Mi esposa sufría de una situación en que se ahogaba con su saliva, no podía respirar, se asustaba mucho y se desesperaba. Trataba yo, en primer lugar, de tranquilizarla para poder proceder a ayudarla a limpiar su garganta.
- Bebe, cálmate, cálmate, así, cálmate, cálmate
Luego le hacía levantar los brazos mientras le decía que respire por la nariz, que contenga la respiración y luego que baje los brazos mientras le decía que bote el aire por la boca. Luego de logrado esto le decía que limpie su garganta para eliminar la saliva que la estaba ahogando.
Disfagia paradógica, dicen que se llama este trastorno y muchas veces ocurre por hablar y tragar saliva al mismo tiempo, o reír o toser, etc., y en el Internet encontré cierta información pertinente que explica la naturaleza de este mal
“Cuáles son las causas comunes de atragantamiento con la saliva
Editado por Mike Burton
El atragantamiento con saliva se origina a partir de diversas situaciones. En todas ellas, se trata de una cantidad de esta sustancia que bloquea el recorrido del aire por la garganta o la faringe, por lo que la persona se ve imposibilitada de respirar. A pesar de que es bastante frecuente, las consecuencias pueden ser mortales si no se toman de inmediato las medidas de auxilio, sobre todo en el caso de ahogamiento severo”
Prácticamente toda nuestra vida de casados he podido atenderla cuando se ha presentado esta situación, que, a mi modo de ver, tiene raíces neurológicas. Siempre he podido ayudarla pero cuando ella me dijo, muy preocupada, sus temores de que pudiera ocurrir cuando no estoy, pude ayudarla mejor.
- Papi, si me da cuando tú no estás me voy a morir.
- No, Bebe, no va a pasar nada. Es apenas un poquito de agua. Si estuvieras en el mar y tragas un montón de agua, es posible que fuera así, pero acá tú te ahogas con un poquito de saliva – haciendo con los dedos de la mano el claro significado de muy pequeño – es sólo una pequeña cantidad de saliva y tú puedes manejarlo muy bien. Sólo tienes que calmarte, hacer tus ejercicios de respiración y limpiar la garganta, eso es todo. Tú puedes con eso.
No pasó ni una semana cuando mi amada esposa me informó
- Papi, en la mañana me dio e hice lo que me enseñaste y lo pude solucionar.
Mi esposa nunca más se asustó y cuando se atragantaba con su saliva lo resolvía ella sola. Aun ahora, cuando ella ya no está consciente, cuando se atraganta con los líquidos, le palmeo suavemente el pecho mientras le digo que se calme, y ella se calma y puede limpiar su garganta. Así es el amor.