprender jamás que está siendo “educado” en su casa.
Por más que sus padres se esmeren en habilitar una habitación con apariencia de Aula Escolar y le “enseñen” materias que les iban a dar en el Nido Escolar, no van a ser comprendidos.
La primera necesidad del novel estudiante es justamente el separarse de sus padres. Esta separación es la primera experiencia educativa que no podrá nunca ser reemplazada por más buena voluntad que se tenga, porque en casa están todo el tiempo sus padres quienes se esfuerzan pero no podrán jamás reemplazar la interacción con un elemento extraño en su vida, llamado Profesor o, como se estila mucho actualmente, la Miss.
En la casa no están 15 niños de diferentes carismas y diferentes caracteres y, sobre todo, diferentes habilidades, por lo tanto no va a tener esa experiencia de conocerlos. Interactuar en persona es muy diferente a verlos en una pantalla del televisor o de una Tablet. La tecnología es buena pero no va a reemplazar a las personas, ni aún si el robot baila cumbia.
Nunca entenderá el fenómeno del tiempo en función de la hora para impartir las materias porque en casa no le damos importancia para el aprendizaje, solamente para tomar los alimentos y, especialmente, para no toparnos con los temibles atrapatontos que, como el tunche, salen de noche. Para eso sí sirven.
La educación es tan valiosa y muy importante en la vida y la formación académica de las personas como para dejarlas en manos de elementos sin ninguna preparación ni carisma. La Educación No presencial no es buena.
Se hace entonces necesario establecer una forma para que nuestros niños puedan asistir al Nido en vez de andar diciendo “que aprendan en su casa”. Con esto solo podrán llegar a ser ministros de educación y eso no es bueno.
Las imágenes son propiedad de Paula Mezarina de La Cueva