63 LA AMABILIDAD

La amabilidad se define como el acto o comportamiento que realiza una persona con respeto y educación hacia otras personas y es por ello digno de ser tomado en cuenta y ser tratado con amabilidad.

Muchas veces basta una simple palabra para lograr que la otra persona se sienta bien, se sienta aliviada y con ganas de retribuir tu actitud.

Cuando uno va a un restaurante donde sirven menú, donde uno es solamente uno más de  los que acuden a este lugar, pero desde que llegas te haces notar con un simple “Buenas tardes” y ”Muchas gracias” al salir. Definitivamente quienes están atendiendo te volverán a mirar y al principio como a un bicho raro, pero después como alguien que definitivamente “tiene educación”. Y están dispuestos a  corresponder igual.

Puede también hacer la diferencia y levantar el ánimo de las personas con quienes interactúas.

Esto lo pude comprobar muchas veces, pero de manera especial recuerdo el siguiente episodio que me tocó vivir.

Estaba fallando el auto Nissan Primera de mi hija Charito y lo había dejado en una calle de Surquillo. Fui a buscar un mecánico en los talleres que conozco en Breña. Un mecánico que conocía, Javier Yanayaco Ramos, me aceptó ir hasta Surquillo para reparar la avería del Nissan.

El Nissan Primera

Me dijo que era un tanto complicado y que deberíamos llevarlo al taller que su tío tiene allí cerca. Mientras lo soldaban, lo invité a almorzar. Tampoco él conocía el barrio.

Encontramos un restaurante pequeño, bonito, limpio y buena comida. El dueño en persona atendía a los comensales.

Cuando terminamos, Javier se comió todo su menú, pero yo solamente puedo comer la mitad de un menú. Esa es la razón por la que cuando salía con mi esposa comíamos un menú entre los dos, puesto que ella jamás fue de mucho comer.

Cuando el dueño se acercó a retirar los platos que yo ya había alejado de mí, se le notaba un tanto desilusionado porque, me pareció, pensaba que no me había agradado su comida. De inmediato reaccioné y le dije

  • Señor, su comida es excelente, lo que pasa es que no como mucho, pero nos agradó a los dos – señalando los platos de Javier que estaban “limpios”.
  • Gracias, muchas gracias estimado señor

Se le notaba la alegría en el rostro y la satisfacción en todo su ser. Fue un buen momento para ser amable y lo logré. Pero lo cierto es que yo como poco y además, estaba excelente la comida. Era verdad todo lo que le dije.

 

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