El día 14 de marzo de 2020, mi buen amigo Alberto Luis Chevarría Kerschbaumer, gran “cazador de frases célebres” y no tan célebres, puso un post, una imagen de “Educación Emocional”:
“Todos somos ignorantes; sólo que ignoramos cosas diferentes”
Me hizo recordar a una matrona de nuestra Parroquia cuya frase redundante era, precisamente, “todos somos ignorantes”. Y, al parecer es una frase que todo el mundo lo usa, sobre todo cuando “mete la pata”.
Pero no es cierto. En realidad el término ignorante engloba algo más que una simple metida de pata o desconocer algunas cosas acerca de un tema en discusión. Un médico famoso no sabe freír un huevo. El no saber freír un huevo no le hace ignorante, solamente nos dice que es un médico famoso que no sabe freír huevos.
En realidad nadie sabe todo, pero conque un especialista sepa todo lo relacionado a su especialidad nos satisface, y no es tampoco necesario andar repitiendo lo que dijo Sócrates “Sólo sé que nada sé”.
Pero se le llama ignorante a una persona que no tiene educación ni instrucción y no se preocupa de aprender nada, ni modales ni conocimiento. Es un término peyorativo.
Es peor el ignorante que se siente iluminado y comienza a “querer enseñarnos” que tal o cual candidato es el mejor porque simplemente él lo sabe y nadie sabe más que él. Nos topamos a cada rato con gente así.
Nunca se preocuparon de conocer el historial de ese candidato ni el de su partido, que quien sabe está incurso en cuestiones criminales o de corrupción. La historia de ese candidato ha pasado por su vida y nunca se interesó por conocerlo. Pero él “sabe” que es el mejor candidato y háganle caso porque lo dice él, el gurú, el que verdaderamente sabe. Aunque su personaje se haya fugado vergonzosamente de una situación incómoda. No importa. Vota por él.
Un Capitán del Ejército sorprende a unos jóvenes durante el toque de queda y agarra a bofetones a uno de ellos. Quienes defienden al joven castigado muestran ignorancia por desconocer la responsabilidad de las personas frente a disposiciones que pueden salvarnos la vida. También quienes apoyan al Capitán nos hacen ver su total ignorancia acerca de la responsabilidad que le da su alto cargo durante el desempeño de sus funciones. Existen procedimientos para someter a los infractores que no incluyen el castigo físico. La ignorancia de su Comando al no sancionarlo indica, más bien, cobardía por temor a la protesta de la gente: El infractor debe ser detenido y sometido a las leyes vigentes y el funcionario debe ser el primero en cumplirlas en vez de convertirse a su vez en infractor.
Quienes claman por el honor del Capitán, sepan de una vez por todas que el tal funcionario no tiene la más mínima idea de lo que es el honor. El grado no te da honor es uno quien da honor al grado.
Por ello dicen que “La ignorancia es atrevida y muy osada”.