136 EL PROFITO

Llegamos, con la Gracia de Dios, al Quinto año de Secundaria, hito final que nos significaría  el inicio a la vida real.

Más de un profesor nos había hablado que la etapa más hermosa de la vida de las personas era la época del colegio, porque después viene la Universidad y la vida profesional, etapa de competencias y rivalidades. Que cuando somos colegiales somos hermanados y nos apoyamos unos a otros.

Para bien o para mal acabé en un programa de estudios diferente. Al entrar al Cuarto Año tuvimos que elegir si queríamos seguir la carrera de Ciencias o Letras. Antes se estudiaba todos los cursos sin este distingo. Pero ahora, quienes elegimos la carrera de Ciencias teníamos un apretado  programa de Revisión de Matemáticas. Muy útil para quienes nos dedicaríamos a las carreras de Ingeniería, pero para otros podía ser muy apabullante.

Teníamos 5 horas semanales de Revisión de Matemáticas, es decir todos los días, de lunes a viernes, a primera hora, pero nuestro profesor nos lo ponía muy fácil. El profesor Luciano López Sangama era un funcionario del Colegio, Jefe de Normas, pero en matemáticas era muy hábil y completamente creativo y muy trabajador.

Todos los días tomaba Paso (Examen ligero) rápido en sólo 10 minutos. Recogía las pruebas e iniciaba la clase. A la siguiente clase nos entregaba nuestras hojas con  la calificación. Podías sacar 20 o podías sacar 0, según si habías repasado el tema de la clase o no. Todas las notas las promediaba. Todas valían.

Por esta habilidad y el hecho de conversar con todos los alumnos en todo momento, dentro y fuera de clase y sobre cualquier tema, los compañeros lo apodaron “El Profito”: Un Profesor que vale oro, y lo apreciábamos sinceramente y su enseñanza nos fue enteramente útil en nuestra etapa universitaria y profesional, sobre todo en cuanto a la rapidez natural para enfocar y resolver los problemas de matemáticas. Profito vendría a ser el modismo loretano de Profesorcito, diminutivo castizo de Profesor.

Nuestra etapa de Colegio se refiere a la Gran Unidad Escolar “Mariscal Oscar. R. Benavides” de Iquitos.

Pasaron muchos años, pasamos a vivir en Lima y una tarde, al salir del trabajo en la cervecería Backus pasé por la Cooperativa Santa Teresita, en la cuadra 8 de la Av. Arequipa, para pagar la cuota del préstamo que saqué para comprar mi carro. Allí me encontré con El Profito. Seguía de Profesor en Iquitos y era dirigente de la Cooperativa de Profesores del Colegio y había venido en Comisión a Lima para establecer un Acuerdo entre Cooperativas.

Al instante nos reconocimos y conversamos. Los profesores suelen no cambiar de aspecto y los alumnos sí, pero me reconoció de inmediato y sabía mi nombre. Luego de hablar un poco nos despedimos.

Salí de la cochera donde había guardado mi carro y al pasar por delante de la Cooperativa estaba el Profesor esperando un taxi. Lo invité a subir ofreciéndome a llevarlo a donde necesitaba ir. Iba a Miraflores.

Conversamos ampliamente y le dije que era Ingeniero Químico graduado en la UNAP de Iquitos, que trabajaba en la Cervecería Backus, que tenía casa propia donde vivía con mi esposa y mis tres hijas y el carro nuevo en el que lo estaba llevando.

Muy emocionado me dijo, palabras que jamás olvidaré «Jorge, estoy gratamente complacido porque veo que eres un hombre de provecho, eres un hombre de familia, tienes casa propia, carro propio: Eres un triunfador. Nada satisface más a un profesor que ver a un alumno triunfar en la vida. Te felicito Jorge».

Un gran hombre, eso es el Profesor Luciano López Sangama. Honor a él.

Mi auto Station Wagon Modelo 1982

 

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