148 LA REINA DE ESTUDIOS GENERALES

Cuando lean mi libro “En nuestra selva” conocerán las implicancias de mi ingreso a la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) de Iquitos.

Como verán, había dos salones de Estudios Generales: Salón A, 30 alumnos que ingresamos aprobando el Examen de Ingreso, teníamos horario regular como corresponde a estudiantes universitarios, y el Salón B, 200 estudiantes de ingreso libre.

Cada año la Universidad en su intento de acercarse a la comunidad  elegía  una reina por cada Facultad para celebrar la primavera y sacaba “carros alegóricos” con las reinas, que desfilaban por toda la ciudad. Era una fiesta muy vistosa y congregaba a toda la población. Así había la Reina de Educación, la Reina de Agronomía y la Reina de Estudios Generales. Aún no había Reina de Ingeniería Química, la última Facultad en formarse.

Pero en el caso de Estudios Generales  hubo en 1964  un problema que fue un verdadero dolor de cabeza: teníamos que elegir una reina que representaba a los dos salones y ya estaba visto que el Salón B con sus doscientos estudiantes elegirían a su candidata Carmen Velorio Valdivia, muy bonita por cierto, pero no nos representaba. Nosotros teníamos nuestra propia candidata Corina Tuesta Bazán. De manera que Carmen era la Reina de Estudios Generales pero nosotros queríamos nuestro propio carro alegórico de Estudios Generales A con nuestra Reina Corina I.

El Ingeniero Donaire, Director de Estudios Generales, nos aceptó y nos proporcionó nuestro propio presupuesto, pues era un caso muy sui generis.

Sería el nuestro el carro alegórico más vistoso en el Desfile de Primavera de la Universidad del año de 1964.

Nos ayudó el Ingeniero Del Alcázar, Catedrático de Revisión de Matemáticas, Teniente del Ejército y amigo personal del industrial Colbert Isern de quién consiguió que nos prestara un camión para decorarlo y toda la madera de su aserradero. El mismo Ingeniero Del Alcázar nos llevaba en su Jeep al  aserradero de Morona.

Diseñé el carro con un motivo muy especial y único: Cleopatra, la Reina de Egipto, tomando como referencia a la película con Elizabeth Taylor. Teníamos carpinteros entre los compañeros quienes de inmediato se pusieron manos a la obra de acuerdo a mis planos y las chicas nos apoyaron con la confección del vestuario también diseñado por mí.

Recordaba haber visto en la casa de Charapa, el dueño de la Funeraria más antigua y antiguos dueños del Carrusel que hubo una vez en Iquitos, unas imágenes de cuerpo entero de un tigre y un león. Los alquilamos. Vestí a dos condiscípulos con atuendos cortos, el torso desnudo que destacaba su cuerpo atlético y dos chicas condiscípulas con vestidos cortos como Elena de Troya montadas sobre las fieras. Todo el vestuario y los tules del camastro en que descansaba Cleopatra fue confeccionado por Betty Cifuentes y las compañeras. Betty comprendió al instante lo que yo deseaba poner en el carro alegórico. Corina lucía un vestido dorado, largo, cual Elizabeth Taylor  en la película Cleopatra, y con sandalias doradas.

Fue el carro alegórico más vistoso y más elogiado de toda la universidad por su diseño original, la firmeza de la confección y, sobre todo, el entusiasmo de los chicos serios con los brazos cruzados como corresponde a los esclavos custodios de la gran Cleopatra y las chicas que derramaron gracia y salero por doquier. Para Corina confeccioné una corona con alambre recubierto de oropel dorado cual una diadema de oro coronada por una cobra que nuestra Reina lució encantada. Lo mejor de todo: el entusiasmo y el empeño puesto de manifiesto por todos, los 30 alumnos de Estudios Generales Salón A, desde el comienzo del trabajo hasta que se terminó el desfile. Una experiencia extraordinaria de trabajo en equipo y la confianza puesta de manifiesto por el Director Donayre. Lo que más nos agradó fue que hicimos sentir nuestra presencia en la Universidad.

 

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